El "arte suave", un modo de vida

El "arte suave", un modo de vida

El jiu jistu brasileño pega fuerte en la provincia y quienes lo practican han logrado títulos mundiales

TÉCNICA. El fuerte del jiu jitsu es la acción en el suelo. TÉCNICA. El fuerte del jiu jitsu es la acción en el suelo.

A Carlos Bravo, o mejor dicho “Kupa”, le gustan las artes marciales: es cinturón violeta de jiu jitsu brasileño, verde de judo y negro de kick boxing. Compite activamente en lo que él hoy llama sus pasiones. “Porque el deporte es vida”, le dice a LG Deportiva en un tono similar a una venta exitosa de garaje cuando los pronósticos eran completamente desfavorables. “Kupa” dice haber encontrado la felicidad en el jiu jitsu, también conocido como “arte suave” por sus movimientos de suelo. “Kupa” es tucumano y creyó que con 41 años ya no iba a poder destacarse en el deporte. “Kupa” hoy es campeón mundial de jiu jitsu. Se coronó en San Pablo, Brasil, en La Meca.

“Con perseverancia todo es posible”, dice el miembro del GF Team, encabezado a nivel nacional por Javier Cardozo, regional por el sensei Gerardo Chirre (Salta) y local por ”Bocha” Caram.

Su historia tiene ribetes parecidos al de la mayoría que practica este deporte, en su momento un tanto outsider, sin demasiados adeptos por su poca adhesión. La explosión global del show de UFC y sus combates de artes marciales mixtas hizo que el jiu jitsu brasileño tomara vuelo de exportación. Es una disciplina clave entre los luchadores estrellas. Tucumán no fue la excepción. En la actualidad, hay otras academias, además de la del GF Tema. También está Checkmat, por ejemplo. O Lotus.

En una de las dos sedes locales del GF Team en nuestra capital, un pequeño salón impregnado con ese aroma a sudor que jamás abandonará la goma eva del tatami central, hay varios campeones importados de Brasil. Reyes o aspirantes futuros a una corona, todos sostienen lo mismo: el jiu jitsu es la calma que antecede al huracán. “Encontrás la paz en el tatami; el orden personal. Te olvidás de todo”, reconoce Eduardo Martínez, bronce en Brasil en la categoría Pesado Master 2 cinto blanco. Martínez reparte su vida entre la pasión de practicar un deporte amateur, sus cinco hijos, su esposa y el consultorio. Martínez es gastroenterólogo. Vive a full todos los días.

“Descubrí este deporte gracias a un amigo. Al principio no me gustaba. Incluso hasta me daba un poco de miedo por cómo debía luchar. Cuando empecé a conocer las técnicas, empezó a gustarme. Desde hace más de un año que practico jiu jitsu y sé que será para toda la vida”, jura este doctor que cree haber encontrado la solución mental a todos sus problemas: “Te ayuda mucho en el carácter. Yo tengo una personalidad impulsiva y con esto encontrás equilibrio. El tatami te cambia la cabeza. Te vuelve paciente”, dice entre risas Martínez. A su hijo menor, Eduardo (h), le compró un kimono. “Sé que le va a gustar”, asegura.

¿Qué es el jiu jitsu Brasileño? Es un deporte de combate de origen japonés, descendiente a la vez de las artes marciales de lucha de la India y de la antigua China. En el Japón feudal era practicado por los guerreros samurai, especialistas en cuerpo a cuerpo y lucha de suelo. ¿Sus técnicas? Lanzamientos y derribos, numerosas luxaciones articulares, estrangulaciones y sumisiones.

Quienes lo practican aseguran que el jiu jitsu tiene sus beneficios: mayor seguridad personal, por conocer movimientos de autodefensa; fortaleza mental y disciplina. Además, la combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos hace que el jiu jitsu ayude a eliminar tensiones, llámese el tan temido estrés. Una moda.

ESFUERZO. Terán (blanco), Bravo y Martínez fueron al Mundial de Brasil y volvieron con Medallas: dos títulos y un 3° lugar. ESFUERZO. Terán (blanco), Bravo y Martínez fueron al Mundial de Brasil y volvieron con Medallas: dos títulos y un 3° lugar.

“Es cuestión de animarse y probarlo”, invita “Kupa” a quienes quizás puedan estar indecisos. “Es un deporte que te cambia la vida”, sostiene Arturo Terán, el hombre de las tijeras (es coiffeur) y bicampeón mundial. Viajó dos años a San Pablo y regresó con dos medallas de oro. “El año pasado competí en cinto blanco Master 3 Leve hasta 76 kilos y salí campeón. Este año pasé a Master 4 leve hasta 76 kilos cinto azul y volví a ganar. Fueron cuatro luchas ante cuatro brasileños”, Terán recuerda sus combates porque triunfó en rodeo ajeno. Terán es campeón y tucumano. Y lo festeja.

Al final de cuentas, lo que los entrevistados quieren decir, lo que estos campeones intentan reflejar, es que nada es imposible cuando hay empeño y ganas. No importa la edad ni el peso. La dedicación es todo.

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