Colchón quemado y protesta familiar en una comisaría

Colchón quemado y protesta familiar en una comisaría

Un preso intentó iniciar un motín en la Primera, pero fue controlado por el personal.

EN LA PUERTA. Sosa, jefe de la Unidad Regional Capital, da explicaciones a los familiares de los internos. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll EN LA PUERTA. Sosa, jefe de la Unidad Regional Capital, da explicaciones a los familiares de los internos. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll

“Los traen para que los miremos y, ahí nomás, los vuelven a llevar adentro”, relató Susana Cardozo, al salir del edificio de la seccional Primera. La mujer se quejaba porque no había podido hablar con su esposo. Quería conocer de manera directa lo que había sucedido en el interior de la dependencia policial horas antes. “No pueden hablar nada. Lo vi mal”, enfatizó.

Pasadas las 17, los familiares pudieron ingresar uno por uno a la comisaría, ubicada en calle San Martín al 200, para tener el primer contacto con los internos y luego de sobrellevar momentos de tensión e incertidumbre. Pasadas las 13, una de las 45 personas que allí permanecen presas, intentó quemar un colchón como protesta. Aunque luego dijeron que se había tratado de otro elemento. Eso generó la intervención de distintas divisiones, como Infantería y Bomberos, de la fuerza de seguridad.

Sergio Jiménez, jefe interino de esa seccional, expresó mediante un comunicado del Ministerio de Seguridad que el hecho no había pasado “a mayores y que nadie había resultado herido, gracias al rápido accionar de los empleados policiales”. “Un preso que tiene antecedentes por ser muy conflictivo y problemático prendió fuego a unos papeles, intentando generar una situación violenta en el lugar, pero fue sofocado a tiempo”, explicó.

QUEJAS. Familiares de los detenidos discuten con una policía en plena calla San Martín al 200. QUEJAS. Familiares de los detenidos discuten con una policía en plena calla San Martín al 200.

El comisario señaló que ningún reo ni efectivo requirió asistencia médica por inhalación de humo, ya que “los daños habían sido mínimos”. Además, informó que el turno de visita fue postergado para hoy durante la mañana. La reacción del reo y el fuego llevaron a las autoridades de la comisaría a que decidieran suspender el turno de visitas. En ese momento, los parientes preparaban las bolsas con comidas y gaseosas, entre otras cosas, que iban a dejarles.

Madres, esposas, hermanos y hermanas, muchos de ellos cargando niños, protestaron ante la imposibilidad de ingresar al edificio. Se reubicaron en plena calle San Martín, golpearon las manos una y otra vez, y exigieron a los gritos información sobre el supuesto motín.

“Los chicos no arruinan el día de visitas. Este día se respeta. Algo ha pasado. Los están verdugueando. Tienen un solo baño para 60 personas, no tienen ni luz; si nosotros no les traemos cables están sin luz”, manifestó Belén Cruz.

El régimen de visitas se aplica dos veces cada semana, según explicaron en la Policía. Ayer, ante la protesta, el jefe de la Unidad Regional Capital (URC), Manuel Sosa, dispuso el ingreso de un familiar por interno para calmar el clima. “El colchón hace humo por las llamas. Es un joven que intentó tener el privilegio de que entren primero sus familiares, al ser considerado un detenido protegido. Aquí, no hay distinción de credo ni raza”, expresó el oficial.

“Es de público conocimiento que hay una crisis en materia carcelaria. La Policía de Tucumán da respuestas en la medida de sus posibilidades. Esta es una excelente comisaría, una de las más nuevas, que cuenta con las mejores instalaciones. Por eso, tenemos esa cantidad de detenidos distribuidos en varios sectores (tres áreas para 45 internos)”, agregó Sosa sobre la capacidad de alojamiento.

El caso Giri

Gonzalo Giri es uno de los reos que fue retirado del penal de Villa Urquiza por protección, tras haber denunciado a personal del servicio penitenciario por venta de estupefacientes. El preso fue destinado a la seccional Primera como medida de seguridad.

Ayer, ante el hecho, el padre, la madre, el abogado defensor Gustavo Morales y un funcionario de la Sala IV en lo Penal se presentaron en la dependencia oficial. El representante judicial labró un acta sobre el hecho y tomó declaración a Giri.

“Lo vi mal. Está golpeado. No dejaron que hable mucho. En el momento que quiso contarme algo, decidieron suspender la visita. Pudo decir que está siendo verdugueado por la Infantería”, enfatizó Silvana Cáceres, la progenitora. “Él no inició el fuego”, finalizó.

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