Flora y fauna de Tucumán en fascículos online

Flora y fauna de Tucumán en fascículos online

Biólogos de la Fundación Miguel Lillo y de la Unidad Ejecutora Lillo, integrada por investigadores de esa institución y del Conicet han lanzado una publicación electrónica en fascículos sobre la fauna y flora tucumana, con la intención de poner al alcance de la sociedad información sobre la riqueza biológica de nuestra provincia a través de un lenguaje con rigor científico, pero también accesible al gran público.

Algunos fascículos están referidos a especies particulares, como por ejemplo, el puma, pero también abordan temas teóricos sobre los ambientes de Tucumán. “Empezamos con las especies más frecuentes en la provincia, pero continuaremos a lo largo del tiempo con las menos conocidas o con las de hábitats específicos o restringidos”, explicó una de las científicas. Hasta el momento, son 16 las publicaciones online que pueden leerse o bajarse a la computadora e incluso se las puede imprimir porque se hallan en el formato pdf. Se suben dos por mes al sitio www.lillo.org.ar/publicaciones/universo-tucumano.

En la crónica publicada en nuestra edición de ayer, se indica que los estudios abarcan desde las características geológicas del territorio y los atributos de los diferentes ambientes, hasta las historias de vida de los seres que habitan Tucumán. Los científicos intentan saldar así una deuda con la comunidad. “Queremos hacer accesible lo que sabemos, como naturalistas, de la diversidad de nuestra tierra. Y así, también, ayudar a que entre todos la cuidemos y la protejamos”, señalaron y desean que estas publicaciones lleguen a la mayor cantidad de personas que quieran conocer “Universo Tucumán”.

Bienvenida sea esta iniciativa de los biólogos de esta fundación. En otras oportunidades, nos hemos referido en esta columna al escaso o nulo conocimiento de una buena parte de los tucumanos sobre nuestra propia tierra. ¿Qué sabemos de nuestra historia, hacedores de cultura, científicos, de la fauna, la flora y la geografía, y de los intelectuales que contribuyeron al progreso, por ejemplo, la llamada Generación del Centenario? ¿Cuánto sabemos de Nicolás Avellaneda y Julio Argentino Roca, que fueron presidentes de la Argentina; de Alberdi, padre de la Constitución Nacional; de Manuel Belgrano, que vivió en Tucumán; de Gregorio Aráoz de La Madrid, notable guerrero; de nuestra industria madre, la azucarera, y de las luchas gremiales y conflictos sociales a lo largo del siglo XX?

Tucumán no es objeto de estudio sistemático en su sistema educativo. Paradójicamente, investigadores del Conicet, en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT o de la misma Fundación Lillo, dan a conocer constantemente trabajos en los que se abordan distintos aspectos de Tucumán. De manera que la bibliografía es vasta.

En la etapa de formación, los aspirantes a docentes podrían estudiar Tucumán y esta asignatura se podría implementar de modo obligatorio en la primaria y la secundaria, incluso en la universidad.

Conocer el lugar donde se vive, así como su historia, es esencial para reafirmar la identidad de un pueblo. No saber de dónde venimos ni quiénes somos, implica no querernos, no sentir orgullo por los comprovincianos que nos prestigian más allá de los límites geográficos; no cuidar la higiene, los monumentos y el mobiliario urbano de los paseos públicos. No se puede querer lo que no se conoce.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios