La contaminación provoca que el deporte clame por lluvias

La contaminación provoca que el deporte clame por lluvias

El agosto tucumano siempre enrojece las narices: el polvillo en el aire, debido a la sequía estacional, el polen, y el típico hollín de la zafra azucarera molestan en la respiración.

TAMBIÉN INCIDE. La quema de caña afecta el aire que respiran los deportistas durante sus competencias. la gaceta / foto de osvaldo ripoll TAMBIÉN INCIDE. La quema de caña afecta el aire que respiran los deportistas durante sus competencias. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
03 Septiembre 2019

La sequía estacional y distintos factores que afectan la respiración y la visión -polvillo, polen, humo, carbonilla, entre otros- representan un verdadero desafío para los cuerpos médicos de los equipos que desarrollan su actividad deportiva a la intemperie. Esto se debe a que los doctores deben combatir los efectos de estos agentes con medicinas que no contengan las drogas prohibidas en esas disciplinas.

La falta de lluvias genera un clima ideal para la permanencia en el ambiente de partículas que molestan la normal respiración; en especial, en personas alérgicas. La tierra, el polen, la carbonilla de la caña de azúcar irritan, además, los ojos. Por estos días, a estos factores, a los cuales el tucumano está habituado, se les suma un fenómeno importado: el humo proveniente de los incendios de la Amazonia.

“En estos meses, cuando el clima está muy seco y hay muchas partículas en el aire, hacemos hincapié en la parte irritativa y en la parte alérgica. Aunque no se nos presentaron muchos casos, tomamos precauciones en todo lo que despierta la alergia respiratoria y en los pequeños objetos que puedan entrar en los ojos”, explicó el médico de San Martín, Daniel Soria, ante la requisitoria de LG Deportiva. Precisó que se mantienen alertas a los síntomas que pudieran aparecer en algún jugador. “En el plantel ninguno presenta algún complejo alérgico; así que más que nada tratamos con medicación la congestión nasal o de la garganta”, añadió. Y dejó en claro que están provistos de las herramientas para atender estas situaciones. “Estamos preparados con descongestivos, con antihistamínicos, con colirios para los ojos. Ciertas sustancias están prohibidas, así que debemos tener muchos recaudos en ese sentido”, afirmó. Pero no todo se atiende con medicación: “Ponemos mucho énfasis en que el campo de juego se encuentre bien regado; de esa manera disminuimos los niveles de sequedad”. Indicó que no tomaron recaudos por el humo proveniente de la Amazonia, debido a que aún no representa un problema. “En su momento, si se instala esa nube de humo en Tucumán, veremos qué hacer”, dijo Soria.

Su colega de Atlético, Marcelo Montoya, opinó en similares términos. “Hemos tenido un par de casos de rinitis alérgica en el plantel; pero tranquilas, sin complicaciones. Los tratamos con antialérgicos permitidos, por el tema del control antidoping. Y los jugadores han evolucionado bien, sin impedimentos”, contó. Más allá de estos casos aislados, dejó en claro que el resto del equipo no padece afecciones más complicadas. “En el plantel no tenemos ningún jugador con síndrome bronquial obstructivo recurrente o con antecedente de asma. Así que no necesitamos tomar mayores recaudos. De todos modos en el botiquín contamos con todas las medicaciones permitidas que hagan falta”, afirmó. Finalmente, celebró que en el actual contexto sólo se hayan presentado casos menores: “con el humo de la Amazonia, con la quema de cañas, con el polen y con la tierra en el ambiente esta complicadita la cosa; pero vamos zafando”.

El deporte de la ovalada

El médico del plantel de la Primera de Universitario, Federico Fanjul, atiende una amplia agenda de pacientes provenientes del rugby. A los jugadores “serpientes” se les suman los que participan de la academia de la Unión Argentina de Rugby, los tucumanos convocados a los Pumas, a los Pumitas, a los Jaguares, y las jugadoras del Seven, entre otros. “Una de las principales medidas que tomamos es el abundante regado de todas las canchas en las cuales se entrena, para que no se levante más polvo”, explicó. Reconoció que durante esta época del año se presenta un número importante de pacientes con una patología particular. “Los que más sufren son los chicos con alguna patología alérgica; eso está afectando en gran medida, es algo muy frecuente por estos días; sobre todo en nuestra provincia”, dijo. También puso especial énfasis en precisar que solamente se utiliza medicación fabricada sobre la base de drogas permitidas. “El tratamiento que aplicamos es estrictamente sintomático, puesto que hay medicaciones para estas patologías y alergias que inciden o que tienen un gran efecto en el antidoping. Tomamos muchos recaudos con qué darles a los chicos, porque somos conscientes de que en cualquier momento pueden ser llamados para alguna de las selecciones”, puntualizó.

No sólo el deporte grupal que se practica al aire libre resulta afectado. Lucas Santillán es fondista. Sabe que los entenamientos que realiza durante esta época no podrán disociarse de la sequedad, del polvillo y de la carbonilla de la caña. “Siempre estos meses son complicados; pero si querés andar bien, lamentablemente debés soportar ciertos inconvenientes climáticos, y tratar de superarlos naturalmente. Disminuir las prácticas no es una opción, porque los rivales también entrenan”, señaló. Y a renglón seguido, contó algunos de sus tips. “En mi caso, por ejemplo, apelo mucho a la permanente hidratación; pero no me refiero solamente a tomar mucha agua, sino también a lavarte la cara muchas veces, para que se limpie de la tierra que hay en el ambiente, a la que se le suma el humo de la Amazonia”, expresó. Precisó que no utiliza barbijos cuando entrena, porque también perturban la respiración.

Mientras espera con ansias la llegada del clima húmedo -“sería bárbaro que llueva, aliviaría mucho; al día siguiente de una lluvia el entrenamiento se disfruta el doble”-, contó que va al médico con frecuencia. “Voy a una deportóloga -Agustina Abalsa, también corre- y a otros médicos, para evitar inconvenientes. Y siempre corro tempranito, como a las 5.15, porque el rocía aplaca un poco”, dijo.

A cuidarse, pero a no abandonar

Ernesto Ways - División Salud Respiratoria (Ministerio de Salud Provincial). A partir de trabajos de expertos

Durante fines del invierno e inicios de la primavera se producen los mayores niveles de contaminación ambiental en los centros urbanos. Esto se debe al incremento de partículas sólidas en el aire y de sustancias tóxicas, condicionadas por la estación seca, por la polución industrial y por la quema de basurales, en el marco de grandes variaciones de temperatura durante el día.

Según Edward Laskowski, codirector del Centro de Medicina Deportiva de la Clínica Mayo de EEUU, incluso sin que se haga ejercicio la exposición a la contaminación del aire puede afectar la salud. Pero si se combina contaminación y ejercicios el riesgo aumenta potencialmente.

Esto se debe a que durante el ejercicio aeróbico a la intemperie se suele inhalar más aire, y la respiración se hace más profunda. Y dado que resulta común respirar por la boca, el aire que se respira en general salta el pasaje por la nariz que filtra las partículas de contaminación. Además, la contaminación ralentiza la circulación; y en el paciente de riesgo cardiovacular produce mala circulación, debilidad en las arterias y del corazón.

Dado que el ejercicio tiene claros beneficios para la salud no hay que dejar de hacerlo, a menos que el médico lo aconseje. Entonces, la principal incógnita a establecer pasaría por determinar cuánto tiempo de exposición resultaría peligroso.

En primer lugar se debe consultar los niveles de contaminación local. Para esto existen aplicaciones para el celular. Por otro lado, conviene evitar las áreas de contaminación elevada; por el contrario, se debe realizar la actividad fuera de los lugares de mayor contaminación (industrias, quemas de basura, de pastizales, etcétera). También se podría privilegiar los ejercicios en interiores, como clases de gimnasia o correr en pistas internas. Se puede disminuir el tiempo de exposición al alternar actividad en el gimnasio y al aire libre.

Si se padece asma, diabetes u otros trastornos se debe consultar al médico acerca de en qué momento y durante cuánto tiempo resulta apropiado hacer actividad física al aire libre, de acuerdo al perfil de la enfermedad.

Finalmente, hay que elegir la mejor hora. Debido a que durante los momentos de mayor temperatura se produce la caída de material particulado resulta conveniente hacer actividad física durante la mañana temprano y hacia la noche durante este el período crítico.

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