Vacaciones en La Cartujana: “no quiero que se termine más el verano”, dice Emilse en la colonia

Mas de 50 niñas y niños participan de la colonia de verano organizada por la Fundación León en el centro comunitario de la Cartujana.

JUEGOS Y MURALES. En la colonia niñas y niños aprenden a llenar de color las paredes de sus barrios. la gaceta / foto de Analía Jaramillo JUEGOS Y MURALES. En la colonia niñas y niños aprenden a llenar de color las paredes de sus barrios. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
17 Enero 2019

Desde el 7 de enero, Emilse les pide todos los días a sus padres que la levanten temprano. Quiere estar lista a las 8:30, cuando los voluntarios de la Fundación León la pasan a buscar para ir cantando -siempre con una sonrisa y siempre junto a todos sus amigos- al centro comunitario de “La Cartujana”. Ahí es donde realizan actividades recreativas y se dictan talleres de la colonia de verano que lleva adelante la ONG.

Más de 50 niñas y niños asisten a este espacio, ubicado sobre el Camino del Perú al 1.900, donde van a pasar el verano. Desde hace 12 años, la organización trabaja junto a las comunidades de los barrios Libertad y 11 de Enero.

Emilse va a la colonia hace dos años. La primera vez fue sola y encontró muchos amigos. La nena se divierte mucho -dijo- porque siempre hay mucho para hacer y aprender: dibujo, murales, robótica, juegos, cocina y hasta plantar árboles. Ella se enteró gracias a que los voluntarios pasaron anunciando la colonia por las calles del barrio. “No quiero que se termine más el verano porque los voy a extrañar mucho”, agrega algo tímida.

“Esta colonia es distinta porque queremos enfocarnos en la educación y en lo integrador. A los chicos que no tienen nada les llevamos arte, cultura, deporte, ciencia y tecnología, en zonas donde esto no llega”, expresa Diego Esper director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la fundación. “En estas barriadas están en situación de pobreza y con derechos vulnerados”, agrega.

Desde la organización dijeron que planificaron que los chicos reciban educación para una alimentación saludable, hagan deportes y se involucren en la producción de murales en las paredes del barrio. Que aprendan a cultivar y cuidar alimentos en la huerta comunitaria, y que se involucren con curiosidad en los talleres de robótica y de drones.

Los talleres son posibles gracias a la colaboración de la amplia Red de Trabajo con la que cuenta la Fundación: para estas colonias colaboran talleristas de instituciones y empresas con compromiso social, con las que firmaron convenios, como la UNT, la UTN, la Unsta, la USP-T, el Ente Cultural de Tucumán y la empresa Horizonte Drones.

“Estamos teniendo una respuesta hermosa por parte de los chicos. Estos últimos días que estuvo lloviendo no podíamos ir a buscarlos a sus casas, pero ellos venían igual, se organizaban en las esquinas para poder venir, esa respuesta por parte de ellos es nuestra mejor recompensa” afirma Yenifer Safe Capisano coordinadora de la colonia.

Los chicos que asisten tienen entre cinco a 15 años (es la edad máxima que permite el seguro). El único requisito para poder participar es que traigan una fotocopia del DNI.

“Lo más importante de la fundación es el acompañamiento que brindamos a las familias, es acompañamiento, no asistencialismo”, remarca Esper.

Los interesados en sumarse como voluntarios pueden comunicarse al mail [email protected], tienen que ser mayores de 18 años. El cierre de la colonia está previsto para el viernes 1 de marzo, con una salida grupal a la Reserva Natural y Universitaria, en Horco Molle.

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