Por Lucía Lozano
21 Diciembre 2019
Estamos a tan sólo unos días de festejar la Navidad. Ese momento tan especial, lleno de magia y de luces, es también el día más ansiado por los chicos para abrir los regalos que les dejan debajo del arbolito.
Seguramente muchos le escribieron de antemano a Papá Noel. Y si tienen más de 10 años lo más probable es que en sus deseos esté la tecnología, con un protagonista indiscutido: el celular.
La duda que se plantea en estas fechas es si existe una edad ideal para que los chicos tengan su primer celular. Si bien los expertos sugieren que el móvil no llegue antes de los 12 años, la realidad es que el porcentaje de niños con smartphone crece de forma acelerada a partir de los ocho o nueve años.
Según un relevamiento realizado por la agencia Adglow, la mitad de los niños de 11 años ya posee teléfono propio, lo que aumenta hasta el 75% para los de 12. A los 14, nueve de cada 10 poseen uno. “Mi hija empezó a pedirme un móvil a los ocho años. Como me usaba el mío todo el día terminé cediendo a los nueve años”, confiesa Augusto Sosa, mientras elige un teléfono para regalarle a la pequeña Mora esta Navidad.
“Se recomienda dar el primer celular a los chicos a los 12 años, que es cuando tienen más autonomía y realizan actividades de manera independiente. En ese momento, entonces, tiene más sentido que los chicos tengan móvil que les permita a sus padres y adultos de la casa saber dónde están”, señala la doctora Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil.
El consejo, según la experta, es que el celular sea la última pantalla en ingresar a la vida de los chicos y que coincida con el fin de la primaria e inicio de la secundaria.
El blanco del mercado
La psicopedagoga Natalia Jiménez Terán lamenta que el celular llegue cada vez más temprano a mano de los chicos. No obstante, admite que a veces es inevitable porque el mercado está apuntando a los niños. Basta dar una vuelta por las empresas de celulares para corroborarlo: ofrecen planes fijos familiares, dispositivos simples y estéticas divertidas, con colores y personajes.
Jiménez Terán aconseja no sucumbir ante la presión de los hijos. Desde los ocho años, cuando ya pasan horas jugando con el móvil de sus padres, quieren conseguir su propio smartphone bajo la conocida frase: “¡Todos mis amigos lo tienen!”.
“Debe ser una decisión muy estudiada por los padres. Cada niño es diferente y hay que analizar varios factores antes de regalarle su primer móvil”, indica. Y sostiene que no debería ser antes de los 11 años.
¿Cómo saber si está preparado? Según la psicopedagoga hay que observar sus comportamientos. Ver si es un chico responsable, que tiene otros intereses fuera de los dispositivos electrónicos, que se relaciona con normalidad con otros niños y tiene muchos amigos, y que cuenta con hábitos saludables. “Distinto es si estamos ante un menor muy interesado en consumir videos, con pocos amigos y con demasiado interés en la tecnología. Darles un móvil a edad temprana y con esas características podría favorecer la aparición de una adicción”, señala.
“También hay que tener en claro que entregar un teléfono es el comienzo de un camino a recorrer con los hijos porque es nuestra responsabilidad como padres hacer una educación digital”, señala la profesional.
Redes sociales
En la actualidad, el acceso a teléfonos móviles a los ocho y 10 años implica que a esa edad también empiezan a usar redes sociales. Según un estudio de la Defensoría del Pueblo de la Nación, el 94 % de los alumnos de sexto grado tiene celular propio y más de la mitad lo consiguió entre los 10 y los 11 años. Junto con esta tendencia, el uso de las redes sociales es prácticamente universal.
Marcela Czarny, presidenta de la asociación Chicos.net, coincidió en la importancia que tiene acompañar a los hijos después de darle un celular.
“Los móviles tienen muchas cualidades positivas, muchas potencialidades. Pero también demasiados peligros. No sirve de nada controlarles el teléfono ni violar su intimidad. Hay que darles las herramientas necesarias para que sepan protegerse. Hay que mantener un diálogo constante sobre lo que hacen con sus teléfonos y explicarles que cualquier cosa que los haga sentir incómodos deben contarla. Podemos mostrarles casos de acoso, decirles que les puede pasar a ellos y que, ante una adversidad, no los vamos a juzgar, sino que seremos sus aliados y los vamos a ayudar”, aconseja.
Respecto de la edad adecuada para que tengan su celular, Czarny cree que pueden ser los 11 o los 12 años. “Hoy el celular dejó de ser sólo un medio de comunicación; para los chicos pasó a ser un juguete más. Siempre recomiendo esperar lo máximo posible antes de darles un teléfono. Y que cuando llegue ese momento se lo demos con responsabilidad”, señala.
La experta remarca dos cosas:
1- “El celular puede ser formador e incentivar la creatividad, pero nunca nos olvidemos que los teléfonos no activan la parte física del cuerpo de nuestros hijos, y esta es muy necesaria para su crecimiento”.
2- Está bueno hacer una especie de contrato con los chicos al momento de darles el celular. “Llegar a un acuerdo que implique ver juntos, padres e hijos, los juegos a descargar. Sugerirles contenidos y responsabilizarlos: por cada hora de smartphone tendrán que hacer otra cosa, como por ejemplo algún trabajo en casa, salir a jugar a la vereda o pintar un dibujo”, propone.
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