Previas: la idea de divertirse por más tiempo y con menos plata

Previas: la idea de divertirse por más tiempo y con menos plata

Los adolescentes eligen esta práctica para tomar tranquilos y charlar con amigos antes de ir a bailar.

Previas: la idea de divertirse por más tiempo y con menos plata JACKS LONDON/ HUGO MIRABAL

Casa libre, amigos, alcohol, música y algo de comida. Esos son los elementos esenciales para hacer una buena previa y comenzar bien la noche. No importa la edad, los tucumanos se hicieron la costumbre de juntarse siempre antes de salir de fiesta o a bailar. Pero, ¿por qué lo hacen? ¿Tiene que ver con desinhibirse, con el dinero, con seguir a ‘la masa’ o, simplemente, con la creencia de que uno no la puede pasar bien si no toma?

Lo primero que destacan los chicos de entre 18 y 25 años, es que les da la posibilidad de poder tomarse algunas cervezas o tragos tranquilos y sin pagar de más. “Es mejor tomar ahí (en la previa) que gastar mucho en un boliche. Generalmente, si está buena define la noche”, describe Guada, de 20 años.  

“Lo bueno de hacer las previas es que no tenés que pagar servicio de mesa, estás más cómodo y ahorrás en la bebida. Lo malo es cuando algún amigo/a toma hasta el punto de no dar más y no poder ir al boliche”, advierte Celina Renatta Guerrero, de 18 años.

Previas: la idea de divertirse por más tiempo y con menos plata JACKS LONDON/ HUGO MIRABAL

La mayoría de los jóvenes salen viernes y sábados. Dependiendo el día, eligen entre ir a bailar o hacer algo más “tranqui”, cuenta Alvaro Arias (21). Tomás Díaz (21) añade a la lista ir a un bar y salir con su novia.

Algunos bien, otros no tanto, los chicos llegan al boliche entre las 2 y las 3. Los que se encuentran en “buen estado” y les queda algo de dinero, pueden llegar a tomarse un trago más en el lugar. La opción de compartir el vaso o alguna promo de 2x1 no se descarta.

“Compartís con amigos y podés hablar de cosas que en el boliche no”, agrega Mauricio Kao, de 21.

Lo bueno de la previa es que estás más cómodo y ahorrás en la bebida. Lo malo es cuando algún amigo/a toma hasta no dar más y no puede ir al boliche.

Los planes según la edad

Las reuniones antes del boliche no son cosa de los chicos del siglo XXI. Dependiendo de la generación, la previa es de una forma u otra, pero casi siempre existió.

Si bien los chicos “-25” prefieren la comodidad de la casa para disfrutar, el grupo “+25” se encuentra más dividido: algunos eligen bares para ir “entonando”, otros prefieren entrar más temprano al boliche y tomar ahí.

Algunos de ellos opinaron que luego de la eliminación de la ley de las 4AM, las previas se extendieron. “Son más largas. Además, ahora podemos volvernos en bondi en lugar de gastar en taxi”, manifiesta Luz Carrizo, de 27 años.

“Las noches se hacen bastante más largas. Salir un viernes por ejemplo, implica hacer un rally de casi 24 horas desde la mañana hasta que termina la salida, cuando ya es el otro día, temprano. Es verdad que facilita manejarse en bondi pero cuesta el tirón tan largo. La previa se alarga y las estadías en la fiesta se mantienen más o menos igual que antes”, puntualiza Héctor Saenz (28).

Los pros y las contras

La mayoría de los jóvenes consultados coincide en que, de una forma u otra, los dos beneficios más grandes son el social y el económico. “Podés beber más barato tu alcohol y llegar enfiestado al boliche. La contra es que se te acortan las horas para bailar”, opina Ignacio Rodríguez, de 21 años, quien dice que comenzó a ir a previas “desde que tuvo la edad suficiente para salir”: 15 años.

“Gastas menos plata en el boliche, te enfiestás antes de ir, podés conocer gente y pasás un buen rato”, enumera Bárbara (24).

Previas: la idea de divertirse por más tiempo y con menos plata JACKS LONDON/ HUGO MIRABAL

“Te divertís y se da el espacio para charlar, cosa que en el boliche no pasa”, sintetiza Catalina Rodríguez Cattolica.

Lo negativo de la reunión “casera” se refiere, en casi todos los casos, al dueño de la “sede” de la “previa”. “La contra es dejar ordenada la casa después de la juntada, sobre todo si tomaste de más”, explica Florencia Giunta (21).

“Si sos dueño de casa tenés que tener cuidado por si te rompen algo, limpiar después que termina la previa y demás cosas”, añadió Celina Renatta Guerrero.

“Una contra a la hora de ‘previar’ es ese amigo que tiene ‘poco aguante’ y toma de más, porque hay que llevarlo a su casa”, termina de redondear otro joven de 24 años.

Qué opinan los padres según los chicos

“Mis padres no tienen problema siempre y cuando se lo haga con moderación; de vez en cuando mi casa suele ser sede de alguna previa”, contextualiza Ignacio Rodríguez.

Tomás Díaz declara que sus padres “saben que cuando salgo a bailar hago previa. Nunca me dijeron nada”.

“No les gusta la idea porque saben que ahí, básicamente, vas a ponerte en pedo”, confiesa Lourdes Moreno.

Algunas anécdotas

“Todas mis amigas tenían pulsera vip menos dos, así que conseguimos pulseras de otra fiesta y las pintamos con resaltador”, admite una chica de 23 años.

“... Cuando arme una sangría dentro de un balde de albañil. Cuando los vecinos nos tiran piedras por poner la música fuerte...”, Emilia Villar (24).

“Un amigo nunca llegó al boliche y se machó  y vomitó toda la casa del dueño”, relata un amante de las previas, de 24 años.

“Una vez la pasamos tan bien en la previa que preferimos no salir y quedarnos ahí. Éramos 10”, cuenta Bárbara (22).

“¿Una anécdota? Estábamos haciendo previa y al final, antes que ir al boliche, decidimos quedarnos en la casa. Había muy buena onda y llegaron mas personas. Terminamos haciendo una fiesta en vez de salir a bailar”, relata una chica de 24 años.

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