La demolición de la ex sede del Banco Francés

La demolición de la ex sede del Banco Francés

30 Enero 2019

La vejez no tiene suerte ni futuro en Tucumán, por lo menos, en lo que a patrimonio arquitectónico se refiere. Bien conocida es la posición de nuestra clase dirigente de los últimos tres lustros, en particular, de hacer desaparecer una buena parte del legado de nuestros antepasados que tienen que ver con la identidad, con el pasado de nuestra sociedad. Da la impresión de que la valiosa ex sede del Banco Francés, ubicada en San Martín 730, cuya propietaria es la Caja Popular de Ahorros, caerá en un momento muy lejano bajo la malquerida piqueta.

Ocurre que la Comisión de Patrimonio de la Provincia, que el 21 de diciembre pasado había otorgado la protección preventiva al histórico edificio, decidió echarse atrás y anuló su propia resolución. “Demolición total” reza el cartel que llama la atención del peatón.

En su resolución N° 99, el Ente Cultural comenta la falta de respuesta de la Caja Popular cuando se le solicitó que presentara los resultados de los informes técnicos, realizados por el Instituto de Estructuras de la UNT, a partir de 2014. Patrimonio intimó a la entidad crediticia en dos ocasiones que remitiera los informes, sin que hubiera habido una contestación.

Hasta ahora la Caja Popular no se ha dignado a informar por qué se descuidó la sede que se halla actualmente en riesgo de derrumbe, como tampoco cuál es su plan pos demolición. En diciembre pasado, su interventor dijo que lo comunicaría oportunamente.

La representante de la Unsta en la Comisión de Patrimonio afirmó que la situación estructural del edificio empeoró desde 2014 hasta la fecha. “Se gastó mucho dinero en esa época para apuntalar el edificio, varios millones de pesos que se tiraron al aire. A priori se podría decir que hubo negligencia y debería haber una investigación al respecto. Es una pena que se lo haya dejado caer así y que se haya malgastado dinero público”, aseveró.

El edificio de la sucursal del Banco Francés del Río de la Plata que fue erigido por el constructor español Manuel Graña, se inauguró el 7 de febrero de 1913. Posteriormente funcionó allí la Sociedad Financiera, Comercial e Industrial Alfredo Guzmán y Cía.; en 1922, se convirtió en la primera sede propia de la Caja Popular de Ahorros. A partir de 1939, cuando la Caja se trasladó a su edificio actual frente a la plaza Independencia, lo ocuparon sucesivamente, la Dirección General de Rentas, la Secretaría de Trabajo y la Dirección Provincial de Comercio. El edificio, diseñado bajo cánones académicos con una decoración modernista, es un ejemplo de la arquitectura de principios del siglo XX en la ciudad. Por otra parte, conforma un importante conjunto de valor histórico y paisajístico con el ex Banco Español y del ex Banco de la Nación. Lo llamativo es que el inmueble había sido reciclado en 2011 cuando se realizó allí Espacio Dar, una exposición de diseño interior y arquitectura. En esa ocasión se demolieron pisos, se renovaron techos y cielos rasos, cañerías; se cambió íntegramente la instalación eléctrica y sanitaria.

Este es un ejemplo de lo que no debe suceder con las históricas y valiosas edificaciones de dan su sello cultural a la ciudad. Abandonarlas para luego darles la estocada final refleja una actitud de desprecio y de ignorancia por preservar nuestra identidad. A veces el silencio dice mucho más que las palabras. Ese “no sabe/no contesta” es una falta de respeto a la ciudadanía.

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