Cuidado con lo que comemos en la calle: el 70% de los tucumanos adultos tiene exceso de peso

Cuidado con lo que comemos en la calle: el 70% de los tucumanos adultos tiene exceso de peso

Cuatro alimentos que amamos los tucumanos pero que, en exceso, nos dañan la salud.

Cuidado con lo que comemos en la calle: el 70% de los tucumanos adultos tiene exceso de peso

Son la debilidad de miles de tucumanos. Ir al centro y pedirse un panchuque al paso es un hábito cotidiano. O salir a la calle en verano a esperar que pase el achilatero. ¿Quién puede resistirse a esos bollos calentitos que nos asaltan con su aroma cuando vamos con la ventanilla del auto baja? Ni hablar del sándwich de milanesa, un verdadero imán para grandes y chicos.

Estos cuatro alimentos que nos deleitan pueden traernos también consecuencias para la salud. Si tuvieran que pasar un examen bajo la lupa de los nutricionistas, lo más probable es que no los aprueben. Por muchos motivos: no sólo porque tienen demasiadas grasas y pocos beneficios para el organismo, sino porque el riesgo principal es que solemos comprarlos y comerlos en la calle, lo cual implica un peligro desde el punto de vista bromatológico.

En eso coincidieron los nutricionistas Lucía Vallejo Trejo y a Francisco D’Onofrio, referente del programa provincial de obesidad. También lo reconocieron las autoridades provinciales y municipales que llevan a cabo los controles bromatológicos. Es muy difícil inspeccionar a todos los vendedores callejeros. Por lo tanto, el mejor consejo es “no comprar en la calle”, insisten.

No se puede vender alimentos en la calle. Es ilegal. Y es inseguro. No hay certeza de que estén cumpliendo con las normas básicas de higiene alimenticia. No cuentan con una fuente de agua potable y no tienen equipos que permitan mantener la cadena de frío, entre otras cosas.

Alerta

A los nutricionistas les preocupa la fascinación de muchos tucumanos por estos alimentos, sobre todo en un contexto preocupante por el aumento de casos de obesidad. D’ Onofrio dio las últimas cifras provinciales, que son alarmantes: el 70% de los mayores de 18 años en nuestra provincia tiene exceso de peso.

Entre los más chicos, la epidemia también avanza a pasos agigantados. Se calcula que tres de cada 10 niños en edad escolar sufren sobrepeso.

Un mal hábito alimentario, que presente un alto consumo de azúcares, grasas y sodio, puede llevar a la obesidad y esta, a su vez, a enfermedades como diabetes e hipertensión arterial.

Por eso es preocupante que cada vez más personas coman en exceso ciertos productos baratos y disponibles en cualquier quiosco o en la calle. Una recorrida por las peatonales del microcentro tucumano nos revela que los puestos donde se venden panchuques, por ejemplo, comercializan cerca 500 de estos productos por día. Y, mínimo, hay una panchuquera por cuadra.

A los que se suman los que están ubicados alrededor de la plaza Independencia y El Bajo. Son miles de salchichas que se preparan a diario.

“A pesar de que estos alimentos no son nutricionalmente balanceados, no deben prohibirse. La clave es moderar su consumo; no comerlos en exceso”, aclaran los expertos.

“Póngale un poco más de mayonesa y unas papitas”, pide Martín, de 15 años, cuando llega su turno. Cuando sale de la escuela y antes de tomar el colectivo suele comprarse un panchuque. Es su comida favorita, confiesa. “Me cuesta $20 y me re conviene porque es más barato que un alfajor o un paquete de papas”, dice. Adriana Solís, empleada del local, cuenta que a veces no le alcanzan las manos para atender a la gran cantidad de clientes que buscan panchuques, especialmente al mediodía. Casi todos piden con más de un aderezo, apunta.

> Panchuques
- Hasta 300 calorías, con aderezos y lluvia de papas. Necesitarás media hora de trote o una hora de caminata para quemar las calorías ingeridas.
Tienen mucha grasa, especialmente la salchicha (un embutido muy poco saludable). Este alimento suele ser colocado en la panchuquera sin ser previamente hervido, lo cual no es correcto.
La masa contiene huevo, harina leudante y leche entera, que además de aportar demasiadas calorías puede representar un riesgo para la salud si no está en la heladera, sobre todo teniendo en cuenta las altas temperaturas que se registran en la provincia. Si no se respeta una cadena de frío, pueden aparecer bacterias en la preparación.

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> Milanesas
- Más de 500 o 600 calorías, con aderezos y papas fritas. Necesitarás una hora de trote o dos horas de caminata para quemar las calorías ingeridas.
“Me van a odiar por esto”, lanza D’Onofrio, antes de comenzar a hablar sobre lo malo del sándwich de milanesa. Además él también se confiesa un amante de este plato tucumano. “La clave está en comerlo moderadamente; una vez cada 15 días, pedirlo sin papas, sin sal y que no le pongan mayonesa”, recomienda.
Según el médico, uno de los problemas principales de este preparado es el aceite con el que se frita la milanesa. “Suelen ser aceites recontrausados y en general cuando el aceite se quema se altera su composición. Además, con el paso del tiempo se puede formar una capa de  hongos que contamine los alimentos”, resalta.
“Lo que suma muchas calorías y sodio también son los aderezos. Les ponen excesiva cantidad de mayonesa. Ni hablemos si lo acompañamos con papas, a las cuales les agregan una lluvia de sal”, añade.
Si quieren comer un sánguche más sano, según Vallejo Trejo, lo ideal es hacerlo en casa de esta manera: rebozar la carne con avena extra fina, cocerla en el horno, usar pan árabe, ponerle aderezos light con bajo contenido en sodio y agregarle muchas verduras.

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> Achilata
Se elabora con hielo molido, endulzantes y colorantes que le dan su tono característico. “Si bien no tiene contenido graso, no aporta nada: ninguna vitamina ni mineral. Lo más preocupante es desde el punto de vista bromatológico: en la mayoría de los casos desconocemos cómo se prepara y si se usa agua apta para el consumo humano”, señala D’Onofrio.
“Nutricionalmente carece de valor. Implica un alto consumo de azúcares y no da saciedad. Quizás,  es más nocivo que las bebidas azucaradas puesto que el riesgo bromatológico y sanitario es alto”, añade Vallejo Trejo.

> Bollo con chicharrón
- Más de 400 calorías, en dos porciones generosas. Necesitarás 40 minutos de trote para quemar las calorías ingeridas.
Está elaborado con harina blanca y grasa vacuna o de cerdo. “Este clásico de las tardes tucumanas tiene un pro y muchas contras. “Lo positivo es el chicharrón: está hecho de grasa de cerdo, que tiene omega tres. Pero lo negativo es que el bollo tiene muchísima grasa de mala calidad, la cual representa un factor de riesgo cardiometabólico”, indica D’Onofrio.
EL bollo no sacia el apetito y lleva a consumir varias porciones, sumando a nuestro cuerpo calorías, grasas y colesterol malo. Si nos gusta mucho, podemos hacer una preparación casera con harina integral, menos sal  y consumirlos en porciones pequeñas muy de vez en cuando.
También es un peligro desde el punto de vista bromatológico: no sabemos cómo se prepara la masa. Y hay que tener en cuenta que la misma persona que amasa es la que nos cobra cuando compramos, en la mayoría de los casos lo hacen sin desinfectarse las manos después de tocar los billetes.

Antes de ponerlo en la panchuquera eléctrica, Adriana prepara la masa con leche, huevos, harina y manteca. Con menos de un litro de esta mezcla salen unos 12 panchuques, calcula. Una cantidad que no dura más de cinco minutos en la máquina antes de terminar en la mano de un niño o de un adulto. Porque si algo tiene este alimento, según la joven, es que fascina a grandes y chicos por igual.

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