El síndrome de cabeza quemada afecta más a las mujeres

El síndrome de cabeza quemada afecta más a las mujeres

La OMS definió el “burnout” como un trastorno mental. Qué opinan los profesionales tucumanos. Prevención.

FÍSICO Y MENTAL. Cansancio, dolor de cabeza y frustración, son algunos de los síntomas de este trastorno. FÍSICO Y MENTAL. Cansancio, dolor de cabeza y frustración, son algunos de los síntomas de este trastorno.

Tiene un cansancio que a veces no le permite levantarse para ir a trabajar. Se siente abatida, fatigada, tensionada muscularmente o hasta angustiada. Le cuesta concentrarse y quizás tiene síntomas de otra naturaleza, como algún trastorno en el aparato digestivo o dolores de cabeza. Pero principalmente está desinteresada con todo lo relacionado a su trabajo. Esas son algunas de las formas en las que se expresa el síndrome de burnout en una trabajadora, según profesionales tucumanos. Como una manera de potenciar su visibilidad, el burnout fue reconocido por primera vez como trastorno mental en la última versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La nueva clasificación lo describe como “un agotamiento físico y mental debido al estrés crónico asociado con el trabajo o el desempleo”. La OMS lo incluirá a la sección “problemas asociados al empleo y desempleo” y fue descripto como “un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito”. Los Estados miembros acordaron que esta nueva clasificación entre en vigencia en 2022.

Reacción a la perfección

Es fácil identificar a un trabajador afectado por el burnout, opina Érika Tirador, psicóloga laboral y consultora de empresas. Y agrega que lo detectan por el cambio abrupto de su conducta y del estado emocional, y con la evidencia de síntomas físicos, que son de índole psicosomático (leer “Los síntomas del burnout”).

Entre las estrategias para evitar que un trabajador lo sufra, la profesional que se desempeña en salud ocupacional para empresas, menciona que hay que trabajar en la detección de los primeros síntomas, abordar los factores psicosociales que influyen en la vida de cada colaborador y desarrollar un acompañamiento integral que disponga de un trabajo interdisciplinario, que incluya programas de afrontamiento del malestar. Además -agrega- hay que generar acciones para el reconocimiento, salario emocional, dar lugar a las opiniones y a la participación activa.

“El burnout es algo común en las empresas por la demanda de responsabilidad, la búsqueda de la excelencia y la casi perfección, donde no se permiten los errores. No todos están preparados para hacer frente a tales exigencias, debido a las diferentes características de personalidad. Por otra parte, las mujeres son las más afectadas. El agotamiento no se da necesariamente por la cantidad de horas trabajadas. Por ejemplo, ellas atienden muchos otros ámbitos además del trabajo y a menor edad de la profesional, más complicado es manejar los niveles de estrés”, detalla Tirador. Por último, añade que las empresas donde más afectados están los empleados son las relacionadas a las áreas de la salud, educación, plano asistencial y en las industrias, que se caracterizan por trabajos repetitivos y rutinarios.

No es una enfermedad

El burnout está reconocido en la OMS bajo el título de “problemas relacionados con el desgaste profesional”. Javier Fabrissin, médico especialista en psiquiatría, profesor adjunto de Salud Mental 2 de la Universidad San Pablo Tucumán y psiquiatra inspector del Departamento Salud Ocupacional del departamento de RRHH del Siprosa, explica que eso significa que, tal cual está propuesto hasta ahora, no estaría reconocido oficialmente como un trastorno mental y de comportamiento. Es decir, es un cambio importante porque incluye una descripción con una serie de criterios para hacer un diagnóstico, pero seguiría por fuera del capítulo de la CIE de las enfermedades mentales y de comportamiento.

“Por un lado permite una mejor discriminación: decir ‘es tal cosa’. Al mismo tiempo permitiría una mejor diferenciación de otros cuadros. Hoy en día si un paciente tiene sintomatología que uno supone que es la típica de burnout, no tendría que hacerlo con diagnósticos aledaños como ser ‘cuadro de ansiedad no especificado’ o un trastorno depresivo, entre otros”, describe Fabrissin.

Otra reflexión es que no estaría codificada o listada como una enfermedad profesional y eso es llamativo para el profesional tucumano: “por ejemplo si uno está expuesto a ruidos en el trabajo, eso podría producir una hipoacusia. Ahí se da una enfermedad profesional. Acá, uno supone que se está hablando de una patología psicológica que se desarrolla en y por un ámbito laboral, pero no está catalogada como una enfermedad laboral”. También resalta que si bien el burnout es específico del trabajo, si se prolonga en el tiempo la sintomatología puede impactar en otros ámbitos de la vida.

La causa no sólo es el trabajo o cierta hostilidad laboral, ya que el burnout es multicausal: hay factores personales, por cómo se siente la persona respecto del trabajo o en qué medida pone el trabajo como fuente única de satisfacción; factores sociales (“qué hace con el tiempo libre, cómo es su sostén familiar, antecedentes psiquiátricos, entre otros”) y factores externos organizacionales.

Por un lado la prevención es importante, dice Fabrissin. Y en esas estrategias menciona, entre muchas otras, que se deberían manejar variables organizacionales para no llegar este punto, con encuestas de satisfacción de personal, escuchar cuál es el nivel de satisfacción de los empleados, para que la persona tenga algún grado de participación, para estar a gusto, para que se sienta escuchado, recompensado, que haya cierta flexibilidad. Es decir, todo lo que favorezca a la salud psicosocial de la persona.

> Los síntomas del burnout | Como se expresa

- Érika Tirador, psicóloga laboral, detalla que a nivel físico el burnout se expresa con: cefaleas recurrentes, fatiga crónica, cansancio o agotamiento mental y corporal, dolor muscular, dolores osteoarticulares, problemas gastrointestinales, falta o disminución de la capacidad de atención, entre otros.
- A nivel psicológico se expresa con: dificultad para relacionarse con el entorno (casa, trabajo), pérdida de contacto interpersonal que se vuelve cosificado y frío, hay trato indiferente, iIrritabilidad recurrente, agresividad, ansiedad generalizada, sensación de desmotivación, pérdida de confianza, falta de entusiasmo, anhedonia (falta de placer o disfrute), frustración, falta de compromiso, desinterés, baja productividad, entre otros.

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