Criminal: cuatro series en una, con la marca de los mejores policiales

Criminal: cuatro series en una, con la marca de los mejores policiales

Criminal: cuatro series en una, con la marca de los mejores policiales

Muy buena - Serie / por Netflix

Hablemos primero de la naturaleza de este proyecto, porque representa mucho de lo que veremos en el futuro cercano en materia de producción televisiva. Netflix filmó cuatro series de tres capítulos cada una, o una extensa serie de 12 episodios, todo depende de cómo se la mire. En el home de la plataforma aparecen por separado, con el mismo título -“Criminal”-, pero distinguidas por los países que intervienen (Reino Unido, España, Alemania y Francia). No hay un hilo conductor argumental entre las cuatro, pero sí uno temático y, sobre todo, escenográfico. ¿Cómo es esto?

Cuatro equipos (director, guionistas, actores) pasaron por el mismo estudio para rodar las historias. Cada uno en su idioma. Los ambientes son sólo tres y se repiten: una sala de interrogatorios, el control desde que el que se monitorea lo que allí sucede, y el hall que une esos espacios. Todo se montó en los estudios que Netflix construyó en la Ciudad de la Televisión, en Madrid.

La estructura de “Criminal” se replica capítulo a capítulo: el sospechoso de un crimen (a veces solo, a veces junto a un abogado) enfrentado a los policías que apelan a todas las técnicas imaginables para arrancarle la verdad. Un thriller psicológico en estado puro. Hasta aquí, lo novedoso del proyecto, un modelo de producción televisiva global que Netflix planea profundizar con toda clase de formas y contenidos.

Detrás de la idea asoma uno de los cerebros más prolíficos y talentosos de la TV europea: George Kay, uno de los creadores de la multipremiada “Killing Eve”. Kay y Jim Field Smith sentaron las bases de este policial atrapante con una premisa: darles alas a sus colegas. Uno de los aciertos de “Criminal” es que, si bien funciona bajo un paraguas conceptual bien definido, sostiene las diferencias culturales e idiosincráticas de los países involucrados y no sólo por el idioma. Hay cuatro identidades -inglesa, española, alemana y francesa- que se reflejan en las historias, en los protagonistas (recordando que en cada país la Policía funciona con preceptos diferentes) y en la intensidad narrativa que caracteriza a los episodios.

Un consejo: empezar por la inglesa (atención al primer episodio, con un monumental David Tennant) y seguir con la española (Inma Cuesta conmueve en un drama de violencia familiar). De allí pasar a la alemana (que arranca repasando la historia reciente, con un asesinato perpetrado tras la caída del Muro de Berlín) y cerrar con la francesa. Directores de renombre, elencos de alto nivel y, sobre todo, historias a la altura del mejor policial, colocan a “Criminal” en el estantes de las ineludibles.

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