Los cráneos que antes se conseguían en el cementerio, ahora se imprimen en 3D

Los cráneos que antes se conseguían en el cementerio, ahora se imprimen en 3D

En la cátedra de Anatomía Normal de la Facultad de Medicina incorporaron una impresora 3D para facilitar la enseñanza.

La impresora les permite crear con facilidad las piezas que necesitan para estudiar. La impresora les permite crear con facilidad las piezas que necesitan para estudiar. Juan Pablo Sánchez Noli / LA GACETA
03 Septiembre 2019

En el escritorio del doctor Miguel Ángel Noguera, en uno de los edificios de la Facultad de Medicina, hay dos piezas plásticas que le ponen cuerpo al aire que hay entre la tráquea y los bronquios. A la vista parecen dos árboles.

¿Cómo darle volumen al aire? La técnica más tradicional en las aulas de anatomía se conoce como inyección-corrosión. Alerta a las almas sensibles, porque vamos a hablar de cadáveres.

"Lo que hacíamos antes era inyectar en las cavidades, en este caso la tráquea y los pulmones, un material como la silicona, por ejemplo. Luego sigue la corrosión, que es sumergir el órgano en alguna sustancia corrosiva de la materia orgánica, como el ácido muriático, y esperar que la degrade por completo. El resultado: nos queda sólo la materia inorgánica y nos sirve para enseñar, en este caso, el árbol bronquial", detalla el docente.

Los cráneos que antes se conseguían en el cementerio, ahora se imprimen en 3D Juan Pablo Sánchez Noli / LA GACETA

Otro resultado: que en los piletones de la Facultad de Medicina haya un par de pulmones menos, justo en un momento en el que la donación de cadáveres con fines pedagógicos es un bien más que escaso.

Para solventar este problema, en la Cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNT incorporaron una impresora 3D. "Este que ves acá es la impresión de mi tráquea y mis bronquios. Aproveché una tomografía que me había hecho, convertimos al formato de la impresora y lo imprimí. Así no perdemos órganos y podemos tener todas las piezas que necesitemos, en cualquier momento", dice el profe.

Una de las batallas que se libraron desde la cátedra, cuenta Noguera, fue la de terminar con el comercio ilegal de cráneos y otros huesos que los estudiantes debían conseguir en el cementerio. "Eso siempre estuvo cuestionado y con la tecnología logramos erradicar ese comercio. Los cráneos que tenemos, que son necesarios, son de donaciones", recalcó el docente.

"El alumno ha cambiado"

Hace 30 años que Noguera enseña Anatomía, una disciplina de la que pocos se enamoran en Medicina. La docencia en esta área es siempre un desafío, tanto que hay jornadas científicas específicas en todo el mundo en las que se abordan las nuevas técnicas de enseñanza en Anatomía.

Miguel Ángel Noguera en una clase: tablet, piezas impresas en 3D, y órganos reales, todo sirve para enseñar anatomía. Miguel Ángel Noguera en una clase: tablet, piezas impresas en 3D, y órganos reales, todo sirve para enseñar anatomía. Juan Pablo Sánchez Noli / LA GACETA

"En esta materia es indispensable actualizarse todo el tiempo, y la tecnología nos ha ayudado muchísimo. Pero además hay que ser conscientes de que los alumnos también cambiaron, no aprenden de la misma manera en que lo hacíamos nosotros. Las nuevas generaciones han nacido mirando todo en 3D y les cuesta mucho imaginarse la tridimensionalidad a partir de un dibujo plano, como es el de los libros", compara el docente.

Al lado del libro de Anatomía, Noguera tiene un iPad. Con el software adecuado dentro de la tableta, el libro ha quedado en un segundo plano. "Ya no es nuestra base de estudio. Los chicos necesitan ver los órganos y los modelos anatómicos en 3D, porque si no, no se los imaginan. Usamos muchos videos en nuestro campus virtual, programas de anatomía tridimensionales y ahora la impresión 3D. Todo suma para enseñar esta materia", señaló.

Además de las ventajas del aprendizaje, la impresión 3D -que compró la cátedra con el aporte de la Escuela de Disectores, que funciona en el ámbito de la Facultad- vino a reemplazar un grave problema que se vive desde hace más de una década en Medicina. "Tenemos cada vez menos disponibilidad de cadáveres con fines de enseñanza. Si bien mejoraron las leyes para donar órganos, la normativa no simplifica la donación de cuerpo entero y es un trámite costoso y engorroso. La mayor parte de las donaciones son de colegas o de gente vinculada a la salud. Si bien con la impresión 3D reemplazamos esa falta, hay técnicas y maniobras que sí o sí hay que practicar en cuerpos", finalizó el docente.

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