Rema en La Angostura con la mente en Tokio

Rema en La Angostura con la mente en Tokio

Agustín Vernice, campeón mundial sub 23 en los 1.000 metros (2017), hace un entrenamiento de altura en los valles a modo de preparación para los Juegos Olímpicos. “Aquí estamos como en casa”, dice el deportista.

ESCENARIO IDEAL. El dique La Angostura, ubicado a 2.000 metros sobre el nivel del mar, es un lugar perfecto para el entrenamiento del equipo de canotaje, ya que le añade las dificultades propias de la altura. la gaceta / fotos de irene benito ESCENARIO IDEAL. El dique La Angostura, ubicado a 2.000 metros sobre el nivel del mar, es un lugar perfecto para el entrenamiento del equipo de canotaje, ya que le añade las dificultades propias de la altura. la gaceta / fotos de irene benito

Quizá fue el día más caliente y despejado del enero de los valles tucumanos: rodeados de sol y de montañas, Agustín Vernice y otros cinco deportistas hicieron “huellas” en el dique La Angostura con sus embarcaciones ultralivianas. Cada canoero rema con un objetivo. El de Vernice, campeón mundial sub 23, es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón), que empiezan en julio, en la mejor forma posible. Luego de entrenar y de guardar el bote en las instalaciones ubicadas a la orilla del dique, el crack del canotaje de 24 años elogia las condiciones que Tafí del Valle ofrece para el alto rendimiento deportivo. “Aquí estamos como en casa”, asegura.

Y no se encuentra precisamente cerca de su tierra natal, Olavarría (provincia de Buenos Aires), pero el entorno y las metas compensan el desarraigo. A los 13 años, Vernice optó por el canotaje luego de probar varias disciplinas en el Club Estudiantes de su ciudad, entre ellos el rugby. No es que dejó la pelota ovalada por la pala, sino que probaba todos los deportes que se le cruzaban por el camino hasta que se decidió por el agua. Vernice practicaba y practica en el arroyo que pasa por el medio de su ciudad, que está ubicada a 400 kilómetros de la capital del país. Si bien gran parte del año usa el río de Tigre o hace entrenamientos en otros lugares, como Tafí del Valle, cuando puede, regresa a sus pagos. “Somos medio nómades. Pero mi familia sigue allá, así que, cuando tengo la oportunidad, vuelvo a entrenar a Estudiantes”, explica sentado en una hamaca de su actual “sede seca”, el hotel Alpa Sumaj.

“Es muy hermoso estar en el agua. Lo sentí al comienzo y lo sigo sintiendo ahora, más cuando me encuentro en lugares como estos donde ves un paisaje muy lindo. Eso me parece especial. El hecho de trabajar duro para mejorar y ver los cambios motiva y hace que quieras ir por más todo el tiempo. Se me dio por el canotaje porque me sentí cómodo, y porque me esforzaba y veía los resultados”, expresa con pausa. Vernice comenta que nunca se cayó en La Angostura, pero que sí se permitió un chapuzón para aliviar el calor. Dice que el agua no es muy templada, pero que él no tiene problema con la temperatura baja: “por lo general, aquí los días no son muy calurosos y eso nos permite entrenar más cerca del mediodía. En el verano de Tigre hay que estar en el bote bien temprano”.

El fin: la final olímpica

En la pretemporada tafinista participan seis canoeros, todos de la distancia de 1.000 metros: Vernice, Daniel dal Bo, Gonzalo Carreras, Manuel Lascano, Agustín Rodríguez y Joaquín Malaval. Diego Cánepa es el director técnico nacional mientras que Pablo Hoffmann se desempeña como entrenador. Vernice es el único clasificado para los Juegos Olímpicos (compite en un bote individual). Dentro del grupo hay cuatro deportistas que buscarán el pase a Japón en la categoría de la canoa doble. A varios de ellos les esperan certámenes muy desafiantes en Brasil y en Alemania, según explicó Hoffmann.

OBJETIVOS CLAROS. El bonaerense Agustín Vernice ya está clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, donde espera rendir al máximo. OBJETIVOS CLAROS. El bonaerense Agustín Vernice ya está clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, donde espera rendir al máximo.

La mejor marca de 1.000 metros de Vernice es 3 minutos (’) con 27 segundos (”). Está “apenas” dos segundos arriba de la referencia mundial: ese “apenas” implica un esfuerzo descomunal. El propio deportista precisa que cada centésimo cuenta: “lo que pasa es que en nuestro deporte las marcas se ven afectadas por el tipo de agua y por el viento, entonces, resulta difícil relacionar un récord con los tiempos propios, pero sí, el mejor desempeño olímpico es 3’25’’. En los Juegos Panamericanos de Lima (2019) hice 3’31” porque a veces la carrera no demanda ir al 100%. En cambio, cuando competí en el campeonato mundial para la clasificación de Tokio, sí tuve que esforzarme al máximo”.

El desempeño que lo puso “del otro lado” de este deporte acuático ocurrió en 2017, cuando Vernice se consagró campeón mundial sub 23 en Rumania. Ese mismo año quedó séptimo en el Mundial de Canotaje de la categoría mayor, en República Checa. El año pasado ganó las dos medallas de oro de Lima y terminó noveno en el Mundial de Canotaje de mayores: en la final intervienen nueve deportistas. En esta disciplina, la Argentina mantiene un liderazgo en América Latina y, según Vernice, en los mundiales respetan a quienes visten la camiseta celeste y blanca. “Siempre podemos llegar a sorprender, si bien es cierto que no somos una potencia en todas las pruebas. Pero trabajamos para acercarnos a la élite”, asegura. ¿El objetivo para Japón? “Llegar en buena forma y dar el máximo. El éxito sería hacer una preparación de excelencia y, luego, plasmarla en Tokio con mis mejores 1.000 metros. No pienso en una posición determinada, pero sí me gustaría ingresar a la final olímpica, que permite soñar con cualquier cosa”, proyecta.

Preparación a la altura

Este equipo de canotaje subió la montaña justamente para encontrarse con los rigores y beneficios físicos que plantea la altitud. “De los valles tucumanos valoramos los 2.000 metros de altura: es lo que venimos a buscar en esta época del año. Se trata de la sexta vez que entreno en Tafí Del Valle. Conocemos el lugar y nos sentimos cómodos. La gente es espectacular y en el hotel Alpa Sumaj nos tratan de maravilla siempre. Es un placer estar aquí”, dice Vernice. El grupo llegó el 5 de enero y se queda hasta el 25, aunque es posible que el bonaerense regrese en febrero a continuar con la preparación.

La rutina consiste en varias sesiones diarias en el dique. Comienzan alrededor de las 8.30, y, en función del día, combinan los remos con el gimnasio, la bicicleta y los trotes. El hotel en el que están alojados prepara las comidas en función de las especificaciones particulares de cada deportista porque el entrenamiento en altura requiere de ciertas dosis de nutrientes y calorías.

Si el clima no acompaña, igual van al dique. Vernice apunta que también buscan ensayar en situaciones adversas: “la idea es salir todos los días porque a veces nos toca competir en malas condiciones. Necesitamos entrenar en las distintas circunstancias. Por supuesto que, si está muy feo, esperamos a que amaine o usamos el ergómetro, que es un simulador. Nunca desaprovechamos el tiempo. Entrenamos de lunes a sábado, pase lo que pase”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios