Inspiradas en la potencia del rock, se animan al escenario

Inspiradas en la potencia del rock, se animan al escenario

Testimonios de seis chicas apasionadas por la música y presentes en la escena del rock tucumano. ¿Cómo es el binomio rock y mujer?

DOS DE CINCO. Luna y Sánchez en un espectáculo que se llevó a cabo en el Piletón del Parque Avellaneda.  foto de noelia sÁnchez DOS DE CINCO. Luna y Sánchez en un espectáculo que se llevó a cabo en el Piletón del Parque Avellaneda. foto de noelia sÁnchez
23 Febrero 2019

“Las llaman a tocar en todas partes porque son minas”, “las van a mirar nomás”, “una banda de minas ¿para qué?... seguro no dura ni dos meses”, “¡Uh! hace música pero no sabe de sonido...”, “banda de minas, puro puterío”, y la lista podría seguir con diferentes acepciones o dichos que escucharon o que les transmitieron mientras ellas, las mujeres tucumanas dedicadas al rock, estaban en el escenario haciendo uso de una actividad sin distinción de género: la música.

“Nos ha pasado en vivo, estar en el escenario conectando los cables y escuchar: ‘¿quién sigue ahora? No sé, una banda de minitas. ¿Y para qué? si seguro no saben hacer nada’. Bastó que terminen de hablar para que sienta que me alzaban de los pelos...”, confiesa Camila Luna, voz y guitarra de Sucia Paranoia, una banda de rock integrada sólo por chicas, y continúa: “la reacción fue inmediata, empecé el show dedicándoles el tema. Agarré el micrófono y dije ‘este tema se lo dedico a ese grupo de allá que dice que las mujeres no sabemos hacer nada... 1,2,3’ y salió la música -se ríe-”. Admite que se arrepintió después por la forma en que lo hizo, porque fue grosera, pero a la vez remarca: “algunos necesitan ser puestos en su lugar”.

Respeto y carácter

“Convengamos que somos parte de una sociedad machista, hace 15 años en mis comienzos no faltaba en los recitales aquel que te gritara algo, haciendo referencia a tu imagen”, lamenta Cecilia Trejo, cantante y bajista de Laberinto, banda tucumana mixta con más de 10 años en el rock. “Ahora noto que hay más respeto, pensar en una mujer en el escenario sola hace 15 años no era posible”, explica Trejo que además es maestra de música y clásica. “Me pasó tocar en recitales de sólo hombres, porque las bandas femeninas no existían, y una no se sentía cómoda. Entonces los otros integrantes varones de las mixtas trataban que se armen grillas de presentación con otras bandas similares en la composición, para coincidir el mismo día en el escenario... y no ser la única mujer”, recuerda Trejo y agrega que muchas veces es el carácter el que influye en que una se quede en la escena del rock.

DEMOLEDORA. No es sólo un nombre, las chicas quieren pasar por encima de todo con la energía rockera. prensa demoledora DEMOLEDORA. No es sólo un nombre, las chicas quieren pasar por encima de todo con la energía rockera. prensa demoledora

Jennifer Álvarez, pianista del conservatorio y tecladista de Sucia Paranoia desde hace un año, se refiere a otras situaciones: “te morís de nervios porque estás arriba de un escenario, y encima tenés que escuchar gritos innecesarios. No es que te da vergüenza, sino que te sentís intimidada, te sentís inferior. Todos encima tuyo esperando que abrás la boca para criticar lo que hacés; y lo peor es que por más esfuerzo que pongás, no pasás de ser la minita”.

Sofía Portillo, baterista de Demoledora, otra de las bandas tucumanas femeninas de rock, describe: “algunos van sólo porque somos mujeres, no por la música que hacemos; y critican. Pero a las críticas destructivas, oídos sordos. Nada de sentirnos vulnerables o agredidas, todo lo contrario; salimos con toda la furia a tocar”. Y añade que en el caso de su banda es el público femenino el que les hace el aguante a la hora de salir al escenario.

“Considero que las diferencias en cuanto banda femenina o masculina depende del público y del estilo”, advierte Roxana Segura, profesora de música y fundadora, hace siete años, de la banda Espada Inmortal. “De todos modos, tenemos derecho a ser parte de la música, un lenguaje que es universal, no de hombres. Soy minita y soy así, si te gusta bien y si no ¡chau!”, sintetiza Segura, y hace referencia a que lo principal para la mujer en el escenario es hacerse respetar.

La escena

“Las mujeres en el rock, están empezando a pisar los escenarios, no digo que fuerte porque aún nos falta crecer, pero sí sin diferencia alguna con los hombres”, describe Daiana ‘Yumi’ Burriguini, bajista e integrante de SED y Heart to heart. Participó en bandas femeninas pero admite que se siente más cómoda trabajando con varones.

“La diferencia quizás no está en el talento sobre el escenario sino en el trato que se le da a la mujer en la escena del rock. Sucia Paranoia se hizo su lugar sola, la hemos peleado. No es que la movida nos abrió los brazos y nos recibió con amor”, destaca Álvarez y fundamenta: “si arranca hoy, una banda de mujeres va a pasar por lo mismo. No decimos que no hay apoyo, sólo que se dice mucho y se hace poco respecto de nuestra situación. Es una constante tener que estar demostrando cuánto sabés y que sos una profesional de la música”.

“Hay veces que te preguntás qué tiene de extravagante cinco pibas tocando, si hay millones de bandas de pibes que hacen música y pasan desapercibidas. De última que sea sorprendente para bien, en lo musical, no por ser ‘las cinco minitas’”, sintetiza

Cuestión de actitud

“Nunca me desgané, a lo negativo lo uso como trampolín tanto en la vida personal como en la banda para dar un golpe más alto. No me voy a callar nada y vamos a volver a tocar y les vamos a tapar la boca a todos los que nos criticaron con malicia”, dispara Luna y admite que no todas las chicas piensan así o se manejan así, por eso el apoyo dentro del grupo debe ser incondicional.

Burriguini se suma al comentario: “el camino de la música y del rock, sobre todo, es sinuoso y a veces se distorsiona. Hay que rodearse de personas que nos hagan crecer y creer en nosotras. El apoyo es imprescindible porque nos trae a flote cuando todo parece estar dado vuelta”.

Con rock o sin rock, las mujeres han marcado su camino en los diferentes estilos de la música y en todos los niveles. Como se puede hablar de las grandes, se puede hablar de las emergentes que paso a paso van en busca de su camino y de marcar una huella para que toda aquella que quiera ser parte de este género musical tenga un antecedente.

Sucia Paranoia: banda de rock and roll con mirada social

La banda nació el 2 de febrero de 2016, como resultado de un ‘raye’ de una de sus fundadoras Camila Luna: “estaba acostada viendo la tele, me senté en el sillón y dije necesito armar una banda de rock de mujeres, y que sean rebeldes, con carácter y vayan al frente, esa era la esencia que buscaba en las integrantes y también la idea que más me entusiasmó y que quería latente en Sucia Paranoia sin importar la formación. Costó armar la banda, pero considero que lo logramos”. La banda está integrada Luna (voz y guitarra), Jennifer Álvarez (teclado), Daniela Escalante (guitarra clásica), Sofía Martínez Villagra (batería) y Gabriela Sánchez (bajo).

Demoledora: cuatro chicas que tocan heavy punk

La banda fue idea de Sofía Portillo (batería) en el año 2014. “Recuerdo que iba a ver tocar la batería a unos amigos en una sala de ensayo de Tafí Viejo (de donde Portillo es oriunda), porque hacía unos años que ese instrumento me gustaba, y me llamó la atención lo que hacían y dije para mis adentros ‘quiero una banda de sólo mujeres’ y así fue. No fue difícil armarla, pero sí ponernos en forma para subir al escenario”. Hecho que sucedió recién en 2015, luego de un año de ensayo ya que ninguna tenía experiencia previa en la música. La banda se completa con Giselle Fernández (guitarra), Mariana Portillo (bajo) y Zaira Olea (voz).

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