La Corte da pelea a los juicios interminables

La Corte da pelea a los juicios interminables

El alto tribunal provincial presentó un programa de valores, visiones y objetivos para desarrollar durante los próximos cinco años. El presidente Posse dijo que la planificación adoptada ayudará a resolver los conflictos en forma confiable y en tiempos breves. El proyecto demandó ocho años de trabajo.

El primer plan estratégico de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán consta en un volumen cuya tapa presenta una faja amarilla intensa, diseño que contrasta con las líneas grises características del Poder Judicial. Esa carátula anticipa la finalidad del programa con vigencia hasta 2023: luchar contra el “proceso kafkiano”. Para que no quedaran dudas acerca del propósito, el alto tribunal proyectó una fotografía de la niñez de Franz Kafka, el autor nacido en Praga, en la presentación de la obra. Después de ocho años de elaboración -el mismo tiempo que puede conllevar el trámite de un juicio-, los valores, visiones y objetivos planificados quedaron en condiciones de convertirse en realidad.

Autocríticas y diagnósticos llevaron a la formulación de ideas que promueven el cambio cultural de los hacedores de la Justicia, según Daniel Posse, presidente de la Corte. En el acto de este jueves, y en presencia de integrantes de superiores tribunales de otras jurisdicciones; de autoridades del Estado; de jueces, funcionarios y abogados, Posse trazó un horizonte en las antípodas de la burocracia abrumadora narrada por Kafka al manifestar que la planificación iba a ayudar a resolver los conflictos en forma confiable y en tiempos breves. Flanqueado por María del Carmen Battaini, titular de la Junta Federal de Cortes (Jufejus), y su par Antonio Estofán, Posse invitó a transformar el plan de valores en un plan de acciones concretas. “A partir de ahora comienza la implementación”, afirmó al final del discurso que leyó con la velocidad de un trueno.

El documento identifica fortalezas y debilidades. Y afirma la intención de trabajar para que la Justicia de Tucumán sea reconocida por la ciudadanía como un poder del Estado garante de la independencia; cercano; confiable, y comprometido con la ética y la humildad, que “viabiliza” los asuntos de su competencia de manera participativa, transparente y oportuna. El texto es producto de la Oficina de Planificación Estratégica que dirige Carolina Ledesma Padilla, nuera del vocal decano René Goane, único de los integrantes de la Corte local que faltó ayer (Antonio Gandur y Claudia Sbdar se ubicaron en la primera fila junto al ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado, y al ministro público fiscal Edmundo Jiménez). La Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires asesoró a su “hermana” tucumana en la confección del programa.

“Kafka describió como nadie el mundo de alguien sometido a un proceso perpetuo. Por eso queremos que se lleven su imagen”, expresó María Marta Lobo, funcionaria de la Dirección de Comunicación Pública de la Corte. Lobo añadió que el plan manifestaba la posibilidad de transitar un camino compartido y despejado.

“Planificación”, “fortalecer”, “innovaciones”, “estadística”, “confiabilidad”, “tecnología”, “capacitación”... Battaini subrayó estas palabras del texto. Se detuvo en “transparencia”: “si queremos que nos crean, tenemos que hacer una apertura”, reflexionó. Y bregó por el paradigma de los datos y del gobierno abiertos. Además, recordó que casi todas las provincias tenían códigos de ética judiciales y debían difundirlos -Tucumán está en el lote de las que carecen de esa herramienta-. Luego hizo una distinción: Battaini dijo que entre jueces y políticos no debía haber connivencia, pero sí convivencia y diálogo institucional.

Estofán evocó al economista Carlos Matus y a su definición de que gobernar es planificar le añadió el concepto de que planificar es ordenar. Y planteó el reto para los próximos cinco años: involucrar al Poder Judicial y a la ciudadanía en la consecución del ideario, y medir el desempeño a la luz de sus postulados.

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