Circular por Maipú y Marcos Paz se ha convertido en una aventura

Una vieja casona ya no implica peligros para los peatones, porque su planta alta fue demolida por orden de la Municipalidad. Sin embargo, las vallas continúan colocadas y hay menos de 50 centímetros libres de vereda para transitar. Según Catastro de la Municipalidad, la situación debería subsanarse hasta el fin de semana.

AL DESNUDO. De un día para otro, las tripas del primer piso de la vivienda quedaron al descubierto; todavía faltan trabajos, pero ya no hay peligro. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.- AL DESNUDO. De un día para otro, las tripas del primer piso de la vivienda quedaron al descubierto; todavía faltan trabajos, pero ya no hay peligro. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.-
19 Diciembre 2018

Hace un mes la Municipalidad ordenó el vallado completo de una propiedad ubicada en la esquina de Maipú y Marcos Paz. El motivo: en la planta alta se veían grietas que causaban terror y se producían desprendimientos de mampostería, por lo que era necesario proteger a los peatones. En tiempo récord, la misma Municipalidad consiguió que los propietarios demolieran la planta alta de la casona, que era la que estaba en riesgo. Eso ocurrió una semana después del 14 de noviembre. Pero, hasta el día de hoy, hay que hacer malabares para caminar por esa transitada esquina.

En menos de 50 centímetros que han quedado de vereda, dos desconocidos se encuentran de frente. Casi que están a punto de besarse. Sólo intercambian una sonrisa comprensiva, porque ninguno de los dos quiere bajar a la calzada, por donde circulan vehículos de la Marcos Paz o doblan por Maipú sin tener en cuenta la prioridad del peatón. En otras circunstancias, uno de los dos peatones se ve obligado a bajar a la calle, porque dos personas no entran, por más que se amontonen contra las vallas.

PELEANDO POR UN LUGAR. Es casi imposible transitar sin bajarse a la calle, en donde el tránsito es intenso. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.- PELEANDO POR UN LUGAR. Es casi imposible transitar sin bajarse a la calle, en donde el tránsito es intenso. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.-

Los días de lluvia es todavía peor, porque no solo hay que pelear por el espacio de uno mismo, sino que hay que ser cuidadosos de no clavarse un paraguas en el ojo durante este estrecho pasadizo en pleno Barrio Norte.

SIN PASARELA. Colocaron la valla, pero no hicieron una pasarela en la calle. SIN PASARELA. Colocaron la valla, pero no hicieron una pasarela en la calle.

Según la Municipalidad, hasta el fin de semana los propietarios tienen tiempo para correr la cerca unos centímetros más hacia adentro, para dejar más espacio a los peatones. “La parte más gruesa de la demolición ya está lista, pero ahora tienen que limpiar los escombros que quedaron contra las vallas, del lado de adentro. Una vez que hagan eso podrán correrla y dejar un paso más cómodo para los peatones. Tienen tiempo hasta este fin de semana, si no se les comenzará a cobrar una multa”, aseguró Juan Ledesma, titular de la Dirección de Catastro de la Municipalidad capitalina, explicando que el vallado permanecerá durante un tiempo, pero con más espacio en la vereda.

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