La falta de agua en San Pedro de Colalao

La falta de agua en San Pedro de Colalao

31 Enero 2019

Si existen tierras de imprevisión, de sorpresas agradables y odiosas, de contradicciones, de situaciones surrealistas que pueden llegar a ser pintorescas y no tanto, Tucumán podría ser una de ellas. La lógica indica que toda ciudad o pueblo que tiene un temporada turística muy importante, por lo menos, una vez al año, trabaja con ahínco para que esta sea un éxito desde todo punto de vista y el visitante tenga deseos de regresar. Sin embargo, ello no sucede, por ejemplo, con San Pedro de Colalao. Hace más de 20 días, el agua potable se ha vuelto escasa o nula, como consecuencia del deficiente sistema proveedor de agua potable, que está en manos de una cooperativa.

Al no haber una solución inmediata al grave problema, hay veraneante que tienen casa incluso en la zona comercial, se han vuelto a su casa. Otros, munidos de bidones, van a los ríos en procura del líquido elemento para limpiar, lavar y quizás bañarse. Deben comprar agua mineral para beber y cocinar.

Un vecino contó que a partir de las 21.30 se larga una cantidad mínima de agua y con mucho barro. “Al tener tan poca presión no sube a los tanques. Por lo que gastamos bastante en comprar agua potable: el bidón de seis litros está costando $ 70, y se usan más o menos tres bidones por día, además de que pagamos $ 182 pesos mensuales por el servicio de la cooperativa”, le contó a una cronista de nuestro diario.

Un hombre que alquiló una propiedad en el barrio Los Teros por 15 días, camina junto con su familia dos cuadras hasta el río Tacanas y trae agua todos los días en baldes o bidones. Decidió pagar $1.500 para que camión cisterna le llene el tanque y la pileta. “Lo llamamos al dueño de la casa para que nos devolviera el dinero, pero nos respondió que no está en condiciones de hacerlo y que el agua ya volverá”, dijo contrariado.

Los piletones que proveen agua a la villa veraniega se hallan a cinco kilómetros de San Pedro, en el camino a Hualinchay, y se alimentan con agua de los ríos Tacanas y Ceibalito. Según el comisionado rural, esos ríos crecen en esta época y el Ceibalito trae agua arcillada, que tapona las cañerías. Responsabilizó también a los 18 loteos nuevos -muchos de ellos irregulares- del agravamiento de esta situación y añadió que es función del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento el control. “Necesitamos la ayuda urgente de la Provincia para que intervenga la cooperativa con un experto que sepa sobre la distribución de agua y que plantee un proyecto a futuro”, aseveró. El mismo funcionario comenta que en febrero llegarán alrededor de 40.000 fieles para la novena de la Virgen de Lourdes, en la que se espera recibir unos 40.000 fieles. “¿Qué vamos a hacer si no podemos proveerles de algo tan esencial como el agua?”, pregunta, cuando se supone que él es quien debe dar las respuestas a esa comunidad.

No es la primera vez que San Pedro de Colalao tiene problemas con el suministro del agua potable y con otros que son crónicos e impactan negativamente en el visitante y el veraneante. Ello refleja el desinterés de los últimos gobiernos en convertir a la villa en una verdadera “Sucursal del Cielo”. ¿Qué ocurriría si Carlos Paz, La Falda, Las Grutas, Bariloche, permanecieran sin agua durante 20 días en temporada y esta situación se repitiera a menudo? Sin una política de Estado en materia turística seria y coherente, tanto San Pedro como El Mollar y otras localidades con grandes atractivos posiblemente sigan postergadas.

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