El legado de Carol quedó para ser imitado dentro y fuera de las canchas

El legado de Carol quedó para ser imitado dentro y fuera de las canchas

13 Octubre 2018

BÁSQUET | EN EL RECUERDO

El capitán de un equipo recibe tal honor porque reúne una serie de valores, que resultan fundamentales para el equipo, pero que casi siempre trascienden el deporte del que se trate. “Me eligieron porque tenía cierto carisma, prudencia, moderación. Siempre respeté al rival. Cuando se da una efervescencia se precisa de alguien que lleve tranquilidad y paz; y yo era de esos”. Ramón Alberto Carol sintetizaba de ese modo los motivos por los cuales había sido designado capitán del seleccionado de básquet que en 1955 logró el primer título para Tucumán en un campeonato argentino. Aquellos rasgos no se manifestaron sólo en su vida deportiva, sino también en su costado profesional. En especial cuando se desempeñó como camarista en la Justicia provincial.

“Tito” -como le gustaba que lo llamaran- falleció a principios de este mes, a poco de haber cumplido 90 años. Había formulado las declaraciones de renglones arriba en el marco de una nota que publicó LG Deportiva el 14 de diciembre de 2015, para conmemorar el 60° aniversario de la consecución de aquel título, de 1955. Aquella entrevista se había dado vía telefónica porque, según él mismo había contado, ya por entonces los médicos le habían prescrito que evite exponerse al calor de esa época del año.

Carol llegó al básquet por curiosidad. “Me gustaba entreverarme en los picados de fútbol en el barrio, pero una vez pasé por la cancha de All Boys, me puse a husmear y quedé como encandilado”, había contado en agosto de 2002. Desde sus inicios se abrazó a Nicolás Avellaneda, donde desarrolló casi toda su carrera deportiva -pasó un año por Estudiantes-. Campeonó tanto en el “Trueno Verde” como en las “Cebras”. En 1961 estuvo ternado para el premio Olimpia de Plata del básquet.

Pero su principal mérito deportivo lo alcanzó en el Campeonato Argentino de 1955, que se disputó en nuestra provincia. El torneo había empezado el 27 de noviembre de aquel año, con 19 participantes. Tucumán llegó invicto a la final, ante un poderoso Buenos Aires, lleno de estrellas, al que venció por 58-42.


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