Deporte adaptado: las ganas de competir triunfaron

Deporte adaptado: las ganas de competir triunfaron

Facundo Palacio colgó la raqueta, pero no aguantó y volvió al alto rendimiento: ahora es paratiatleta.

CUMPLIÓ. Palacio llega feliz tras completar el triatlón en Las Termas. El paratriatleta quiere tener la misma postal el 3 de noviembre, cuando corra el Ironman. CUMPLIÓ. Palacio llega feliz tras completar el triatlón en Las Termas. El paratriatleta quiere tener la misma postal el 3 de noviembre, cuando corra el Ironman.

“Por el simple hecho de estar en una silla de ruedas no deben limitarse”, establece Facundo Palacio. Muy atrás quedó el 21 de abril de 1997. Ese día nacía y ya de antemano sus padres, Marcela y Pablo, sabían que algo no iba a estar bien. A los seis meses de embarazo los médicos diagnosticaron que Facundo padecía mielomeningocele. “Hay miles de actividades que podemos hacer sin ningún problema. Siempre con ganas y actitud positiva”, agrega el hombre de 22 años que es hoy y que tiene condición de ex tenista. 

Si uno recorre la vida de Palacio no hay duda que supo vencer esa malformación física que en teoría le iba a complicar la existencia. En teoría, hay que destacarlo, porque en lo práctico Palacio le sigue dando cachetadas deportivas a su diagnóstico. La nueva bofetada a la realidad la da practicando triatlón. Hace pocas semanas completó el Half Triatlón “Madre de Ciudades” en Las Termas. “Estoy haciendo todo lo que me gusta”, responde “Facu” cuando se le pregunta si su presente es el que esperaba.

“Facu” decidió dejar su carrera de tenista en 2016. “Estaba cansado y quería empezar a estudiar. Lo estaba haciendo de un modo muy profesional”, recordó. Pero su espíritu pudo más que ese cansancio. “Siempre fui muy competitivo, en todo aspecto”, reconoce. Así que la ausencia en el alto rendimiento deportivo no fue muy prolongada. “El tria se me dio de la nada. Este año charlando con una amiga que compite, me puse a averiguar, me inscribí en una carrera para ver qué onda y me terminó atrapando”, relató. Con esas sensaciones se quedó tras completar una de las fechas del Campeonato Tucumano. 

En la competencia santiagueña tomó como un desafío completar la distancia olímpica: 1.500 metros de natación en aguas abiertas, 40 kilómetros de ciclismo y 10 de pedestrismo. 

“Contando los convencionales, en la general del triatlón olímpico quedé en mitad de tabla”, apuntó. “No fui a competir pensando en los tiempos. Era mi primer triatlón de más de dos horas. Fui de lleno a las sensaciones, más que nada, porque quería disfrutar. Pensando en los entrenamientos previos, hice el tiempo que se venía dando”, analizó. Así que toda la nueva aventura deportiva tiene pinta de buen futuro. “Siempre fui muy competitivo, en todo aspecto. Cada vez que empiezo algo me gusta hacerlo con exigencia. Entrenar por entrenar, no me gusta. Amo la competición”, reconoció.

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