18 Diciembre 2018
EL SALÓN. La peluquería sirve como banco de donantes para la posterior confección de pelucas para personas bajo tratamientos de quimioterapia FOTO TOMADA DE FACEBOOK.COM/FUNDACIONRIZITOSDEORO
Rizitos de Oro, la fundación que trabaja en la realización de pelucas para niñas y adolescentes con cáncer en Tucumán, sufrió un violento robo durante la madrugada. Ubicada en la calle San Juan 1.708, la sede comparte además el espacio con el negocio familiar de confección y venta de pelucas para adultos.
"Entraron a robar al salón, barretearon la puerta y la reja... Por suerte no me pasó nada porque tengo alarma y al sentirla supongo que escaparon. Lograron robarme un secador de pelo muy costoso y la máquina que tengo para pelar a las personas con quimio... Vi una peluca en el piso, que parece que no pudieron llevársela", contó una de sus fundadoras en la página oficial de Facebook.
"Podemos decir, gracias a Dios, que estamos bien. Lamentablemente es con lo que uno se queda, pero da impotencia", agregó.
A raíz de este violento robo, los dueños decidieron que, por seguridad, desde ahora se comenzarán a dar turnos para las donaciones.
En Rizitos de Oro se confeccionan pelucas que se donan a nenes a los que, por atravesar la quimioterapia, se les cae el pelo. Allí, cada semana dos chicos se acercan a la ONG para que les corten el pelo y lo destinen a pelucas de otros chicos que tienen cáncer.
La fundación fue creada en 2016 y ya confeccionó pelucas para unos treinta chicos: el corte de pelo de quienes se acercan a hacer una donación es gratuito.
La mayoría de quienes donan cabello en la ONG Ricitos de Oro son jóvenes y niñas.
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