“Se está perdiendo el prejuicio sobre el musical”

“Se está perdiendo el prejuicio sobre el musical”

Pablo Gorlero expondrá en la sala Paul Groussac, en las Jornadas de Investigación Teatral.

“HAIR”. El musical está en escena en Buenos Aires, dirigido por Gorlero; su filmación se proyectará el jueves. “HAIR”. El musical está en escena en Buenos Aires, dirigido por Gorlero; su filmación se proyectará el jueves.

El teatro musical es el invitado de honor de las Jornadas de Investigación Teatral que se realizarán hoy y mañana en la sala Paul Groussac (Laprida 71) de la UNT. La elección del equipo que lidera Teresita Terraf fue el homenaje a los 40 años del estreno de “Mi bella dama” y a los 45 de “El hombre de la Mancha”, hitos tucumanos.

En la actividad, con numerosas mesas panel y exposiciones, disertará a las 19 como invitado especial Pablo Gorlero, quien une su labor de crítico de espectáculos en el diario La Nación con la de director teatral. “El musical está viviendo un auge al que se suma cierta pérdida de prejuicio que se tenía sobre el género, lo que hace que cada vez más gente vaya a verlo”, señala en diálogo con LA GACETA.

- ¿De qué manera se expresaba ese prejuicio?

- Por mucho tiempo fue considerado un género menor, no se lo miraba con la misma seriedad que a un teatro de texto, pero no tengo la menor idea por qué pasaba eso. Hay cientos de libros sobre la historia del teatro argentino, pero casi ninguno consigna la existencia de comedias musicales, y de allí partió mi inquietud para investigarlas y abordarlas.

- ¿En qué repercutió ese ninguneo?

- Si durante medio siglo se negó su existencia, lógicamente la cantidad de expectadores que tenía era menor, pese a que hubo muchísimas producciones con nombres rutilantes como los de Francisco Canaro, Enrique Santos Discépolo, Ivo Pelay, Sixto Pondal Ríos y muchos otros.  Ahora hay un despertar, un descubrimiento junto con su exposición. Todo eso forma parte de la sustancia de haber creado los premios Hugo, dedicados exclusivamente a estas producciones.

- Hablás de comedia musical, ¿no es un concepto superado?

- Por el contrario, lo reivindico como término más allá de que haya dramas o tramas testimoniales. Es el sector intelectual el que considera que la palabra drama tiene más valor que comedia. Por eso se las llamaba sainete en una época, con resquemores a la palabra. Hubo grandes autores involucrados, cuyos apellidos remitan más al tango que al musical, pero muchos de los temas del cancionero popular son pedacitos de una obra teatral.

- ¿Se lo vinculó mucho tiempo como territorio de lo infantil, otro género menospreciado?

- No, para nada. Al contrario, el musical en lo infantil apareció mucho después, a fines de los 60, y tuvo su gran auge en los 80 y 90 con las obras de Hugo Midón, que sigue estando presente aunque no sea físicamente y en cuya memoria damos nuestros premios. Es cierto que a veces se considera lo infantil como algo menor, pero no fue así con las creaciones de Hugo. Sufrí esas miradas de soslayo yo mismo, con las obras infantiles que dirigí, aunque requieren incluso mayor responsabilidad que hacer una puesta para adultos, porque los mensajes para los chicos pueden marcar su vida por siempre.

- En la Argentina se pasó de los discursos políticos y sociales de “Hair” y “Jesucristo Súper Star” a una mirada edulcorada durante la dictadura militar con “El diluvio que viene” o incluso “Mi bella dama” en Tucumán, por ejemplo, y ahora a las grandes producciones con libros comprados en EEUU. ¿Se está construyendo una identidad nacional?

- Se la está formando, tiene que ver con la forma teatral y la idiosincrasia de los argentinos. Es cierto que la identidad no está tan definida, estamos un poco intoxicados de Broadway, todo lo que allá se produce es un faro para muchos. Deberían tomarse las herramientas de los norteamericanos, que son muy buenas y las saben usar muy bien, pero sólo como un modelo de producción de nuestras propias obras. En un país tan político como la Argentina, no hay muchas que lo aborden. Se toca más lo pasatista o las problemáticas globales, como la incomunicación, la invasión de la tecnología o temas existencialistas de la sociedad. Está buenísimo, pero falta lo otro, lo de ruptura, como “La parca” o “La desgracia” (hechas en Tucumán en los últimos años), que marcan un rumbo. Está ausente un cierto contenido en la escena nacional todavía.

- ¿Estás al tanto de lo que pasa en el interior en el género?

- Sí, pero sólo por lo que me cuenta el jurado involucrado en los premios Hugo a las producciones del interior del país. Me comentan las novedades que hay, porque no soy parte de la evaluación ni tengo la posibilidad de verlas. Hay ciudades que tienen un mayor desarrollo del género que otras y algunas están evolucionando mucho, pero no mucho más que éso. Sé que en Tucumán “Mi bella dama” marcó una etapa en el teatro local en general, no sólo en lo musical, y marcó un antes y un después.

- Tenés varias obras en cartel. ¿Cuáles son los puntos en que se rozan?

- Desde que empecé a volcarme a la dirección teatral, hace unos siete años, me dí cuenta que tenía el mismo interés que tengo como periodista: transmitir mensajes que considero necesarios, que tengo ganas que se conozcan. Todo lo que dirigí lo gesté y generé, tuve ganas de hacerlo. Recibo propuestas que rechazo. Hay un círculo que abrí con “Saltimbanquis”, que sigue en cartel desde hace cuatro años en forma ininterrumpida, y en la que les hablo a los chicos de la importancia de la libertad, de ser cooperativos, de tener en cuenta a quien está al lado, que él puede necesitar de vos y vos del otro. Seguí con “De eso no se canta”, que la armé con canciones prohibidas en las dictaduras de distintas partes del mundo, unidas por textos de autores censurados, y que habla de la libertad que te pueden arrebatar en cualquier momento en los ciclos históricos que vivimos. Y cierro con “Hair”, con la que traigo a la memoria una época que siempre me interesó muchísimo, como la de los 60, con paz y amor, y las flores en los tanques. El mensaje es que entendamos que el ser humano puede convivir con quien lo rodea.

Premio Konex

“Se está perdiendo el prejuicio sobre el musical”

Hace dos años, Pablo Gorlero obtuvo el Premio Konex 2017 por su labor periodística en el diario La Nación (es subeditor de la seccón Espectáculos). Es Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña y recibió los premios Gobbi, Ace y Argentores por sus obras, y creador de los Hugo.

Expositores y eventos: decenas de ponencias

Dos de las mesas paneles previstas en las Jornadas de Investigación Teatral estarán dedidacas a “Registros y memorias en las producciones de Teatro Musical en  Tucumán”. En la referida a “El hombre de la Mancha” participarán Ricardo Salim, Jaime Braude y Raúl Di Lullo; y en la de “Mi bella dama”, Juan Carlos Di Lullo, Isabel Refusta, Teresita Terraf y Rolo Andrada. Además habrá una decena de ponencias de Máximo Gómez, Mauricio Ramos Yassine, Marina Rosenzvaig, Facundo Vega Ancheta, Fabiola Vilte, Bernardo Brunetti, Nerina Dip, Romina Muñoz, María Fernanda Lamelas, Constanza Figueroa Dajir y Lucía Dzienczarski, y proyecciones de videos.

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