Entre guiones en conflicto y un presupuesto que no alcanza

Entre guiones en conflicto y un presupuesto que no alcanza

No es clara la situación de la Asociación de Amigos. Sin fondos suficientes, no se puede hacer refacciones que son urgentes.

CAMBIOS POLÍTICOS. Actores que aparecieron y desaparecieron, según los guiones de 2015 y 2016. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio CAMBIOS POLÍTICOS. Actores que aparecieron y desaparecieron, según los guiones de 2015 y 2016. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

Entre las carencias edilicias, los cambios de guiones (de acuerdo con los avatares políticos) y de autoridades y la falta de presupuesto, el Museo de la Casa Histórica de la Independencia atravesó en los últimos años una situación de creciente inestabilidad y tensión.

No debe subestimarse el contenido y el relato de la “Casita de Tucumán”, porque es un discurso histórico que proponen los gobiernos en distintas versiones y escenarios.

Desde 2015 en adelante, no sólo las autoridades nacionales fueron reemplazadas por otras con las elecciones de por medio, sino también ministros y secretarios; por primera vez asume en la Casa Histórica una directora a través de un concurso nacional.

En nuestra edición de ayer, la titular de la institución, Cecilia Guerra, había puntualizado algunas urgencias: reparaciones de techos y refacciones de los baños. Al mismo tiempo, la falta de fondos; no hay presupuesto y sólo se maneja con la caja chica. Las fuentes consultadas por LA GACETA coincidieron con esa descripción, aunque para algunos es más grave y para otros no tanto.

La directora contó que recurriría a la Asociación de Amigos, pero su presidente, Eduardo de Zavalía, le dijo a este diario que dicha asociación está cerrada, no existe. “El grueso de los fondos venían de las entradas, pero desde octubre de 2016 el ingreso es gratuito. Esta casa debería brillar, pero eso no es así. Mire, la Nación pagaba una línea de teléfono, pero la otra e internet los solventaba la Asociación”, describió. “Cerramos la Asociación por falta de fondos, pero técnicamente no nos dieron de baja el CUIL... vamos a ver qué pasa en la charla que tendremos el viernes con la directora. Ahora, si no hay dinero para mantenimiento...”

La entidad de la sociedad civil nació en 1994 para colaborar con el cuidado del solar histórico. Con los años comenzó a percibir ingresos con la boletería, el alquiler del tercer patio y el giro de la tienda de recuerdos. La recaudación trepó hasta los $ 3 millones en 2015, y se supone que esa cifra se superó en 2016.

El relato

Otro de los grandes conflictos se generó alrededor del guion. En otras palabras, cómo se cuenta la historia. Pero debe quedar claro que esas narraciones son decisiones que se adoptan en la Nación, no en la Provincia.

Cecilia Guerra asegura que el cambio de guion no es tan sencillo. “Se cambia cuando hay contenido histórico y patrimonial que se quiere mostrar. Siempre se hacen algunas modificaciones para mostrar otras cosas del patrimonio, contar otros aspectos de la historia, proteger piezas que están expuestas”.

Pero en 2015 se hizo una modificación importante que generó gran debate político; y también cuando hubo otra gestión: para el Bicentenario se alteraron algunas cosas. “Lo que se está haciendo ahora es, sobre la muestra permanente y el guion que está, vamos agregando algunas intervenciones (como preguntas sobre la participación de las mujeres en la colonia). En el área de investigación siempre se están haciendo avances en el conocimiento científico y en consonancia con restauración, documentación y diseño, se introducen cuestiones que nos vayan interpelando”, dice Guerra.

La modificación más sustancial en todo este período es que no están incorporados los pueblos originarios en el guion actual; el relato se centra en el proceso de revolución e independencia.

Valentina Mitrovich, del área de investigación, explicó que hay miradas distintas: en 2015, durante el kirchnerismo, había una puesta museográfica más conectada al ideal de la patria grande, a los pueblos originarios y al rol de las mujeres; se incorporan otros actores que no estaban.

En 2016, con la asunción del macrismo, se cambia la museografía, con Tam Muro y la historiadora Noemí Goldman. “Se lo ha actualizado mucho respecto a la historiografía; es más vigente. Pero es otra mirada”, dice Mitrovich. No están los pueblos originarios ni otros actores y tampoco figura José Artigas.

Obviamente, hay una carga política distinta. “Los relatos son así, cada uno tiene su propia ideología”, concluye Mitrovich.

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