Los consumidores ya están en "modo crisis": ajustan sus compras

Los consumidores ya están en "modo crisis": ajustan sus compras

Harina y aceite son los productos que más subieron en este año.

TIEMPOS TURBULENTOS. El consumidor camina y compara precios antes de adquirir alimentos de primera necesidad. TIEMPOS TURBULENTOS. El consumidor camina y compara precios antes de adquirir alimentos de primera necesidad. REUTERS

La abrupta devaluación que sufrió el peso frente al dólar provocó que el costo de vida se disparara, al punto que agosto cerró con la inflación más alta de los últimos 28 meses, según explicó a LA GACETA Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market. “Los servicios pegaron fuerte, pero los bienes de consumo masivo tuvieron aumentos muy por encima de la media del 4 % esperado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), en un contexto donde el consumo masivo cae un 2,5 % en promedio en el acumulado del año”, precisó el especialista.

La consultora, además, realizó un informe en el que analizó la evolución de los precios de productos de la canasta básica en más de 500 puntos de venta en el último año y a lo largo de este año. De este último ítem, los alimentos que más se incrementaron entre enero y agosto de este año son: harina (+131%), pastas secas (44%), aceite (45%), galletas saladas (hasta 45%), y yerbas (hasta 36%).

La compleja situación económica que atraviesa la Argentina, que está a un paso de la recesión, llevó a que numerosas familias tucumanas deban sostener con mayor fuerza el timón de sus hogares para poder hacerle frente a los coletazos de la turbulencia cambiaria. Aún más, la canasta básica total, es decir, los gastos en alimentación y en algunos servicios han escalado a $ 17.615,51 para que una familia tipo no sea considerada pobre. ¿Qué estrategias implementaron para tratar de amortiguar los impactos y salir lo menos heridos posibles? 

En primera persona

“Lo que básicamente cambió es que se compra para el día, lo que se necesita. Antes comprábamos la verdura para la semana, ahora para uno o dos días; tampoco compramos carne y pollo para guardar en el freezer”, explicó Paula, quien vive en una casa alquilada en Yerba Buena, junto a su marido y a una pequeña hija.

La licenciada en Administración de Empresas indicó que, si bien fueron sintiendo las subas en las facturas de los servicios, no tenían demasiado margen para ajustar. Sí, en cambio, afirmó que notaron que los precios de los productos se dispararon hasta un 25% en las últimas semanas y que, debido a eso, ahora evitan los supermercados y compran lo necesario para el día en despensas del barrio.

Paula, de 27 años, administra junto a su marido una semillería y forrajería en un local anexo a su vivienda. Aseguró que las ventas en su emprendimiento cayeron, y que debido a eso también tuvieron que recortar gastos de esparcimiento, transporte y que se vieron obligados a dejar de enviar al jardín de infantes a su nena, que cumplió los cuatro años hace unas de semanas. “También dejamos de lado las tarjetas de crédito: si no hay no se compra porque los intereses son muy altos”, se sinceró.

Apuesta al mayorista

Para tratar de atenuar los golpes en el bolsillo, Mariana y su marido modificaron sus hábitos a la hora de llenar las alacenas. A la hora de comprar alimentos ya no van a los supermercados, sino que comenzaron a inclinarse por mayoristas. Eso, según explicó, los obligó también a cambiar de marcas y consumir algunas que antes no hubiesen preferido. “Buscamos más variedad de precios. En algunos productos preferimos llevarlos por los precios y no por las marcas”, relató la psicóloga que vive en Lomas de Tafí. Además, la joven, madre de dos hijas, dijo que hasta hace poco tiempo usaban más el efectivo, pero que en este último mes se inclinaron mayoritariamente por la tarjeta de crédito. Además, dejaron de lado las grandes compras mensuales y ahora van adquiriendo lo necesario para la semana.

A la hora de obtener frutas y verduras, aprovechan los fines de semana para hacer compras grandes en el Mercado Frutihortícola (Mercofrut). Y con la carne, se dividen: la de pollo la consiguen en los supermercados y a la de vaca, en carnicerías del barrio.

En el rubro esparcimiento, en tanto, afirmó que su familia optó por reducir mucho la salida. “Tampoco es que no s quedamos encerrados, pero nos estamos limitando”, manifestó.

De la reunión que mantuvieron los gobernadores con el presidente Mauricio Macri, en la Casa Rosada, trascendió que en los bosquejos que presentó el Gobierno de la Nación respecto al Presupuesto 2019 se proyecta una inflación total para este año del 42%, casi el 150% por encima del 15% que se había estimado en diciembre último.

A principios de agosto, antes de que el dólar tocara los $ 42 y cuando la inflación anual se estimaba en un 30%, Macri ya había recomendado a los argentinos caminar y comparar precios debido a la turbulencia cambiaria.

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