“La apuñaló y salió caminando como si nada”, dijo el testigo de un femicidio

“La apuñaló y salió caminando como si nada”, dijo el testigo de un femicidio

El acusado fue detenido horas después. Los vecinos señalaron que la víctima, de 24 años y madre de cuatro hijos, era víctima de violencia de género.

LA ESCENA DEL HECHO. Policías dialogan con los allegados de la víctima para tratar de establecer cómo se desencadenó el homicidio de la joven. LA GACETA / FOTO DE diego aráoz LA ESCENA DEL HECHO. Policías dialogan con los allegados de la víctima para tratar de establecer cómo se desencadenó el homicidio de la joven. LA GACETA / FOTO DE diego aráoz
10 Enero 2020

Los gritos de una mujer conmovieron a los vecinos del barrio Alberdi, de San Cayetano. Cuando salieron a la calle para ver qué estaba sucediendo, se dieron con una joven tendida en la vereda que se tomaba del cuello y que perdía muchísima sangre. Un vecino la cargó en su camioneta y la trasladó hasta el Centro de Salud, donde llegó sin vida. Luciana Salazar, de 24 años, se transformó en la primera víctima de un femicidio del año. Motoristas del Servicio 911 detuvieron a su pareja horas después en el mismo barrio.

La joven, madre de cuatro hijos de 9, 7 y 2 años y otro de nueve meses, estuvo charlando horas con su pareja Pedro Pablo “Dengue” Rojas (35) en la vereda del pasaje Gutenberg al 700. “Estaban de lo más bien. Los vi charlando. Cerca de las 10 observé que ella fue al almacén. Compró un vino para él, cereales y leche para los chicos. Se quedaron allí tomando. Era común que ellos hicieran eso, especialmente durante los fines de semana”, comentó Marcelo Aguirre, vecino del agresor.

LA VÍCTIMA. Luciana Salazar, de 24 años, tenía cuatro hijos y habría sufrido violencia de género.  LA VÍCTIMA. Luciana Salazar, de 24 años, tenía cuatro hijos y habría sufrido violencia de género.

Según los testimonios que recogieron los efectivos de la División Homicidios (actuaron bajo las órdenes de los comisarios Cristian Peralta y Diego Bernachi) y del Equipo Científico de Investigación Fiscal (dirigidos por Marcelo Salla), la pareja ingresó al domicilio que pertenecía a los abuelos de Rojas. Por razones que se tratan de establecer, discutieron y él la habría agredido. Salazar habría intentado defenderse, pero él le infligió la herida mortal. Los peritos encontraron en la escena del hecho dos cuchillos que podrían haberse utilizado en la pelea y un rastro de la sangre de las heridas que podría haber sufrido el supuesto autor del hecho.

Por ese motivo, los investigadores habían dispuesto una guardia especial en los centros asistenciales, por si el acusado se presentaba para pedir asistencia médica por esas lesiones. Pero no hizo falta. Policías lo encontraron caminando cerca de la vivienda donde se habría registrado el crimen. Al parecer, pretendía regresar a buscar sus pertenencias y escapar.

EL ACUSADO. Vecinos dijeron que Pedro “Dengue” Rojas siempre caminaba con un cuchillo en la cintura.  EL ACUSADO. Vecinos dijeron que Pedro “Dengue” Rojas siempre caminaba con un cuchillo en la cintura.

“La apuñaló en el cuello y salió caminando como si nada. Lo vimos partir a paso lento, pero nos preocupamos más por el estado de salud de la chica. Después se dijo que lo vieron lavándose las manos llenas de sangre en el canal”, informó Lucas Padilla, uno de los testigos del femicicio.

Los vecinos reconocieron que Salazar había sufrido violencia de género por parte del presunto autor de su muerte. “Le venía pegando desde hace rato. Una vez intentó ahorcarla. Llamamos al Servicio 911, pero como se demoraban, decidimos intervenir. En esa oportunidad, evitamos que la matara. No entendemos porqué esta chica volvió con él. Se drogaba y era muy violento”, agregó Luis García, otro de los vecinos que acudió en su ayuda después de que fuera herida mortalmente.

Por orden de la fiscala Adriana Reinoso Cuello, que interviene en el caso, se investigará si Salazar había denunciado a Rojas por violencia de género.

Irritados

Los habitantes de la zona donde se produjo el crimen estaban molestos. “Por lo menos cuatro vecinos llamamos al 107 para que vinieran a atender a la chica. Nunca llegaron. Después de 45 minutos de espera, decidimos trasladarla. Pobrecita, se murió desangrada. Si hubiera recibido ayuda rápido, quizás no perdía la vida”, destacó García, en una entrevista con LA GACETA.

Después cuestionaron duramente a Rojas. “Era muy violento. En el barrio no lo quería nadie. Se drogaba, estuvo preso por robo y tuvo problemas con todos”, argumentó Padilla.

Los vecinos lo señalaron como autor de violentos atracos. Según relataron, su última detención se produjo después de haber lesionado con un cuchillo a una maestra que había asaltado. “Siempre estaba con un arma blanca en la cintura para amenazar a sus víctimas”, comentó Padilla.

García relató otro hecho que fue protagonizado por Rojas: “hace no mucho tiempo golpeó a una mujer para robarle. Los hijos de esta señora fueron a buscarlo. Ingresaron a su casa y le efectuaron varios disparos. Sólo lo hirieron en una pierna. Espero que no vuelva más por el bien de todos”.

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