Los ruralistas llevaron denuncias y se fueron con promesas

El reclamo de los productores tucumanos por los hechos delictivos que sufren en los campos llegó ayer formalmente a la Casa de Gobierno. Autoridades del Ministerio de Seguridad se comprometieron públicamente ante los dirigentes de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT) a incrementar el número de policías y de móviles para asegurar la vigilancia en las zonas rurales. La reunión había sido solicitada por un sindicato de trabajadores rurales, pero los gremialistas no concurrieron al encuentro.

La reunión se produjo luego del crimen del sereno de una finca de limones de Los Nogales. El encuentro estuvo encabezado por el ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández. “Este acercamiento ha sido para coordinar medidas, que se aplicarán en los próximos días”, expresó Luis Ibáñez, secretario de Seguridad.

“Se les pidió que formalicen las denuncias frente a cada situación. Eso nos permitirá establecer un registro oficial. Ellos adujeron una cierta cantidad de delitos que no se encuentra asentada”, expresó el funcionario.

“Ahora, se van a redoblar los esfuerzos hasta tanto se consiga movilidad para recorrer toda la zona productiva, al igual que el incremento del personal a través de los próximos nombramientos”, manifestó Ibáñez.

La cita oficial sirvió para que el campo reitere su preocupación por el “alto nivel de inseguridad”. Los dirigentes llegaron a la cita con el listado de los delitos más recurrentes los últimos tiempos. Los robos son los más comunes, aunque la muerte del rondín Ramón Herrera “fue el detonante” de la demanda del sector.

“Dejamos en claro que no nos interesa solamente el caso del campo, sino la situación de todos los tucumanos. Los ministros de los ministerios de la Producción y de Seguridad y el jefe de la Policía se comprometieron a acompañarnos con equipamiento. Cuando tengan los recursos, lo van a hacer”, remarcó Sebastián Murga, presidente de la SRT.

El dirigente remarcó que la Rural venía presentando notas ante el Ministerio de Seguridad en las cuales señala lo que se está viviendo en los campos. “El diagnóstico, ahora, ha sido prácticamente el mismo. Se está pidiendo que los recursos que lleguen sean destinados a la división Delitos Rurales y Ambientales. Consideramos que la estructura de esta área es insuficiente”, opinó.

Murga hizo hincapié en que la seguridad pública es un tema exclusivo del Estado. “Tenemos que cumplir con nuestras obligaciones; y el Estado, con las suyas. Eso no quita que algún agricultor pueda recurrir a la seguridad privada”, subrayó.

El encuentro de ayer, que se realizó en el despacho principal del Ministerio de Desarrollo Productivo, había sido impulsado también por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Sin embargo, ningún representante del gremio de los cosecheros se presentó en la Casa de Gobierno. LA GACETA infructuosamente comunicarse con los directivos de la entidad para que dieran a conocer el porqué de su ausencia.

Herrera, sereno de una finca de Los Nogales, fue asesinado durante la tarde del martes. La víctima apareció sin vida con una herida de arma de fuego. Semanas antes, Américo Ferreyra, que se dedicaba a la compra y venta de maquinaria agrícola, falleció cuando se tiroteó con un grupo de delincuentes que habían ingresado a la casa de su hijo, en Río Colorado.

La Sociedad Rural no ha sido la única entidad rural que elevó el reclamo por seguridad, tras los últimos casos. En la semana, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), que tampoco participó dle encuentro, solicitó “a las autoridades de la provincia que tomaran cartas en el asunto”.

“Imploramos al gobierno provincial que, de una vez por todas, haga lo que tenga que hacer para frenar la ola de delincuencia. Lo que estamos viviendo es aberrante y genera mucha impotencia y tristeza. Este mismo pedido lo hicimos en reiteradas oportunidades en estos dos últimos años”, manifestó Apronor mediante un comunicado oficial.

Los delitos que movilizaron al sector

- Los homicidios del sereno Herrera y de Ferreyra, vendedor de maquinarias agrícolas.

- Asaltos a productores en sus viviendas o a los trabajadores.

- Atracos en los lugares donde se realizan el pago de salarios y asaltos a los empleados, como también después de cobrar el sueldo.

- El incremento de casos de abigeato (hurto de animales).

- Hurto de frutas (especialmente limones), que luego se comercializan de manera informal en las calles.

- Robo de plantines de las quintas.

- Sustracción de repuestos y partes de maquinarias agrícolas en los galpones.

- Destrucción de silo bolsas.

- Quema intencional de cañaverales.

- Incremento de usurpaciones de campos en distintos sectores de la provincia.