Cantares de las Tierras Altas

Cantares de las Tierras Altas

El legado de James Macpherson, quien allá por 1700 relevó la obra del juglar escocés Ossian, contiene una larga cadena de recreaciones, traducciones y sustituciones, reescrituras e interpretaciones libres, y pone en discusión el concepto de originalidad y autenticidad.

RECONOCIMIENTO INTELECTUAL. En voz del propio Jorge Luis Borges, James Macpherson es el “primer poema romántico de la literatura europea”. RECONOCIMIENTO INTELECTUAL. En voz del propio Jorge Luis Borges, James Macpherson es el “primer poema romántico de la literatura europea”.
25 Noviembre 2018

Por Hernán Carbonel

PARA LA GACETA - SALTO

James Macpherson nació en Escocia en 1736. Era apenas un niño cuando Inglaterra sofocó la rebelión de 1745, segundo y último intento jacobino por recuperar la soberanía de su país. 1 A partir de allí, el gaélico (lengua indoeuropea de la rama celta, variedad del irlandés antiguo) fue eliminado del plan de estudios. Macpherson nunca llegó a dominarlo del todo, sin embargo, se dedicó a acopiar baladas populares de las Highlands y llevarlas al inglés.

El primer libro se llamó Fragmentos de poesía antigua recogidos en las Tierras Altas de Escocia y traducidos del gaélico o lengua de Erse (sus dos primeras ediciones se agotaron en 1760). Completó la saga, luego de hacerse con los fondos necesarios para una expedición al norte, con Fingal, antiguo poema épico en seis libros y Temora. La obra en conjunto fue publicada bajo el nombre de Las poesías de Ossian. Ossian: bardo y guerrero del siglo III. Inevitable, claro, su comparación con Homero.

El rescate 2, inmediatamente, se convierte en un éxito editorial y determina el gusto de la intelectualidad europea: es admirado por Byron, Thoreau, Whitman, Hume, Walter Scott, Carlyle, Coleridge, Emerson, Goethe, Wordsworth y hasta por el presidente norteamericano Thomas Jefferson. En el Siglo XX, es citado incluso por Borges en sus clases universitarias.

Tiernas y delicadas, con “la naturaleza como paisaje del alma”, estas composiciones prefiguran lo romántico. En voz del propio Borges, es el “primer poema romántico de la literatura europea”.

Plenos de arcaísmos, omisiones, interrupciones, cambios bruscos en la persona del narrador, los Cantares ignoran figuras clásicas de la época, se desentienden de cuestiones geográficas, abundan en “notas etimológicas, históricas y toponímicas” que intentan otorgarle autenticidad.

¿Engaño, recreación, sustitución, reescritura, interpretación libre? Aquellos “papeles” que Macpherson decía tener en su poder se vuelven de una incomprobable veracidad, pues, aduce, los originales se han extraviado.

Hasta ahí, hablamos del 1.700. Hablemos del 2.000.

Tierra de traductores

Novelista, premio Atlántida y premio Círculo de Lectores de Barcelona, Alejandro Elcoro es gestor cultural y vive en una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires. Es -si no el único- uno de los pocos que ha traducido a Macpherson en el país.

Su versión de Cantares de Ossian (Ayesha Libros, 2009), cuenta, “no es brillante, sólo un poco fiel al original, pero sigue siendo la única que existe”: “hace muchos años me llegó una traducción al italiano. Leía en las páginas pares la traducción al italiano, y en las impares el original en inglés. Un día me decidí a intentarlo”.

La versión con la que Elcoro contaba incluye ocho de los veintidós cantos originales, y es de frases extensas, metáforas complejas, un estilo muy ligado a lo homérico, los Salmos del Antiguo Testamento y, sobre todo, opina, a la Eneida. Macpherson “puede cambiar de tiempo verbal o pasar de la primera a la tercera persona en una misma frase. Y como habla con epítetos, a veces no se entiende bien a qué o quién se refiere”.

Respecto de la credibilidad -o no- que despiertan los Cantares, Elcoro sostiene que si bien la historia de Ossian y Fingal ha existido desde la antigüedad, el autor se tomó sus libertades, introduciendo “pasajes de su propio cuño”. “Desde luego, hubo una controversia entre los eruditos ingleses y escoceses. Aparentemente hay cosas que describe Macpherson que no pudieron existir en la época en que se supone vivió Ossián. Por fin se llegó a un cierto acuerdo: es probable que Macpherson conociera de forma oral algo de lo que quedaba en las Tierras Altas de Escocia de esos cantos, pero no son tal como él los escribió. Quiero decir, la traducción no sería literal, sino una recreación”.

- La leyenda, la historia del propio Macpherson, ¿ha tomado más relevancia que la obra en sí misma?

- A mi ver, el trabajo de Macpherson es extraordinario. Si le dio a la obra de Ossián más relevancia de la que tenía, eso ya escapó de sus manos, pero si no, se hubiese perdido a un gran poeta de la antigüedad.

© LA GACETA

Hernán Carbonel - Periodista y escritor.

NOTAS.-

1.- La canción Crua Chan, del grupo de rock argentino Sumo, editada en 1987, retoma el tema: su cantante, Luca Prodan, si bien de origen italiano, había sido educado en Escocia.

2.- Similar a lo sucedido con Elias Lönnrot (1802-1884), médico, botánico y filólogo finlandés, reconocido por haber sido el gran recopilador de la poesía tradicional oral de su país (el enlace al nombre del detective de La muerte y la brújula, de Jorge Luis Borges, es inmediato).

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