Un sueño que marcha sobre ruedas

Un sueño que marcha sobre ruedas

Las bicis terapéuticas que creó Diego Blas ya son vendidas en todo el mundo. La intención ahora es lograr que cada persona que las necesite pueda acceder a ellas.

FÁBRICA NUEVA. El ingeniero Diego Blas posa junto a uno de los últimos modelos de las “Enibike”. la gaceta / fotos de Inés Quinteros Orio FÁBRICA NUEVA. El ingeniero Diego Blas posa junto a uno de los últimos modelos de las “Enibike”. la gaceta / fotos de Inés Quinteros Orio

Desde 2015, su historia ha despertado el interés de miles de personas en todo el mundo. Aunque lo intenta, a Diego José Blas aún le cuesta contener la emoción cuando cuenta los orígenes de su emprendimiento. De hecho, admite que recurrió a terapia psicológica para aprender a hacerlo. No es para menos: “Ernibike”, su proyecto patentado, ha permitido que cientos de personas con discapacidades motrices y cerebrales puedan utilizar una bicicleta por primera vez. Al día de hoy, esta invención tucumana es exportada a múltiples países y podría ser fabricada también fuera de Argentina.

Blas sabe que la sensación de la brisa que golpea el rostro al andar en bici es inigualable. Cada gesto de felicidad de aquellos que pudieron experimentarlo gracias a su idea justifica la emoción que siente. Es que las “Ernibike” están diseñadas para hacer realidad esos sueños. Estos rodados terapéuticos tienen acoplada una silla de ruedas postural y cuentan con dos cajas pedaleras. La de atrás, impulsada por un adulto, pone en funcionamiento la bici; mientras que los pedales de adelante (en donde coloca sus pies la persona en rehabilitación) se mueven a un ritmo más lento. Según los médicos que avalaron la invención, el sistema produce múltiples beneficios a quienes lo utilizan. No sólo fortalece el aparato respiratorio y la musculatura, sino que también impacta, de manera positiva, en el estado anímico.

El valor de la confianza

La idea fue el proyecto de tesis que el joven de 30 años presentó hace cuatro años para recibirse de ingeniero industrial en la Unsta. La inspiración surgió a partir de Ernestito, un niño que sufre parálisis cerebral y cuya historia conmovió al ahora profesional. El día que culminó sus estudios, Blas le regaló la primera de las bicicletas, fabricada de forma casera y “a pulmón”. Hace poco, “Easytech Ingeniería”, la empresa de su propiedad que ahora las produce y comercializa, llegó a las 1.000 unidades vendidas.

Alcanzar ese punto no ha sido sencillo. Así lo asegura el emprendedor durante una entrevista ofrecida a este diario en la flamante fábrica de las “Ernibike”, ubicada en Villa Muñecas. “El proyecto nació basado en la confianza de un pequeño grupo de personas que necesitaban las bicis”, expresa Blas. Ocurre que, tras presentar su tesis en 2015, el joven no poseía los medios para iniciar la producción de los rodados. “Cuando se supo de esto, cientos de padres me imploraban por las bicis. Decidí sincerarme con ellos y proponerles que pagaran por adelantado para comprar los insumos y entregárselas un par de meses después”, recuerda. Y continúa: “de 200 personas, sólo el 5% aceptó. Diez personas confiaron y permitieron que las ruedas de este proyecto comenzaran a andar”.

Detrás del despacho de Blas destaca una pared cuya inscripción en vinilo dice: “un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa”. “La gente me calificaba de loco y me cuestionaba: ¿cómo vas a hacer que un niño con parálisis ande en bici?”, rememora Blas. “No sé si loco, pero sí estaba enfermo por concretar este proyecto cuando lo empecé”, bromea.

“La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio, no puedes parar”, reza otros de los murales de las oficinas. Fuera de ellas, cuatro operarios trabajan en la fabricación y ensamblaje de los rodados. En total, son 10 los empleados de la marca.

Blas asevera que su sueño es que la invención llegue a todas las familias que la necesiten. Con ese fin, destaca que el año pasado fueron declaradas de interés legislativo en la provincia. “La intención es que se sancione una ley que obligue a las obras sociales a cubrir las Ernibike”, anticipa el joven.

Si bien -señala- fueron los primeros en exportar en el NOA por medio del programa nacional “Exporta Simple”, los costos de envío unitario (cada bici es hecha a medida y vendida directamente al comprador) pueden encarecer demasiado el producto, que procura “ser lo más accesible posible”. Para abaratar ese importe al menos en Uruguay -país con gran demanda de las bicis terapéuticas-, el año pasado abrió en ese país el primer punto de distribución fuera de Argentina.

Desde su creación, “Ernibike” ha sido premiada por numerosas instituciones (como el Senado nacional) y ha ganado múltiples concursos de innovación. “Es un proyecto mágico, espectacular. Ha permitido que muchas personas puedan disfrutar”, define el ingeniero.

La receta de "Ernibike"

1. Forjar alianzas para abaratar precios

Blas insiste en que las bicis terapéuticas deben llegar a todos aquellos que las necesiten. Para lograrlo, ha entablado relaciones con múltiples asociaciones. El ingeniero anticipa que una empresa de seguros financiará a largo plazo y “con interés casi nulo” a las familias que busquen adquirir las “Ernibike”. El propósito trasciende fronteras: el joven viajó a California para gestionar una posible fabricación de los rodados en Estados Unidos. La idea es que allí también resulten más baratas.

2. Buscar socios que compartan valores

Desde 2015, Blas ha pasado por experiencias “de todo tipo y hasta negativas” con personas que acompañaron el proyecto. Por ello, destaca la importancia de asociarse con gente que comparta valores. En su caso, el del “desinterés y la solidaridad”.

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