Poca plata y más conciencia: las razones para una Navidad con menos ruido

Fiestas con o sin fuegos artificiales: esa es una la cuestión que en estos meses parece interpelar a los tucumanos. Entre los argumentos para una prohibición -total o parcial- del uso de la pirotecnia sonora están los efectos nocivos que produce en pacientes diagnosticados con Trastornos del Espectro Autista (TEA), síndrome de Asperger, personas con discapacidades cognitivas y en animales.

A diferencia de festejos anteriores ¿prendió en la provincia una chispa de conciencia? “Este 2019 se notó una gran disminución en la cantidad de accidentados por el uso de cohetes. Sumado a que los pacientes llegaron a los centros de salud con lesiones leves que no necesitaron de internación. En cambio, otros años las visitas por manipulación de mechas cortas y compras ilegales derivaron incluso en amputaciones”, detalló Luis Medina Ruiz, secretario ejecutivo médico del Siprosa. La respuesta se vio en el registro de las instituciones de salud pública: durante la Nochebuena hubo 13 pacientes asistidos por quemaduras y la cifra se redujo a tres el día de Navidad.

Este respiro también repercutió en cientos que familias con niños y jóvenes con TEA que luchan por fiestas con “menos cohetes, más juguetes”. “Después del martes, las opiniones de nuestros seguidores estuvieron divididas. Hay quienes afirmaron que en Trancas, Aguilares y Tafí Viejo hubo una reducción importante de pirotecnia. Sin embargo, también recibimos mensajes diciendo que en la capital y en otros sitios no se modificó para nada la situación”, detalló el médico psiquiatra Julio Rodríguez Aráoz, fundador de Universo TEA.

“Aún nos queda mucho trabajo por delante, porque la ley no cambiará la conciencia de las personas. Sólo limitará sus actos. Nosotros apuntamos a la transición desde la empatía y la comprensión”, acotó María Silvia Sayago, también a cargo de la ONG.

Cuatro patas a salvo

Susto y estrés es la secuencia que se repite entre las mascotas cuando el reloj marca la medianoche de los días festivos de fin de año. “Para vos es una fiesta. Para ellos es un infierno”, repitió Silvina Apas en su programa radial (“Conciencia animal”) para llamar a la colaboración y la ayuda mascotera. “Las campañas de prevención dieron sus frutos y la gente tiró menos cohetes, pero realmente creo que el tema económico influyó”, argumentó la integrante de la organización “El grito no humano”.

“Es el tercer año en que llevamos información a la comunidad para que las personas saquen sus conclusiones sobre el impacto que tiene la pirotecnia en los demás seres”, enfatizó Pamela Mendoza, co-coordinadora de Animal libre en Tucumán. Institución que el domingo realizó un activismo navideño en el parque Avellaneda junto a otras agrupaciones. En el evento hubo una degustación de platos festivos y, el punto clave, videos sobre perros en crisis por la pirotecnia.

“Notamos que cada vez hay más información circulando al respecto. Siento que es un cambio sumamente positivo: a mayor conocimiento, mayor libertad de decidir. Las personas están decidiendo empatizar con los que no pueden defenderse de este tipo de festejo”, agregó.

“Las campañas anti-pirotecnia, sumadas a la crisis económica general, ayudaron a que este año no se escuchen tan anticipadamente las bombas de estruendo. En la hora pico fue poco también el uso, aunque de todos modos, la cantidad mortificó a los refugios de animales y perros en situación de calle. La pirotecnia debe ser prohibida en su totalidad, hay que ser más empáticos como sociedad”, explicó Ayi Zurita, otra referente de Animal libre.

Regularizar y cumplir

El debate sobre la pirotecnia no solamente movilizó a las agrupaciones civiles, sino que caló fuerte en el ámbito político. Durante este diciembre que ya termina se debatió el tema en varios municipios.

En la capital, en Yerba Buena y en Monteros los concejales aprobaron ordenanzas que limitan la venta de pirotecnia sonora; en Tafí Viejo se hizo lo mismo, pero mediante un decreto. “Las habilitaciones municipales son un buen dato para chequear los avances. Recuerdo que en el 2016 afloraron los locales de pirotecnia sobre la avenida Aconquija y la calle Caseros. Ahora únicamente tuvimos 20 negocios inscriptos”, afirmó el concejal Lisandro Argiró, impulsor de la norma que se aprobó en Yerba Buena.

En San Miguel de Tucumán, la propuesta de regulación llegó de la mano del edil Cristian Petersen y restringe (desde marzo) la venta y la manipulación de cohetes explosivos que superen los 70 decibeles. “Se evidenció el cambio en las calles y la causa central es la conciencia. Hay que tener en cuenta que esta ordenanza no afecta nuestra cultura ni prohibe por completo los fuegos artificiales. Lo que hace es proteger a un sector de la sociedad”, argumentó.

“En la plaza local apenas hubo unos 10 minutos de fuegos artificiales cuando en otros años se podía llegar a la media hora de pirotecnia. Este hecho tuvo que ver con el poder adquisitivo de las personas. Si entrecruzamos con la comercialización de juguetes importados, ese área sufrió iguales mermas de compra”, enfatizó Ramón Do Campo, dueño de “Fuegolandia”.

Buen indicador
Disminuyó el número de heridos por cohetes en tres hospitales de buenos aires
Unas 30 personas fueron atendidas en tres hospitales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por lesiones ocasionadas por el uso de la pirotecnia durante la Nochebuena. Los médicos de guardia aseguraron que se redujeron los casos con respecto a otros años y siguen aconsejando no utilizar pirotecnia. Así lo afirmó Ana Gercowski, la subjefa de Guardia del hospital de niños Ricardo Gutiérrez. “Van bajando los heridos pero nuestro consejo es no manipular pirotecnia estas fechas (Navidad y Año Nuevo) porque todos están expuestos al peligro”, precisó.