El varieté: cuando el rock se amigó con la cumbia

El varieté: cuando el rock se amigó con la cumbia

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22 Septiembre 2018

Y de repente, dejaron de ser dos mundo sin ningún puente posible. Al que le gustaba el rock, escuchaba, bailaba y se divertía con rock. La cumbia era un género menor, criticable por donde se lo escuche, y ningún rockero quería identificarse con la movida tropical. Pero cambia, todo cambia. “Hoy los recitales de rock, y es una tendencia cada vez más clara, tienen una o dos bandas en vivo y lo que sigue es una fiesta con DJ, un selector musical que te hace bailar desde cumbia hasta Madonna sin ningún tipo de prejuicio”, compara Julio Rasuk, músico de Vampiro Indio, una banda que desde 2008 fusiona cumbia, ska y punk. Imposible no bailar con esa mezcla explosiva.

Estas noches de música variada, de mixturas que desconciertan y de géneros que se encuentran tiene casa propia en Santos Discépolo, un centro (o antro, en el mejor de los sentidos) cultural de expresiones multicolor.

“Yo también era uno de los rockeros que se cerraba a todo lo que no fuera del palo. La fucking cumbia, decíamos. Pero después te das cuenta de que es un género que le gusta a todo el mundo. Hacer bailar a los rockeros es buenísimo, esta mezcla de estilos es algo que se está usando en un montón de lugares: Futurock y la Fiesta Mágica, que la están pegando en Buenos Aires, son de esa onda... pero nosotros lo hicimos antes”, asegura Rasuk.

El varieté: cuando el rock se amigó con la cumbia

Que bailen "los indies"

En Santos Discépolo, o donde le toque estar, “El turco” se saca el traje de vampiro y se convierte en Selecthor Turko, un musicaliza que estira la fiesta hasta que se corte. De Damas Gratis a Jamiroquai, sin solución de continuidad. Hasta el más patadura termina moviéndose. “Lo mejor que genera es que se liberen los prejuicios. Nuestro público es principalmente el del rock indie, pero sí o sí se divierten y terminan bailando Dos Minutos. Esas fiestas nos generan fondos para mantener nuestro comedor popular y para hacer actividades en los barrios”, cuenta.

Entre sus hazañas que más celebra Rasuk es haber logrado sacar del ambiente de la bailanta a una banda cumbiera como Mala Fama y llevarla a un centro cultural como Leticia, con un público que quizás no se movilice a un boliche tropical, pero sí a un centro cultural.

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