Cartas de lectores
13 Julio 2019

Transporte Público (I)

Conociendo la particular ideología de quienes conforman el Poder Ejecutivo provincial, no me extraña haber escuchado discursos culpando al Gobierno nacional por los paros generados por problemas con Aetat (Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán). Como soy uno de los muchos ciudadanos tucumanos que no come vidrios, creo oportuno señalar que los subsidios que reclaman los  propietarios de las empresas de ómnibus bien podrían haberse cubierto con los gastos inconmensurables efectuados en cartelería y gigantografias efectuados por el Gobierno provincial antes de las elecciones pasadas, sumadas a las erogaciones que aún continúan por cartelería confeccionada con contenidos diferentes en el presente actual. Por lo tanto,  pienso que la queja expresada públicamente culpando al Gobierno nacional no es más que una astuta y descarada jugada, que se corresponde con las conductas observadas durante muchos años por todos los políticos identificados con determinado partido.

Humberto Hugo D’Andrea

Transporte Público (II)

Nuevamente los tucumanos fuimos rehenes de estos señores disfrazados de empresarios (del transporte urbano de pasajeros), los cuales aduciendo la reiterada excusa de que los costos de los insumos de los colectivos supera las ganancias, se les hace imposible abonar el sueldo a los empleados. En una entrevista realizada recientemente al empresario Berretta, él dijo que no es un paro empresarial y hoy (por ayer) en el paro nacional decretado por el gremio a nivel nacional, vemos que los colectiveros “piquetearon” la ciudad obstruyendo todos los ingresos con las unidades de colectivos que fueron cedidas por los empresarios. Ahora les pregunto a los concejales: ¿hasta cuándo van a permitir que los empresarios aliados a los gremios de transporte gobiernen nuestra ciudad, incumpliendo todas las normas y reglas de convivencia promulgada por los mismos? De esas normativas, hasta hoy no se cumplió ni una sola, tanto en lo que se refiere al bloqueo de calles como al cumplimiento de lo aceptado por los empresarios al recibir la concesión de dicha líneas. Espero que los concejales se pongan a la altura de la situación y nos den una urgente solución a este tema que lleva años.

Juan Américo Digangi

Dante Diambra Caporaletti

Nos dejó el arquitecto don Dante Diambra Caporaletti, asiduo colaborador de esta sección. Sus cartas desde hace muchos años impactaban por su redacción y contenido. Lo conocí en oportunidad del 100º aniversario de LA GACETA. Fuimos invitados a una charla en conmemoración de ese festejo. Llegó como un señor que lo era, portando una carpeta voluminosa donde guardaba copia de todas sus cartas. En ella reflejaba toda una vida al servicio de la comunidad. Hace unos días se fue otro gran colaborador, don Ysmael Díaz. Hoy le tocó iniciar el viaje final a este hombre de bien, que tengo entendido incluso fue funcionario público. Reciba la familia mis sentidas condolencias y a la opinión pública adicto a esta sección, la pérdida de uno de sus más antiguos y virtuosos colaboradores.

Hugo César Navarro

Zorro gris

Fue en 1920, cuando Rafael Tuegols actuaba en un café de una esquina que más tarde tendría un poeta sensitivo, San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo. Allí hizo mucho ruido por ser la primera orquesta que estrenó smoking, aunque Tuegols era un jailaife usaba galera y bastón. Eduardo Arolas solía decirle: “salí de ahí, vos no sos del tango, naciste para concertista”. Se equivocaba “El Tigre del bandoneón” (refiriéndose a Arolas). Después de un tiempo es requerido del café La Paloma, frente a los cuarteles de Palermo. Actuando en ese lugar compone un delicioso tango llamado a ser del agrado de todos los públicos. Tenía solo la música, le faltaba el título y los versos. Un día, viajando en un tranvía, vio una mujer con un abrigo de zorro gris, y ahí Rafael supo cómo llamar a su criatura. El tango creció en éxito en el café; muchos letristas le pedían para escribir los versos, hasta hubo falsificaciones, los piratas de ritmo porteño presente. Pero Rafael sólo pensaba en su joven amigo Francisco García Jiménez, quien todavía no había cumplido los 20. Lo hizo llamar; fue una noche, Tuegols tocaba en un rudimentario palquito del famoso cafetín. García Jiménez se sentó a oírlo y la orquesta arrancó con el esquinazo; la concurrencia pedía a gritos “Zorro gris”, a lo que Rafael accede y de paso se lo mostraba al amigo poeta. Luego compartieron una mesa y le cuenta que venía gente de todas partes atraídos por el tango. No era fácil para el mocoso y futuro poeta escribir los versos sobre semejante tema, “caras pretensiones de mujer”, sabiendo que hay mujeres menos exigentes. Decide romper el hielo escribiendo la primera estrofa que dice: “cuántas noches fatídicas de vicios, tus ilusiones dulce de mujer, como una rosa de una loca orgía, la desojabas en el cabaret”. El tango logró el agrado de todos los públicos, que lo cantaban, lo silbaban y tarareaban por todas partes. Lo grabaron grandes orquestas, se impusieron también grabaciones instrumentales, por lo festivo de la música. Cuántas mujeres fingirían llantos y hasta lágrimas santas por el costoso abrigo, pero ¿para que? si esta farsa del amor fingido, al dejar el armendobill, ese intenso frío del alma, donde no abriga el “Zorro gris”.

Julio Mohfaud

Destrato en el PAMI

Considero inadmisible el destrato del que fui objeto en la sede local del PAMI el día 11 del corriente mes. Desde la sucursal de Yerba Buena fui derivada a calle Córdoba al 900, ya que según manifestaron era allí donde debía ser atendida por la doctora jefa o encargada de Coordinación Médica. Después de la espera correspondiente ante la puerta de la oficina, fui atendida por quien supongo se desempeña como secretaria quien después de averiguar el motivo de mi presencia. Se dirigió a otro despacho donde se encontraba la doctora que debía atenderme. Grande y desagradable fue mi sorpresa al escuchar a esa profesional expresar que le debía explicar, desde la entrada a su despacho, el motivo de mi presencia ya que ella se encontraba muy ocupada. Me negué rotundamente. No es posible expresar en alta voz las explicaciones que yo debía dar y mucho menos mostrar los papeles que ella tenía obligación de observar. Ante mi negativa de hacerlo de ese modo, fui invitada a retirarme y esperar. Fue larga la espera, casi como un castigo ante mi exigencia de ser atendida como corresponde. Me retiré del lugar no sin antes manifestar mi molestia por tanta falta de respeto y consideración. Las personas que concurrimos a PAMI lo hacemos con apuros y angustiados; no merecemos el destrato de quienes debieran estar absolutamente preparados para tan delicada tarea, como es tratar con ancianos, enfermos y afligidos. No logré mi objetivo, motivo por el cual contando con todas las pruebas en mi poder haré responsable a quién corresponda si en mi familia, en este caso mi esposo, debe enfrentar un mal mayor por negligencia en la atención.

Noemí Barrenechea

Candidatos desconocidos

Los analistas especializados vienen haciendo un buen diagnóstico del deterioro y decadencia argentina en lo social, lo económico-financiero, lo laboral, lo previsional y en lo político. Entre estos analistas, muchos coinciden en que los problemas de aquella Nación que fuera una promesa de crecimiento y desarrollo después de la 2da Guerra Mundial, han comenzado con la aparición del populismo que caló hondo, principalmente, en la dirigencia política de todos los niveles de los diversos lugares del país. En esta dirigencia han primado el nepotismo, los intereses personales, la ignorancia, la irresponsabilidad, la anomia, la falta de límites, etcétera; por ejemplo, en las últimas elecciones hubo “candidatos” de toda laya (en Tucumán se anotaron 18.600 “salvadores comprometidos con la gente”: grotescos, impresentables, personajes designados a dedo por ser novio/a de un candidato/a, también anotado a dedo) de un hijo de algún personaje, etcétera. En fin, todo lo que se pueda imaginar es poco. Los actuales políticos en funciones -que para un futuro mejor ya se están yendo- en un lapso de lucidez, estaría bueno que se desprendieran de sus afanes evidentes y concreten la sanción y promulgación de Leyes y demás instrumentos que sean necesarios para: 1º. Eliminación de los sublemas, acoples y colectoras; 2º. Establecimiento de sólo un período de mandato, pudiéndose ser reelegido una sola vez discontinuadamente; 3º. Implementación de la Boleta Única Electrónica; 4º. Eliminación de los fueros, dado que sólo se usan para la protección de corruptos; 5º. Instrumentar la efectiva extinción de dominio sobre bienes y dineros ilícitamente conseguidos; 6º. Fijar el principio de la inversión de la prueba en aquellos casos de presunto enriquecimiento ilícito, ante una acusación fundamentada (el acusado es quién debe justificar que su incremento patrimonial no tiene ilicitud, lo que incluye la utilización de “testaferros”); 7º. Obligación de contar con la “ficha limpia”, es decir, sin procesos; 8º. Implementar una forma o sistema que obligue a los candidatos a exhibir una síntesis que deje claro de qué vive, cuáles fueron y son sus actividades, es decir a qué se dedica. En realidad, muy o poco populares, los electores no los conocen, sólo tienen noticias de promesas generales y ambiguas, de la que nadie puede estar en desacuerdo; 9º. Cada partido o movimiento deberá presentar un plan o proyecto con los lineamientos generales en una hipotética asunción al Gobierno. De concretarse las medidas señaladas, es probable que más adelante los ciudadanos, inversores, etcétera, puedan conocer cuál es el rumbo del Gobierno que le toque administrar todo lo concerniente a lo público, mediante la elaboración de un plan viable que contenga: 1) Un diagnóstico integral. 2) Determinación de acciones e inversiones, por sector, a corto, mediano y largo plazo. 3) Fijación de prioridades. 4) Estimación ajustada de los recursos necesarios y las formas racionales de obtenerlos. 5) Ubicación de los lugares y tiempos que demandará cada emprendimiento. 6) Especificación de las instituciones responsables de cada parte del plan. En la Argentina, el único plan conocido es el Plan Quinquenal (incompleto) de Juan Domingo Perón.

Mario Alberto Ricci

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