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Sería un error pensar que solamente el VAR puede ser usado como sinónimo de tecnología en lo que al fútbol respecta. No podemos dejar de lado la importante función que le aportan a los cuerpos técnicos y a los preparadores físicos inventos tales como los GPS deportivos. Y tampoco las innovaciones en los campos de juegos para que sean más resistentes al uso y para que su mantenimiento no sea tan costoso.
Así como la tendencia es cubrir con cámaras acciones que el ojo humano no ve, los estadios de élite eligen usar césped sintético para compensar lo que la Madre Tierra no da.
En este sentido, para el Mundial de Brasil 2014, el estadio Arena Da Baixada, casa de Athletico Paranaense y donde recientemente Boca ganó 1 a 0 el encuentro de ida de la Copa Libertadores, fue renovado de pies a cabeza. Las necesidades para este cambio fueron dos; justo por debajo del campo de juego corre un río subterráneo que provocaba constantes irregularidades en el suelo. Ese inconveniente producía persistentes quejas de los jugadores visitantes. Recortar gastos fue el otro motivo. “Se utilizaba una máquina que funcionaba como un sol artificial, pero el costo es 25.000 dólares por mes. Por lo tanto, el club calcula un ahorro de 300.000 dólares al año”, explicó el presidente Luiz Sallim Emed.
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Los de Curitiba no son los únicos que tuvieron que reemplazar la superficie natural por una artificial a causa de cuestiones geográficas. En Perú, la dirigencia de Juan Aurich decidió poner césped artificial debido a los altos costos que representaba proveerse de agua para regar el antiguo campo de juego natural, ya que las lluvias son escasas en la zona norte de Chiclayo.
Argentina no es la excepción. Pero en este caso no fue por motivos geográficos que se prefirió pasar al sintético, sino financieros. Excursionistas y Midland, de la Primera C, son los únicos clubes de AFA que tienen el campo de juego ciento por ciento sintético después de firmar un contrato con la empresa Forbex. Esta compañía se encarga de los costos de la instalación del grass, de la renovación de la iluminación y de los vestuarios, a cambio de la concesión del predio por 10 años, que le permita alquilárselo a privados, además de la libertad de uso de los clubes cuando tengan que ejercer la condición de local en el campeonato de AFA.
En otros países, clubes como Chivas y CSKA de Moscú tomaron la misma decisión que los argentinos.
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En el Viejo Continente no es novedad el uso de césped artificial en las canchas. Es más, utilizan un sistema llamado “PlayMaster”, más conocido como sistema híbrido, y está compuesto por un 95% de césped natural y un 5% de sintético.
Esta tecnología se basa en la inyección de 20 millones de fibras sintéticas -aproximadamente- de 80 centímetros de largo en todo el terreno de juego. Posteriormente se siembra el pasto de natural. Cuando la gramilla natural hecha raíces, se entremezclan con las fibras artificiales, provocando un crecimiento conjunto entre ambas. La tecnología “PlayMaster” fue elegida por la provincia de Buenos Aires para tupir el terreno de juego del estadio Único de La Plata. Además, Estudiantes está instalando este sistema en su nuevo estadio.
Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao, Espanyol, Girona, en España; San Siro y Juventus en Italia; Etihad Stadium, Old Trafford, Stamford Bridge, Emirates Stadium y Tottenham en Inglaterra; Parque de los Príncipes en Francia y Ajax en Holanda poseen este campo de juego híbrido. Significa reducir los costos de mantenimiento y una mayor durabilidad.







