Dolor, malestar y advertencia de vecinos y familiares del menor baleado

Parientes y vecinos se enfrentaron con la Policía, cuando prendían fuego cubiertas en la casa de un sospechoso. “Si a mi nieto le llega a pasar algo, se pudre todo”, dijo Mercedes Véliz. El pequeño había recibido un disparo en la nuca en medio de un tiroteo. Seguía en estado crítico.

MALESTAR. La abuela del menor, tras la disputa con los policías.  MALESTAR. La abuela del menor, tras la disputa con los policías.
10 Diciembre 2019

El dolor y la bronca se mezclaron ayer en el barrio Ejército Argentino. “Si a mi nieto le llega a pasar algo, se pudre todo. No importa que nos maten. Esto no tuvo que haber pasado”, lanzó Mercedes Véliz, abuela del pequeño que el sábado había recibido un disparo en el nuca y ayer permanecía en grave estado. La mujer elevó ese aviso, acompañada por otros parientes y decenas de vecinos de la zona sur de la capital, luego de la quema de cubiertas en medio de la calle y de los incidentes con la Policía.

Los allegados expresaron su tristeza al conocer que los profesionales del hospital de Niños mantenían, alrededor del mediodía, el diagnóstico “estado crítico” y el pronóstico reservado sobre el estado de salud del menor. El niño ha sido asistido desde el sábado en el centro pediátrico por una herida de arma de fuego. La lesión se situó en la zona de la nuca, con orificios de entrada y salida del proyectil, de acuerdo al informe oficial.

El chico, que cumplirá mañana dos años, recibió el disparo en medio de un tiroteo que protagonizaron cuatro jóvenes en avenida Américo Vespucio al 2.500. La balacera se registró pasadas las 19, cuando el pequeño estaba jugando en la vereda de su casa.

QUEMA DE CUBIERTAS. El fuego llegó hasta la casa de uno de los jóvenes que había participado en el tiroteo. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI QUEMA DE CUBIERTAS. El fuego llegó hasta la casa de uno de los jóvenes que había participado en el tiroteo. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI

Véliz relató que habían hallado al niño tirado en el suelo con un disparo. “Sus dos hermanos habían entrado un ratito antes a la casa. Estaba con su abuelo, mi consuegro”, añadió. En esos instantes se habían escuchado al menos seis disparos, describieron además varios vecinos.

Carlos Reynaga, de 48 años, estaba con su nieto en ese momento y fue quien lo trasladó de urgencia en un auto particular. El hombre, en uno de los hospitales donde asistieron al chico, reconoció a un tal “Tuna” como vecino y uno de los participantes del enfrentamiento. Este muchacho tenía una bala en el tobillo derecho. Ahí, el personal de la guardia Policial del Padilla aprehendió al sospechoso.

En el marco de la causa, personal policial llevó a cabo el domingo allanamientos en las viviendas de los otros involucrados en el tiroteo, aunque no pudo ubicar a ningún de ellos.

La bronca vecinal

Ayer, los familiares y vecinos prendieron fuego cubiertas en medio de la avenida, justo al frente de la vivienda donde reside “Tuna”. “Estábamos quemando gomas en la calle para que no pudiera salir el sinvergüenza ese. Los padres lo ayudaron a que se escapara. El tipo le pagó a un policía para que nos sacaran a tiros. Queremos retiren a esta gente, que se la lleven de aquí. Venden droga”, enfatizó Véliz con enfado.

Fuentes policiales señalaron que decenas de residentes se manifestaron en el lugar y “trataron de hacer justicia por mano propia” debido a la situación del niño. “En medio de la protesta, los ánimos comenzaron a caldearse y empezaron a tirar piedras contra el personal policial y contra la fachada de la vivienda del sospechoso. Algunas personas, incluso, arrojaron bombas molotov y cubiertas encendidas hacia las paredes de la casa”, indicó Cristian Herrera, jefe de la Seccional 13ª. Ante esta situación, se desató un enfrentamiento entre ambas partes. En el operativo participaron efectivos de la seccional 8ª, Infantería, Bomberos, GEAM y del 911.

Herrera confirmó además que Carlos Reynaga había sido demorado en medio de los incidentes. La Fiscalía en lo Criminal I Nominación dispuso que el abuelo del menor herido no sea aprehendido.

Los vecinos, por su parte, cuestionaron el operativo. “Mi sobrina fue herida con balas de gomas”, expresó Véliz.

Inseguridad

Rocio Villagra, un vecina, manifestó: “esto pasa todos los días (por los tiroteos); se juntan en la calle y hay peleas entre las barras; pasan caminando como si nada y hay enfrentamientos. En esta cuadra hay muchas criaturas”.

Semanas atrás, de acuerdo a los relatos de los habitantes de la zona, se habían registrados heridos de arma de fuego y blanca por los enfrentamientos. “Pasó un auto y le pegaron un tiro en la columna a un chico”, coincidieron los testigos.

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