Trágico choque de un agente policial en Aguilares

La muerte de un agente de la Patrulla Motorizada de Aguilares enluta a la fuerza policial. El agente José Leonardo Oliva, de 38 años y con domicilio en Alto Verde, murió en servicio el lunes a la noche. Sucedió luego de un accidente cuando manejaba una moto mientras perseguía a dos sospechosos encapuchados.

Oliva iba en ese momento junto a su compañero, Alan Juárez, quien resultó herido. Los testigos aseguran que los policías circulaban a alta velocidad por la avenida Sarmiento, de Aguilares, cuando, al llegar a la altura de Remedios de Escalada se les cruzó una motocicleta conducida por un hombre que iba acompañado por un niño.

El impacto fue violento. “En principio todo indicaría que Oliva, al caer al pavimento, golpeó su cabeza contra el cordón de la calle. Tuvo la mala fortuna de perder su casco en el momento de la caída. De ahí que el severo traumatismo generado por el golpe le provocó la muerte momentos después, en el hospital de Concepción”, contó el comisario general Marcelo Ibáñez, jefe de la Unidad Regional Sur.

“Se conoció que tanto Oliva como Juárez observaron en la avenida Sarmiento a dos personas que merodeaban en una moto en actitud sospechosa. Ambas tenían capuchas. Cuando nuestros hombres se dirigían hacia ellos, estos le imprimieron velocidad al rodado. Entonces se inició la persecución”, dijo. “Este es un hecho desgraciado que nos deja muy tristes. Oliva murió en cumplimiento de su deber”, sentenció Ibáñez.

Tras la caída, Oliva y Juárez fueron trasladados de urgencia al hospital Miguel Belascuain. Ahí falleció el primero a poco de llegar. Las heridas en la cabeza fueron gravísimas. Juárez, en tanto, recibió los primeros auxilios y enseguida fue derivado a un hospital de la Capital. El conductor de la otra moto, identificado como Alan Fernández, y el niño resultaron también con heridas pero no fueron de gravedad. También recibieron asistencia en el hospital de “La Perla del Sur”.

“Mi hermano se desempeñaba desde hace 15 años en la Policía. Siempre le gustó ese oficio. Ahora viene a perder la vida en procura de dar con dos delincuentes que aparentemente se aprestaban a cometer un ilícito. Son los mismos que caen presos y salen al otro día”, se quejó Luis Oliva, hermano de la víctima. El fallecido era soltero y padre de un menor de edad.

“Esta ciudad es una zona muy delicada para el desempeño policial. Los malhechores proliferan por todos lados. La Justicia debe ponerle límite a esta cuestión no dejándolos libres a poco de que caen y declaran en tribunales”, añadió Luis. Otro pariente, que prefirió no identificarse, hizo hincapié sobre los elementos precarios y obsoletos de que disponen los uniformados para el desempeño de sus labores. “Hasta los cascos están en desuso”, denunció.

El fiscal Edgardo Sánchez, del Centro Judicial de Concepción, dijo que la muerte de Oliva se produjo durante un accidente cuyas circunstancias van a ser determinadas a través de los registros fílmicos que esperan obtener de las cámaras de seguridad. “Si iban persiguiendo a algunas personas, estas son ajenas a lo sucedido. Es probable que hasta lo desconozcan. Por ello la causa se caratuló ‘José Oliva, su muerte’”, explicó. Aunque son frecuentes los accidentes de los policías de la Motorizada, es la primera víctima fatal que registra en los últimos años esa división policial de la Regional Sur.
 Los restos de Oliva fueron velados durante la mañana en una sala próxima a la comisaría de Aguilares. Compañeros de tarea, funcionarios municipales, ediles y vecinos particulares pasaron por el lugar para darles el pésame a los familiares y despedir al difunto. Sus restos fueron inhumados durante la tarde en el Cementerio Municipal de Concepción.