Skay Beilinson, un gurú en su laberinto

ÚNICO SHOW EN EL NOA

• A las 20 en el Club Floresta, avenida Colón 471.

En uno de los temas emblemáticos de su nuevo disco “En el corazón del laberinto”, Skay Beilinson le canta a la calle Nueva York, de Berisso, tal como era en los 70: “Es la zona donde van los proletarios,/ marineros y rufianes a olvidar,/ esperando que suceda algún milagro,/ un amor en la calle Nueva York”.

A 11 años del último recital que dio en Tucumán, el músico volverá con toda la mística ricotera que se prolonga en las nuevas composiciones de su etapa de “solista en banda”.

Según informaron los organizadores, se espera la llegada de micros de distintas provincias, porque será el único show de Skay y Los Fakires en el norte del país. Se organizó el arribo de los colectivos cerca del mediodía en el parque Guillermina, donde habrá una previa con bandas locales.

En opinión de Santiago Caminos (Tripas Calientes), Skay es el guitarrista que creó los riffs más representativos del rock argentino de los 80 hasta la fecha. “Él se formó, junto con la Negra Poli y con el Indio Solari en los conceptos más puristas del hippismo de los 60. Participó en la revolución contracultural de la época del Mayo Francés -afirmó- . Creo que sigue siendo el hippie mítico arriba del escenario, con los mismos conceptos. Y lo respeto por eso, a diferencia de aquellos que han manifestado adhesión a partidos políticos, porque el rockanroll y el hippismo nunca manifestaron adhesión a ningún tipo de partido. Siempre fueron puristas y fueron en contra hasta del mismo rockanroll. Creo que Skay sigue manteniendo esa postura desafiante”.

Por su parte, Rodrigo Cangemi, integrante de la banda tucumana Giro’s, que hizo tributos a los Redondos, opinó que Beilinson es uno de los guitarristas más versátiles de Argentina y del mundo, por cómo se amolda a distintos tipos de temas, como el rockanroll o el rock-blues.

“Es el mayor exponente de la psicodelia. Me parece muy creativo. La dupla que armaron con el Indio es algo único -señaló Cangemi-. Trabajaron de manera independiente, sin vincularse con ningún sello discográfico, y por eso no tuvieron mayor trascendencia en el resto del mundo, como sí la tuvo Soda Stéreo, por ejemplo. Como músico, admiro mucho su obra de la etapa de los Redondos”.

Otro músico tucumano, el guitarrista Hugo Escalante, considera que Skay es uno de los violeros más personales del rock argentino. “Su forma de componer es muy interesante -afirmó-. Creo es quien dio el estilo a los Redondos. Además, al igual que los otros, no transa con los mandatos de la industria musical. Fiel a sus convicciones, siempre sus conciertos y álbumes son independientes. Por eso son una banda de culto, aun hoy. Tanto él como el Indio son gurúes”.

> Marta Minujínlo bautizó por el color de sus hojos

Eduardo “Skay” Beilinson nació en La Plata en 1952. Junto a Carlos Alberto “Indio” Solari fue el fundador de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y es considerado una de las máximas figuras el rock argentino. Desde la disolución de los Redondos, en 2002, encaró un proyecto personal al que denominó como “solista en banda”. Desde 2012 su grupo se llama Skay y Los Fakires. Beilinson inició su carrera musical en la adolescencia y a los 16 años formó con tres amigos el grupo Taxi Rural, bautizado así porque en esa época trabajaba como chofer de taxi para costearse los instrumentos. Después de un viaje iniciático a Europa, vivió en comunidades hippies del interior de la Argentina y se integró al conjunto de rock que tenía la Cofradía de la Flor Solar. Luego conformó Diplodocum Red & Brown, que grabó un simple en 1970 y llegó a presentarse en el Instituto Di Tella. Durante ese período comenzó a ser conocido como “Skay” (fonética de “sky”: cielo), seudónimo que le fue dado por la artista plástica Marta Minujín en uno de sus happenings, debido al color azul de sus ojos y a tocar además de rock, blues y música psicodélica; también es cuando estabiliza su pareja con Carmen Castro, conocida como la Negra Poli. En 1974 conoció al Indio Solari, con quien comenzó a componer temas como “Mariposa Pontiac” y “Un tal Brigitte Bardot”, y conforman Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, emblemática banda que en sus presentaciones (por motivos políticos se efectuaban en localidades del interior del país durante el gobierno militar) incluían performances y músicos que participaban sólo de algunas actuaciones.