Básquet: la formación trasciende al deporte

Básquet: la formación trasciende al deporte

El trabajo que se está haciendo en Tucumán en las categorías formativas dio un salto de calidad, con lo que se recortó la brecha con otras provincias; los desafíos a futuro son grandes.

ASPIRACIÓN. Si bien el panorama mejoró, hay quienes sostienen que los clubes deberían coordinar las tareas en la formación de los chicos, para evitar trabajar de manera aislada, como está ocurriendo.  ASPIRACIÓN. Si bien el panorama mejoró, hay quienes sostienen que los clubes deberían coordinar las tareas en la formación de los chicos, para evitar trabajar de manera aislada, como está ocurriendo.

Hacia los últimos años, el trabajo de los clubes de básquet de la provincia en las formativas pegó un salto de calidad. Las instituciones dejaron de ser un lugar donde el chico va a pasar el rato, y se transformaron en espacios en los cuales se les imparte al niño y al adolescente una formación que, si bien parte de la enseñanza del deporte, trasciende la práctica.

Diversos factores incidieron para que se diera este cambio. Entre otros, la decisión de la Confederación Argentina de Básquet (CABB) de profesionalizar lo que tiene que ver con las divisiones formativas, y el dictado de clínicas para directores técnicos, desde la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquetbol (Eneba), dependiente de la CABB. A esto se suma la decisión, por parte de ex jugadores jóvenes, de asumir el rol de entrenadores de chicos, y de prepararse para ello con responsabilidad.

Si bien una de las principales pautas pasa por erradicar la obsesión por lograr una victoria como sea, en definitiva el buen trabajo se traduce en un buen desempeño deportivo. Tales son los casos de clubes como Estudiantes, Asociación Mitre o Talleres de Tafí Viejo, entre otros, que recientemente disputaron -o se encuentran disputando- las instancias finales de los campeonatos argentinos de clubes U13, U15, U17 y U19.

“En los últimos años mejoramos mucho. Algunos jugadores están haciendo sus primeras armas en equipos profesionales. Los conjuntos tucumanos que juegan el Torneo Federal (tercera división del básquet del país) tienen en sus planteles jugadores menores, con participaciones destacadas. Eso no ocurre por necesidad: se ganaron ese lugar”, subrayó Martín de Zan, coordinador del trabajo con las formativas de la Federación de Básquet de la Provincia de Tucumán (FBPT). “A nivel país recortamos la brecha con otras provincias; hoy competimos de igual a igual con todos y tenemos una identidad definida. Los resultados llegarán a consecuencia de esto”, añadió. Y contó que la FBPT está poniendo el foco en el desarrollo: “para competir mejor es preciso dar un salto de calidad en lo físico; en nuestras selecciones de menores hoy contamos con dos preparadores físicos”.

Técnicos y dirigentes coincidieron en señalar el tema de la contextura como un determinante para no hacer podio de los Campeonatos Argentinos de selecciones. “Nos acercamos mucho a los líderes -Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe-, pero nos falta mejorar el físico de nuestros chicos”, dijo Daniel Allende, de Nicolás Avellaneda.

“El trabajo con nuestras formativas es de lo mejor de la región. Hay jugadores de mucha calidad; y aún cuando tenemos la contra del bajo promedio de talla, en los torneos regionales estamos escalones arriba de Santiago”, dijo Miguel Gali, de Central Córdoba.

Pero la mejora en lo físico comienza a notarse, según Matías Nieva, de Talleres de Tafí Viejo. “Vamos evolucionando mucho. Se ven jugadores más completos técnica, táctica y físicamente. Eso permite que los preparadores físicos de los planteles superiores avancen, porque los chicos ya no se sienten excluidos debido a que no entienden algo”, afirmó.

Juan Pablo Flores, de Huracán BB, también opinó que en Tucumán se trabaja muy bien con los chicos, pero considera que los clubes deberían coordinar las tareas. “Cada uno trabaja por su cuenta, en forma aislada. Los entrenadores deberíamos unirnos y articular el trabajo, con el fin de formar personas, sobre todo”, dijo.

Según un ranking no oficial, imaginado por Gustavo Gaete, de Estudiantes -con el cual coinciden muchos consultados-, a nivel selecciones Tucumán lidera un tercer pelotón. “Santa Fe y Córdoba están en la cima; luego aparecen Entre Ríos, Mendoza, y Chaco, por la altura de sus chicos; y Tucumán estaría ahí, pisando ese segundo grupo. Y podemos crecer en los próximos años; porque aunque hay muchísimo por mejorar, venimos haciendo las cosas bien. Y hay dirigentes que se preocupan por las formativas”, afirmó.

El resultado no importa

En todo deporte se compite con el objetivo de ganar o de ganarse; es decir, de imponerse por sobre un rival o por sobre uno mismo. Y aunque las formativas también disputan torneos que dirimen un título, los entrevistados coinciden en que a esas edades se debe inculcar valores, y restarle importancia al triunfo o a la caída.

“Me gusta hablar de desempeño. Ganar o perder debe ser consecuencia de la preparación y del desempeño; y el foco no debe estar sobre ganar en contra del desarrollo. Hay que ver el largo plazo; el éxito en formativas va más allá del resultado”, dijo De Zan. Algo similar opinó Gali: “el objetivo es formar; la formación traerá resultados positivos”. Y Allende habló en la misma línea. “Es difícil separar, porque el incentivo pasa por ganar; pero se trata de inculcar primero la enseñanza”, indicó.

El prestigio del club también subyace en la idea con la cual este trabaja con los chicos. “En formativas se debe trabajar de manera integral, sin que importe el resultado. Se trata de formar jugadores para que puedan representar a su club o para que este pueda seguir exportando jugadores a las ligas más importantes. Si sólo nos enfocamos en ganar, estamos equivocando el camino”, opinó Nieva. Y en similares términos se expresó Flores. “El principal objetivo es formar. Cuando padres, dirigentes y jugadores estén convencidos de eso, ganar o perder pasa a un segundo plano. Hay que convencer al chico de que el camino pasa por formarse; y de que el día de mañana, de alguna manera, él representará al club”, afirmó “Pollo”.

Pero no todos los actores tiene clara esta idea. “Aún ocurren sucesos de agravios y de comportamientos no deseados por parte de los padres que asisten a los partidos de las formativas”, lamentó Ramiro Manrique, presidente de Juventud Unida de Tafí Viejo. Y también cuestionó que se quemen etapas: “existe una tendencia de hacer jugar en Primera a chicos en pleno proceso de formación”.

Gaete secundó estos dichos. “En formativas justamente el adulto se equivoca. El dirigente que busca que durante su gestión su club esté arriba en la tabla de formativas; y busca un entrenador que quiera lo mismo, o al cual le exige eso. Y reniegan cuando pierden. O el papá que quiere que su hijo sea el campeón que él no pudo ser; y le exige al entrenador, o lo critica cuando no gana. Y obviamente el chico siente la presión, y abandona el club cuando pierde”, acusó. No obstante, precisó que no se trata de la regla: “conozco muchos entrenadores y dirigentes que trabajan de manera excepcional en formativas y no salieron muchas veces campeones”.

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