Para Eleonora Cassano "todo parte del ballet clásico"

Para Eleonora Cassano "todo parte del ballet clásico"

La famosa bailarina se encuentra en esta ciudad entrenando a los bailarines del Estable y el Contemporáneo.

PRESENCIA INSOSLAYABLE. Eleonora Cassano enseña en el escenario del teatro San Martín. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.- PRESENCIA INSOSLAYABLE. Eleonora Cassano enseña en el escenario del teatro San Martín. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.-

Assemblé, passer, piqué…

Una y otra vez Eleonora Cassano marca a los bailarines sus movimientos. “Vamos chicos, están muy lentos”, se queja amigable, y los participantes se elevan y se estiran; las piernas y los brazos no se detienen y los pies están en punta estable. Se dirigen y orientan a distintos espacios. A pesar del trabajo y del sudor, la gran bailarina disfruta cuando enseña. “Es muy importante poder aprender y enseñar en un teatro, estoy muy contenta de capacitar a un ballet que, me acabo de enterar, cumplió 60 años”, comenta.

La bailarina cuenta que tiene 44 kilos y mide un metro con 55 centímetros. Y hace poco admitió que le gusta comer el choripán y que nunca hizo dieta.

Cuando LA GACETA la entrevista en una mañana fría, pero con la calefacción prendida en la sala, terminaba su clase de casi dos horas con el Ballet Estable en el teatro San Martín; minutos después se trasladaba a San Martín al 1.100 para entrenar a los del Ballet Contemporáneo. “El tema es simple: todo parte del clásico, así que los del contemporáneo también tienen que hacer ballet clásico, con todas las exigencias”, le aclara a este columnista. Y asegura: “hay mucho talento argentino disperso en el mundo”.

- ¿Qué te interesa más en tus clases?

- Este es un entrenamiento del cuerpo. Hay una hermosa situación, porque la energía va y viene junta. Me encanta dar clases y me entrego tal vez de la misma forma que cuando estoy bailando, pero no siento lo mismo. Lo que se entrena es el cuerpo, pero le presto mucha atención también que no sea solo eso sino a la parte del sentimiento que hay que poner en la forma de hacer las cosas.

- Escuchaba tus órdenes a los bailarines, la cantidad de pasos, ¿cuántos serán?

- No hay un número en especial de pasos, eso se aprende desde los ocho años más o menos, cuando se inicia el estudio; lo que sucede es que se van complicando, se hacen más complejos, con giros, saltos… Por ejemplo, en un salto puede haber 20 pasos diferentes. Por eso se entrena tanto, dos horas de clases, que es bastante. Es mucha exigencia, grande, pero estos chicos están preparados.

- Siempre me atraen las figuras geométricas que se construyen…

- Sí, es hermoso lo que se está viendo, el ballet trabaja con líneas bellísimas, pero hay toda una tarea para lograr esa belleza, no es casual; todo tiene un grado de dificultad y de belleza, pero esto es exclusivo del clásico.

- Nada que ver con la danza contemporánea.

- Ah bueno, no son lo mismo, claro. Pero tiene una belleza especial. Ellos trabajan la parte superior más relajada, pero con más piso, tierra; nosotros somos más aéreos. Ahora mismo termina esta clase y voy a entrenar a los del ballet contemporáneo, que hacen el mismo trabajo, porque los contemporáneos tienen que aprender y ser clásicos. Desde la danza clásica, parte todo. Tienen que hacerlo.

- ¿Y en tu agenda está la improvisación?

- Es que, en realidad, los pasos son improvisaciones del maestro. Nos basamos en los pasos específicos de las escuelas de la danza clásica, pero la creación es de cada momento del paso en la clase.

- Eleonora Cassano, Julio Bocca, Maximiliano Guerra, pareciera que hay un vacío con tantas ausencias...

-Tal vez sea un vacío en el conocimiento de la gente, pero hay mucho en lo internacional. Bailarines excelentes en el mundo; se perdió esto de Julio y yo, como pareja de baile, de tratar de integrar la danza a toda la gente, hay un hueco ahí... Pero el talento argentino, sus coreógrafos y bailarines están dispersos por todo el mundo, gracias a Dios. No tenemos tan fuerte desarrollado una escuela, por eso la gente está dispersa.

- ¿Qué es la danza para vos?

- Es mi mejor momento de expresión y en el que me siento más libre. Por supuesto, la danza tiene que gustarle a cada uno, no se puede imponer, exige dedicación y trabajo cuando se ha tomado la decisión. Todo lo que quiero lo expreso bailando. Es la emoción, pero también avanza la tecnología y las dificultades técnicas también se complican... Sucede en todos lados, los saltos y las piruetas se hacen más complejos.

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