El último adiós a Emiliano Sala: una despedida con amor y dolor

El último adiós a Emiliano Sala: una despedida con amor y dolor

Una multitud colmó la localidad de Progreso, en Santa Fe.

ADIÓS. Nicolás Pallois (remera negra), ex compañero de Sala en Nantes y su mejor amigo allí, viajó desde Francia y encabezó la retirada de sus restos de Emiliano. Reuters ADIÓS. Nicolás Pallois (remera negra), ex compañero de Sala en Nantes y su mejor amigo allí, viajó desde Francia y encabezó la retirada de sus restos de Emiliano. Reuters
17 Febrero 2019

PROGRESO.- Familiares, amigos, autoridades y vecinos despidieron ayer los restos de Emiliano Sala, el futbolista argentino que murió el 21 de enero en un accidente aéreo mientras se trasladaba de Nantes (Francia) a Cardiff (Gran Bretaña), en un multitudinario funeral realizado en el Club Atlético y Social San Martín de la localidad santafesina de Progreso.

La ceremonia comenzó a las 7 y se extendió hasta pasadas las 15, con la familia del jugador junto al ataúd -a cajón cerrado- durante toda la jornada mientras los vecinos y allegados se fueron acercando a saludar al “hijo pródigo” del pueblo, tal como lo catalogaron al ex delantero.

Una bandera colgada frente al club rezaba “Nunca caminarás solo”, mientras adentro más de una veintena de coronas entre las que mandaron el presidente de la AFA, Claudio Tapia, la Liga Esperancina de fútbol, Nantes, Cardiff, Newell’s, Rosario Central, entre otros. Además, dos fotos en gigantografía del delantero terminaban de decorar el salón.

“Es una pena este desenlace, se nos va un luchador”, comentó Nicolás Higuaín, representante de Emiliano de 2011 a 2017.

El ingreso de vecinos en el club fue incesante, muchos llevaban flores y agregaban coronas para despedir al jugador, y, tras saludar a su familia, se quedaban tomando mate afuera recordando anécdotas de la infancia del futbolista.

Daniel Ribero, presidente del club San Martín, aseguró que se le harán futuros homenajes a Sala. “Nos aferramos a las cosas lindas, nos acordamos de Emiliano como persona”, explicó.

“Vamos a pensar a qué ponerle su nombre en el club, puede ser al polideportivo o a la cancha. Es un humilde homenaje por cómo nos ha dejado parados”, anticipó.

Neil Warnock, el entrenador de Cardiff, el club al cual iba a pasar Sala tras su paso por Nantes en una venta histórica de 17 millones de euros, viajó desde Inglaterra junto al CEO Ken Choo para despedir al jugador.

“Cosas como estas no pasan muy seguido, no podés entender las emociones por las que pasa la familia. Están muy unidos, como está todo el pueblo. Fue todo muy movilizante. Ahora al menos pueden tener un cierre”, dijo Warnock y comentó que pudo intercambiar anécdotas sobre él con la madre.

“Es muy bueno que hayamos venido y conocer a la familia y a toda la comunidad. Estamos contentos de venir”, aseguró Choo y evitó polemizar sobre las responsabilidades por el accidente de avión: “Le dejamos a las autoridades la investigación”.

En las cercanías hubo un ambiente silencioso a pesar de la llegada de muchos medios internacionales, bajo un fuerte operativo de seguridad de la Policía de Santa Fe y de una empresa privada.

Tras una misa de cierre, la familia y amigos retiraron el cajón hacia el coche fúnebre escoltados por un cordón que formaron los chicos del club para ir a Santa Fe, donde se hará la cremación.

Solo hubo aplausos que duraron varios minutos, el llanto de algunos vecinos y la exclamación de otros, “Vamos Emi!”, para despedir al chico que marcó la historia del pueblo, ya que Sala fue hasta hoy el único jugador profesional que salió de allí y fue un ejemplo de “humildad y sacrificio”. (Télam)

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