Trasmontaña: si hay crisis, aquí no se nota

Aunque en los últimos años correr un Trasmontaña demanda más dinero, ciclistas de montaña de todo el país llegan para hacerlo. Hoy, la edición 26 tendrá un nuevo récord de inscriptos con más de 3.500 bikers que largarán durante toda la mañana desde San Javier para llegar hasta El Portezuelo. La carrera ya forma parte de los gastos hogareños.

DE TODO. En la Expo Biciclub hubo variedad de accesorios, bicicletas, indumentaria, suplementos, entre otros productos. Muchos se fueron con varias bolsas. DE TODO. En la Expo Biciclub hubo variedad de accesorios, bicicletas, indumentaria, suplementos, entre otros productos. Muchos se fueron con varias bolsas.
18 Agosto 2019

Paraná, Entre Ríos, 5 de la mañana del jueves. Ese día empezó la historia de cinco habitantes de la ciudad. El capítulo final será hoy, cuando cerca del mediodía empiecen a llegar a la zona de El Portezuelo. Allí pondrán punto final a uno de los dos tipos de esfuerzos que demanda el Rally Trasmontaña. Primero está el físico, el que afrontará la última prueba. Pero hay otro de mayor duración y que no depende del estado del cuerpo: el económico. A diferencia del cansancio de la carrera, el esfuerzo con signo de pesos y dólares acompaña de una edición a otra.

“Se sintió, pero hicimos el esfuerzo para estar”, reconoció Marcelo Chavez, uno de los paranaenses. No es que no hay crisis para los que corren la carrera por duplas más importante de Sudamérica. Está, pero aquí, en el Trasmontaña, no se nota. O al menos, son muchas las acciones que los bikers hacen para que la situación sea lo menos crítica posible. Manuel Taleb, el compañero de Marcelo, pone el ejemplo de lo que él hizo para no perderse la carrera. “Si cobrás $1.000 y sabés que tenés de gasto fijo $500, de esos 500, sacás $200 para el Trasmontaña y los otros 300, quedan libres”, elaboró su teoría. ¿Y en la práctica? “Con el aguinaldo pagué unas cosas que debía en la bicicletería. Y lo que me quedó fue para la carrera”, comentó.

Los paranaenses apuntaron que en alojamiento en la presente edición no gastaron más que en la anterior, pero sí el traslado terrestre en los vehículos particulares subió. “Un 35 por ciento”, estimó Sebastián Cucci, que competirá por quinta ocasión. Él llegó desde Tandil acompañado por Ramiro Cepeda, Andrea Del Oso y Paola Saporiti. “Dejar a los hijos”, responde Paola cuando se habla de los sacrificios que se hacen para el Trasmontaña. Aunque parece que hay más sufrimiento que alegría, hay buenas razones por las que se acepta sufrir. “Los paisajes te generan mucha emoción”, contó Andrea.

DESDE BUENOS AIRES. Jesús Luna y Néstor Aparicio correrán en Master D2. DESDE BUENOS AIRES. Jesús Luna y Néstor Aparicio correrán en Master D2.

Es por eso también que Jesús Agustín Luna y Néstor Julio Aparicio llevan corriendo 15 años, sin parar. Desde Buenos Aires, de las localidades de Moreno y Marcos Paz, ellos piensan, durante todo el año, en unir San Javier y El Portezuelo. “Es ‘la’ carrera que elegimos en el año. Entra en la economía del hogar”, dice Jesús, entre lo cómico y lo real.

“Es todo un proceso en el que se trata de ahorrar porque no es sólo el gasto de traslado, también hay que tener las bicicletas adecuadas, la alimentación, la suplementación... es todo un proceso”, indicó Luna. Y agregó: “Apenas terminemos, empezamos a preparar la carrera del año que viene”.

“Todos estamos en la misma situación. Hasta al equipo grande se le hace difícil”, reconoció Fernando Contreras. El mendocino es serio candidato a ganar la general de hoy junto con el catamarqueño Álvaro Macías. Contreras es integrante del equipo Venzo. Cuando le dio su opinión a LG Deportiva finalizaba la reunión técnica con el director del conjunto. Contreras se mueve en un nivel profesional, pero no es ajeno a la situación. “Yo también lo pasé, sigo viajando y só cómo suben los precios. Pero el Trasmontaña es la carrera que la gente prefiere. Es sorprendente cómo se adaptan todos para estar presentes”, destacó Contreras.

Desde Paraná le tiran al mendocino una explicación para su sorpresa, con una metáfora. “Es como el tipo que juega: él va a jugar todos los días. Nosotros tenemos el vicio que es la bici y sabemos que lo que nos gusta es el Trasmontaña, porque es una montaña rusa de emociones y de sensaciones: desde el miedo de la bajada hasta la desesperación por subir lo más rápido posible. Estás esperando todo el año sentirlo”, afirmó Manuel. Y ante eso no hay crisis que frene a la bicicleta.

DE PARANÁ AL CERRO. Manuel Taleb, su mujer Romina Stang y Marcelo Chávez, el compañero con el que desea terminar hoy la carrera, lucen la gorra oficial del grupo. Sí, del grupo porque los 12 paranaenses diseñaron el modelo y además un chaleco que llevan el número de competencia. Tanto es el fanatismo que Marcelo tiene por el Trasmontaña que se tatuó el logo y la palabra en el gemelo de su pierna derecha. Manuel, por su parte, en cada pierna tiene tatuados unos enormes pistones. DE PARANÁ AL CERRO. Manuel Taleb, su mujer Romina Stang y Marcelo Chávez, el compañero con el que desea terminar hoy la carrera, lucen la gorra oficial del grupo. Sí, del grupo porque los 12 paranaenses diseñaron el modelo y además un chaleco que llevan el número de competencia. Tanto es el fanatismo que Marcelo tiene por el Trasmontaña que se tatuó el logo y la palabra en el gemelo de su pierna derecha. Manuel, por su parte, en cada pierna tiene tatuados unos enormes pistones.
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