"Planta permanente": una historia en la que se enfrentan los empleados

"Planta permanente": una historia en la que se enfrentan los empleados

Gran parte de la película de Ezequiel Radusky se está grabando en el Senado de Buenos Aires. Una lucha de clases no tradicional.

RODAJE. El director y sus actrices en uno de los interiores del palacio legislativo en La Plata. gentileza Valentin Caso Rosendi RODAJE. El director y sus actrices en uno de los interiores del palacio legislativo en La Plata. gentileza Valentin Caso Rosendi

Estábamos acostumbrados a que una película sea tal a partir de su proyección en una sala de cine. En los últimos años, el recorrido de un filme comienza antes (incluso no necesita llegar al cine), en la etapa de preproducción, participando en concursos de guiones, por ejemplo; circulando por festivales internacionales y/o nacionales. En 2017, “Planta Permanente” ganó el premio que le otorgó el VI Foro de Coproducción Europa-América Latina en el Festival de San Sebastián (España).

El director, Ezequiel Radusky, propone una “comedia dramática con humor negro” para hablar de la confrontación entre trabajadores de clase media o baja y cómo los poderosos se aprovechan de ello”, se indica en los portales especializados de cine.

“Es la historia de dos empleadas de la limpieza de un edificio de la administración pública”, cuenta el director.

En la primera semana de marzo terminará el rodaje de la película, que tiene muchas escenas en el Senado de la provincia de Buenos Aires (La Plata). “Allí filmamos la mitad del proyecto”, dice Radusky. El estreno dependerá del lanzamiento internacional, pero las fechas probables son julio o noviembre.

La realización es una coproducción entre Campo Cine (Argentina) y Salado Filma (Uruguay.)

En la sinopsis se lee que se trata de un relato de trabajo, amor y decepciones.

En rigor, es mucho más que eso. Liliana Juárez y Rosario Blefari son algunas de las protagonistas. “Me toca aparecer en casi todas las escenas, estoy muy contenta con mi trabajo y con esta película”, le dice Juárez a LA GACETA, la actriz favorita de Radusky, y también de Agustín Toscano.

Durante una entrevista con LA GACETA, Radusky reflexiona que la clase media pretende ser clase alta, y elogió aquellas producciones que aportan a una cinematografía local: “La cinematografía tucumana no se va a reconocer por títulos como “Rumbo al mar”, aseguró.

Radusky y Toscano trabajan juntos desde cuando integraban el grupo de artistas Gente No Convencida, y son los creadores de la premiada “Los dueños”.

Sociedad en pausa

- Se terminó el trabajo en sociedad con Toscano...

- “Planta Permanente” es mi primera película solista. De momento no tenemos con Agustín un proyecto concreto para dirigir juntos. Esa sociedad está en una pausa necesaria. Creo que ambos necesitamos afianzar un estilo personal, aunque de algún modo los universos que nos inspiran tengan mucho en común. No es casual que hayamos llevado adelante Gente No Convencida Teatro y que luego hayamos derivado en ‘Los Dueños’, ‘El Motoarrebatador’ y ahora, ‘Planta Permanente’. ‘Los Dueños’ nos dio la posibilidad de aprender a hacer cine en codirección y gracias a eso podemos dirigir sin la necesidad del otro.

- Se plantea una lucha de clases en esta realización.

- Sí, pero se corre de la idea tradicional de esa lucha de clases. Hoy por hoy es evidente que ese 1% de la sociedad que es la oligarquía controla a un 99% gracias a nosotros mismos. El nivel de tortura que está llevando adelante este gobierno no puede ser tan fuerte, y sin embargo la gente sigue creyendo en su discurso y peor aún, en su accionar. La clase media argentina odia a la clase baja y pretende ser clase alta. La clase baja, si es que logra ascender a clase media, en cuestión de meses ya empieza a odiar a los de más abajo. Toda esta competencia genera que la oligarquía pueda hacer lo que quiera.

Actrices

- Lili y Rosario parece que son como “musas” de vos y de Toscano. Responden a esa propuesta de casi naturalismo...

-En “Planta Permanente” me propuse escribir una película para Lili. Y cuando le pasé el primer guión a Rosario para que lo leyera como mi amiga que es, nos juntamos a charlar y me dijo que quería trabajar en la película y me propuso que le ponga mas fichas a un personaje que era bien chiquito. Y ahí comenzó a gestarse lo que llegó hasta ahora. Ellas se complementan muy bien. Hay inteligencias diferentes que al juntarlas generan algo maravilloso. Lili maneja un cosa más intuitiva y Rosario es más racional. Hacen mucha dramaturgia de actuación y por momentos se disparan hacia lugares incontenibles. Pero luego se acomodan y una absorbe la particularidad de la otra y ahí aparece una magia. Y además, contagian al resto del elenco y se instala ese naturalismo que tanto me gusta. Creo que nuestro cine es un derivado de nuestro teatro y que para llegar a manejar este código particular trabajamos muchos años. Y también creo que tiene que ver con el tipo de actor que nos interesa. Es un universo infinito el de los actores y actrices y creo que es maravilloso. Lo fundamental es la humildad y el interés por contar historias; me resulta fundamental que tanto el elenco como el equipo técnico creativo tenga una línea ideológica similar a la mía para poder crear y potenciar cada idea al máximo sin tener que cinturear cuestiones básicas de persecución del mundo.

- Hay una producción audiovisual muy relevante de tucumanos en los últimos años.

- Creo que está bueno que haya más producción; sería un gran paso que convoquen a Sazy Salim y a Agustín Toscano para que dicten clases, por ejemplo. Son personas reconocidas en todo el mundo que hicieron carrera desde la provincia. ¿En todo el mundo los quieren escuchar hablar menos en la provincia? Es muy extraño eso. La Escuela de Teatro debería tener una materia que se dedique a la actuación frente a cámara. Hoy por hoy hay agrupaciones que están trabajando en conseguir dinero para hacer cosas. Está bueno, siempre y cuando no se olviden de corregir los errores que se arrastran desde hace años. No nutrirse de esas experiencias que son locales hacia afuera es un problema grave. Y creo que la misma comunidad audiovisual debería prestar atención a esto. Alegrarse por trabajar en producciones como ‘Rumbo al mar’, festejar ese cine, es un error. El audiovisual tucumano podrá dar mucho más que hablar que lo que viene dando hasta ahora, no tengo la menor duda.

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