Las crisis fogonean las previas

Las crisis fogonean las previas

La palabra de los empresarios.

Las crisis fogonean las previas JACKS LONDON/ HUGO MIRABAL

“El 80% de lo que consumen los chicos durante la noche es en la previa y el 20% restante en el boliche. Es algo que se intensifica mucho más en las épocas de crisis, tiene que ver principalmente con lo económico”, sentencia con seguridad absoluta Javier Farhat, empresario de la noche y propietario de uno de los boliches con más historia en Yerba Buena. Él los ve llegar, casi siempre después de las 3 de la mañana, cuando vienen de las previas que son cada vez más intensas. En algunos casos, rebotan en la puerta por el estado: esos cuerpos no van a resistir ni una copa más.

Las edades del público definen cuánto se extienden las previas. A menor edad, más horas antes de ir al boliche; los más grandes (de 25 para arriba), no llegan a las discotecas pasadas las 3 de la mañana. “Entre las 2.30 y las 3, el boliche ya explota. Pero es evidente que la crisis económica repercute en el consumo adentro: la mayor parte de la bebida la consumen afuera, en casas o bares y después, en el boliche, un par de tragos más y listo”, señala Mariano Albornoz, de un boliche clásico ubicado en barrio El Bosque.

En la mayoría de los  casos, los bolicheros están saliendo a competir con las previas -sean en casas o bares- con promociones de bebidas y comidas al costo. “Nosotros por supuesto queremos que vengan antes, porque es una cuestión de economía para nosotros. Pero también creemos que es más seguro arrancar la noche directamente en el boliche, tomando y comiendo algo. Muchos padres creen, o quieren creer, que porque los chicos estén reunidos en una casa van a tener mayor control, pero no siempre es así. Los padres muchas veces miran para otro lado”, apuntó Farhat.

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