21 Junio 2019
SIN PREJUICIOS. Nadia Lercher se radicó hace seis años en la Capital Federal. prensa
CICLO MADRE NOCHE
• A las 22 en el Museo de la UNT (San Martín 1.545).
Nadia Lercher nació en Andalgalá pero su folclore la llevó a habitar la Capital Federal. El Norte le tira y cada vez que puede vuelve para sentir sus raíces e incorporar los cambios culturales que atraviesan esta manifestación popular.
“En este momento, de mucho aprendizaje, busco alimentar mi música con sonidos diversos, comunitarios, independientes, de compañeras y compañeros que me enseñan a sonar con libertad. Me ayudan a estar en contacto con otros y otras. Ya han pasado seis años desde mi llegaba a Buenos Aires desde Catamarca; al principio no resultó sencillo pero hoy estoy más adaptada a la ciudad. El salto fue enorme, descomunal y si hubiera pensado mucho en este cambio, no lo hubiese encarado. Escuché más mi instinto que los prejuicios”, confiesa a LA GACETA.
La cantante participará esta noche junto con el guitarrista Martín Páez de la Torre del ciclo Madre Noche en el Museo de la UNT, en una propuesta donde tan importante como el recital es construir un espacio de diálogo con el público.
“Lo que más me interesa son las preguntas que circularán entre la platea y el escenario y las que vendrán luego con el correr de los días. Cada una es la oportunidad de un conocimiento y una experiencia nuevas, son la oportunidad para dudar, lo que nos pone más cerca de la libertad y expresan el querer saber. Espero que todo sea genuino y refleje lo que nos ocupa y preocupa”, afirma.
Lercher forma parte de la nueva generación de cantoras argentinas, cada vez más presentes aunque, como asegura, “siempre existieron las mujeres que tiraron abajo prejuicios y se erigieron frente a los mandatos de género para sostener su lugar”. “Gracias a ellas y a la lucha del feminismo estamos siendo muchas y vamos a ser muchas más. Vamos por nuestro lugar en la memoria popular, a recuperar las voces silenciadas y negadas, a expandir nuestro espacio en la música con las mujeres, la conciencia transfeminista, la capacidad de gestión y unidad y la organización. Lo estamos viviendo con mucha plenitud”, augura.
El estado actual del folclore en el país no la sorprende, sino que la emociona y llena de impulso. Lo define como “rico y complejo”, en expresiones que interpelan desde diversas aristas, como las migraciones, las identidades culturales diversas y los géneros y subgéneros, al punto que “es muy diferente a lo que la industria y los sucesos históricos quisieron imponernos como la ‘pureza de nuestro ser nacional’ cuando nos encontramos en un mundo complejo y transformado”.
“El folclore sigue estando en la entraña de lo que somos y evidencia lo que estamos siendo como comunidad como al principio de los tiempos. Es la expresión de lo que queremos ser cuando nos preocupamos por sostener un ideal. Nuestro compromiso como músicos populares es tratar de entender que somos un eslabón de la cadena, del devenir cultural. Nombrar a todo como fusión es simplificar los procesos de producción artística. No es sencillo leer que está sucediendo en este tiempo”, alerta.
Lo más popular
