El Vaticano busca resolver un misterio de 36 años

El Vaticano busca resolver un misterio de 36 años

Abrirán dos tumbas, en busca de una joven desaparecida en 1983.

11 Julio 2019

CIUDAD DEL VATICANO.- Las tumbas de dos princesas alemanas que se encuentran en un cementerio dentro de las murallas del Vaticano serán abiertas hoy, para comprobar si esconden los restos de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado vaticano desaparecida en 1983, en Roma. La pesquisa en el cementerio alemán, que se encuentra junto a la Basílica de San Pedro, es un “primer paso” para verificar si contienen los restos de la joven Orlandi.

La fiscalía vaticana dispuso la apertura de las dos tumbas después de la petición de la familia Orlandi, que no se ha rendido nunca en la búsqueda de la joven, cuya desaparición es uno de los grandes misterios del país.

El fiscal vaticano Gian Piero Milano, dispuso que sean abiertas la llamada “Tumba del Angel”, en la que está enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en el 1836 y la adyacente, en la que está enterrada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, fallecida en el 1840.

La abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò, explicó que el verano pasado recibieron una carta anónima, con una foto de la tumba con la frase “Busque donde indica el ángel” y pidieron a la Secretaría de Estado vaticana que autorizase la apertura.

El caso de Orlandi, una joven de 15 años, hija de un empleado vaticano, desaparecida el 22 de junio de 1983, tuvo gran repercusión a nivel internacional y dio lugar a innumerables teorías conspirativas en las últimas décadas en Italia.

Durante las excavaciones estarán presentes la familia de Orlandi y la de las personas enterradas en las dos tumbas de manera oficial.

Tras la apertura, Giovanni Arcudi, uno de los mayores expertos en antropología forense y profesor de medicina legal en la Universidad de Tor Vergata, se encargará del análisis de los restos y del relevamiento de muestras para un examen de ADN, en presencia del perito y abogado de la familia.

Arcudi, explicó a la página de información del Vaticano que se examinarán los restos óseos para su clasificación y datación y para los demás diagnósticos que se puedan hacer en antropología forense, para establecer la edad, el sexo, la estatura y otros parámetros.

“En esta fase estamos hablando de una investigación de antropología forense, que precisamente tiene como objetivo llegar al diagnóstico a través del examen morfológico de los huesos”, adelantó Arcudi a la prensa vaticana. Arcudi encabezará el estudio de ADN para determinar la identidad, un proceso que podría demorar hasta 60 días. “Aparte del examen morfológico de los huesos, el examen de ADN se realizará en todo caso para llegar a certezas y excluir de forma definitiva y categórica que en las dos tumbas haya algún resto atribuible a la pobre Emanuela”, dijo, según reprodujo el diario español “El Mundo”.

Las tumbas se encuentran en el Cementerio Teutónico, dentro de los muros vaticanos, donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón, lugar de martirio de muchos de los primeros cristianos, y posteriormente pasó a ser propiedad de una fundación alemana.

Después de este primer examen, se podría “excluir la hipótesis de que los restos óseos pertenezcan a personas diferentes a las dos que fueron enterradas allí”, agregó. Pero -en el caso de que se encuentren otros restos humanos-, añadió, “el tiempo de la operación se alargaría y podría ser útil la identificación odontológica, el estado de los dientes, a partir del cual se puede rastrear hasta la edad”.

El caso Orlandi, la chica de 15 años que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando salía de la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, sin que desde entonces haya habido noticias sobre su paradero, ha estado siempre rodeado de misterio por las varias teorías de la implicación desde hombres de la Curia vaticana, a la Banda de la Magliana (la mafia de Roma) o del atentado a Juan Pablo II a manos del turco Ali Agca.

La familia lleva años intentando encontrar pistas de lo que ocurrió y ya en 2012 pidió una investigación cuando se encontraron restos óseos sin identificar al lado de la tumba en la basílica de San Apolinar de Enrico De Pedis, jefe de la “Banda de la Magliana”, la mafia de Roma durante los años 70 y 80.

También recientemente el hallazgo de unos huesos en el sótano de la embajada vaticana en Roma hizo que se volviese a hablar del caso, pero finalmente se determinó que los huesos eran anteriores a 1964. (Télam-Especial)

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