Rubén Cruz: un creador taficeño en dos por cuatro

Rubén Cruz: un creador taficeño en dos por cuatro

El destacado folclorista acaba de editar un disco con tangos de su autoría y en colaboración con otros autores.

Aunque el gen del folclore late en su sangre, de vez en cuando el dos por cuatro lo trampea y lo invita a volar en los pentagramas del alma. “Pero mi corazón precisa una mujer que sepa comprender los yeites del querer, un alma buena y fiel que piense en el después y escuche buenos tangos de Rivero y de Gardel…”, dice este creador taficeño, que a lo largo de los años y de su destacada trayectoria se ha ganado un lugar bajo el sol en nuestra música popular. Rubén Cruz acaba de sacar del horno un cedé que reúne 18 piezas (tango, milonga, canción) de su autoría, varias en colaboración con otros autores.

- ¿Cuándo se gestó tu enganche con el tango? ¿Tu viejo era tanguero?

- A eso de mis 20 años, cuando ya trabajaba y pude comprar mi primer equipo de música, comencé a adquirir discos de folclore contemporáneo (que es lo que hice y hago), y algunos de tango, como por ejemplo: Gardel, Troilo con sus cantores, y el Polaco Goyeneche. En mi casa se respiraba tango porque mi viejo, Tito Cruz, era hombre de escuchar tangos y que le gustaban Caló, D’Arienzo y De Angelis, entre otros. Frecuentemente disfrutábamos en familia mirar en la tele el programa Grandes valores del tango.

- ¿El tango corrió paralelo al folclore?

- Sí, pero en menor medida; incluí algunos tangos en mis discos de folclore. Este es primer disco de música ciudadana.

- ¿Qué te atrajo del tango? ¿La música, la letra?

- Del tango, en quien reconozco música y poesía mayor, me atrajeron tanto las músicas como las letras; para reforzar lo que digo basta nombrar como poetas a Cátulo Castillo, Discépolo, Homero Expósito, Manzi, Héctor Negro, Eladia Blázquez y Horacio Ferrer; y en música a Gardel, Rivero, Troilo, Charlo, Virgilio Expósito, Dames, Piana y Piazzolla, entre otros.

- ¿Hubo algún cantor u orquesta local o nacional que te abrieron las ventanas de la sensibilidad?

- Si tuviera que nombrar a los que me abrieron la sensibilidad tanguera, debería decir, de Tucumán: a José Teves, Carlos del Pino, Miguelito Ruiz, Pepe González, Miguel Montero, Carlos y Lelo González, Hugo Carmona y Héctor “el Negro” González, de Tafí Viejo, que es una de las voces más maravillosas que escuché. Ahora, de los últimos tiempos no puedo dejar de nombrar a Julián Morel, Carlos Podazza, Quique Yance, los tangueros del Patio de los Véliz, de Ubila, y a todo el movimiento tanguero tucumano (pido perdón por los olvidos). Yendo al espectro nacional, digo que me llegaron al corazón los cantores como Gardel, Rivero, el Polaco Goyeneche, María Graña, Virginia Luque, Rubén Juárez, Raúl Lavié y Guillermo Fernández, entre otros.

- ¿En qué circunstancia compusiste tu primer tango?

- Mis primeras composiciones folclóricas fueron con Chichí Costello, y el segundo poeta al que musicalicé fue José Augusto Moreno. Un día, al volver de Buenos Aires, José Augusto me regala un cuadernillo con poemas escritos durante su estadía, y de ahí nace mi primer tango: Ronda del Obelisco, tema que incluí en mi primer material discográfico (que no tuvo edición formal). Recuerdo que me hice acompañar por las guitarras del maestro Carlos “Sasá” Del Pino. Ahora lo grabé de nuevo para mejorar la interpretación. Luego vinieron La luna del arrabal (también con Moreno), Tango de ramos generales, con letra de Néstor Soria, tema dedicado al boliche tanguero titulado El Ubi-Car (apócope de Ubila y Carmen, su mujer) y siguieron muchos más pero siempre en menor medida que mis composiciones folclóricas. En este disco hay también composiciones con Carlos Podazza, el Tano Fiorio, Luis Chazarreta, Julio Olivera Chazarreta, Camilo Matta, varias con Leonardo Valdivia, una con Jorge Giménez, La grieta, tema en el que cifro muchas esperanzas porque pinta la situación actual.

- Piazzolla marcó un quiebre en el tango, un antes y un después de él, ¿de qué te habla esta música de Buenos Aires?

- Astor Piazzolla marca un antes y un después no tan solo en el tango, sino en toda la música argentina. Seguramente es el músico más importante de los últimos tiempos. No hay que olvidarse de Ferrer, con quien formó una dupla tremenda. Más allá de las vanas discusiones de si es o no tango, en su música, uno puede ver el paisaje del Buenos Aires de hoy.

- ¿Tu producción se apoya en el antes o el después de Astor?

- Mi producción tiene que ver con los tangos como los de Rivero y Troilo y también con lo más nuevo, como Piazzolla, Rubén Juárez, Cacho Castaña, etcétera, salvando distancias, pero reconozco que Piazzolla me abrió la cabeza musicalmente e influyó bastante en mis composiciones. Es un camino imposible de evitar. No obstante, como debe ser, creo tener un estilo propio.

- Tenés piezas de tu autoría y en colaboración con otros, ¿resultó difícil compatibilizar tus sentimientos con los otros? ¿Qué expectativas tenés con este cedé?

- Cuando uno comparte autorías, ya sea con letristas o compositores, lo hace desde el reconocimiento y la admiración, por eso cuando te pasan una letra o una melodía, la completás a la otra parte cuando te resulta compatible y de tu total agrado. No siempre el que completa la obra la internaliza y la termina bien, es el riesgo. Por eso es importante componer con gente abierta y dispuesta a modificar cosas por el bien de la canción. No obstante, me animé a editar este CD en el convencimiento de aportar un racimo de canciones al acervo popular tanguero, ya que hay pocas noticias de nuevos compositores del género. Siempre grabo mis discos a efecto de que los temas nazcan bien, porque si no velan los autores por su correcto nacimiento, se corre el riesgo de que se graben inexactamente y se difundan así. Es muy importante dar con el intérprete adecuado para que se produzca el milagro de la canción.

- ¿Se puede hablar de un tango tucumano o de tucumanos que hacen tango?

- Hubo pocos tangos tucumanos pero buenos, como Pucherito de Gallina, 9 de Julio, Ríe Payaso y algunos de René Ruiz, pero no me animo a hablar de un tango tucumano con características propias, como podría hacerlo con la zamba tucumana, pero sí de tucumanos que hicieron y hacen tango con mucho profesionalismo.

Los invitados: el conocimiento y la experiencia

“Como en materia de música ciudadana, tanto los músicos como los vocalistas tienen que tener el conocimiento y la experiencia necesaria, he considerado necesario incluir gente de tango, como Carlos del Pino, Carlos Podazza, Quique Yance, Luis Chazarreta, Víctor Juárez, Juan Liendro, Pérez Mondadori, el negro Issa Osman, Alejo Cruz, Pía Garmendia y Leo Valdivia en lo que hace a la parte musical, y en lo que respecta a los solistas: Juan Carlos Varela (primera voz de Los Andariegos), el Tano Fiorio, Miguel Valdivia, Andrea Masuero, Ana Marcilla, María José Soldati, Carlos Ferreyra y Daniel García, quienes con su talento y experiencia, le dieron el color tanguero que buscaba”, explica Rubén Cruz.

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