La chica de “Los vengadores” volvió a la fama y sopla 80 velitas

La chica de “Los vengadores” volvió a la fama y sopla 80 velitas

Desde muy joven actuó en teatro, pero la TV le dio celebridad mundial. Nunca imaginó que el éxito mayor la esperaba en su ancianidad

DOS ÉPOCAS. Diana Rigg junto a Patrick Macnee en su papel de Emma Peel, y a la derecha como su reciente personaje de Olenna Tyrell.  DOS ÉPOCAS. Diana Rigg junto a Patrick Macnee en su papel de Emma Peel, y a la derecha como su reciente personaje de Olenna Tyrell.
20 Julio 2018

Olenna Tyrell, la Reina de Espinas, se convirtió en uno de los personajes más populares de “Game of thrones” (“Juego de Tronos”, GOT en adelante), por su manera directa de decir las cosas: “Haz lo que tengas que hacer”, expresaba, a la hora de eliminar a las personas que le estorbaban en sus planes.

Pero además lo atractivo del personaje tuvo que ver con el talento de la actriz que lo interpretó y que los mayores recuerdan por el rol que la lanzó a la fama hace 53 años: la sensual Emma Peel, de la serie “Los vengadores”. Hoy Diana Rigg celebra su cumpleaños número 80, felizmente sorprendida de que el éxito de GOT la haya devuelto a la celebridad. Este año fue nominada por cuarta vez al Emmy y volvió a actuar en Broadway después de un cuarto de siglo. Interpreta a la madre del profesor Higgins en el musical “My fair lady” (“Mi bella dama”). “Agradecí que no tuviera que cantar -bromeó-. Y el público también debería”.

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Temprana vocación

Nacida en el sur de Gran Bretaña, Rigg pasó su infancia en la ciudad india de Jodhpur, donde su padre ingeniero fue administrador del ferrocarril estatal. Siempre sintió que su hogar estaba en Yorkshire, en el norte de Inglaterra, donde vivió desde los ocho años.

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Sus padres la alababan en raras ocasiones: “Mostraban su afecto diciéndote en qué te equivocabas”, contó. Con 17 años fue admitida en la famosa escuela de interpretación RADA de Londres y después actuó en la Royal Shakespeare Company. Pero en 1965, para disgusto de sus padres, lo abandonó todo y dejó su grupo de teatro para dar el salto a la televisión.

Salir del molde

“Adoraba a William Shakespeare -explicó- pero me había encasillado yo sola como actriz clásica y debía escapar”. Desde entonces utiliza su popularidad en películas y televisión para llenar las butacas en sus actuaciones teatrales.

Con su papel en “Los vengadores” se convirtió en un sex symbol internacional en los 60: “Porque ese personaje era una adelantada a su tiempo”, según contó Rigg. “Era muy inteligente, capaz, graciosa, sexy e independiente”, explicó. También ayudó que llevara trajes de piel y vinilo ajustados y venciera a sus enemigos con su poder de seducción.

Por ese papel, Rigg recibió dos nominaciones para los Emmy como mejor actriz en serie dramática en 1967 y en 1968. Pero nunca estuvo conforme con el trato que recibía de parte de los machistas jerarcas de la compañía productora. Posteriormente a su salida de la serie, la ABC intentó suplir su presencia con Linda Thorson, lo que resultó en un sonado fracaso.

Diana lleva el título de Dama desde que la reina le rindió homenaje en 1994. En los años 60 veía la pasión de su público como algo un poco alarmante. “No era de ninguna manera ingenua -recordó-. Pero tener ese grado de notoriedad era un poco impactante”.

Con el peor James Bond

En 1969 fue elegida como la primera chica Bond y única que se casó con el espía. El inexperto modelo George Lazenby interpretó al galán en “007: Al servicio secreto de Su Majestad” por primera y última vez. Rigg no parecía tener una muy buena impresión de él: “Me seleccionaron para ayudarlo y aportarle dignidad”, confesó.

Los años 70 y 80 los pasó entre los escenarios y las cámaras: actuó, por ejemplo, en la adaptación al cine de la obra de Agatha Christie “Muerte bajo el sol”, y dio vida al personaje Eliza Doolittle, la vendedora de flores en la versión de “Mi bella dama”. Y en los años 90 volvió al trabajo, al igual que otras actrices famosas como Judi Dench, Helen Mirren y Maggie Smith.

“Vieja impertinente”

Pero no fue hasta 2013, con 75 años, cuando volvió a estar en el centro de atención. Esta vez como una maestra de la intriga: se transformó en la cínica reina de Dorne, Olenna Tyrell, en GOT. Gracias a este personaje volvió a estar nominada al Emmy. “Estoy entusiamada porque la gente joven se identifique con esta vieja impertinente”, ironizó.

Rigg estuvo casada con Menachem Gueffen hasta 1976; y luego con el productor Archibald Hugh Stirling, unión de la que nació en 1977 Rachael Atlanta Stirling, que también siguió la carrera de actriz.

Diana estará en Broadway hasta Navidad y después viajará para dedicarse a su afición favorita: la pesca. Con 80 años está mejor posicionada en el negocio que hace 20 años. “Simplemente me ha llegado a una avanzada edad, uno tras otro, zack, zack, zack -explicó divertida-. Y yo me siento y digo: ‘Bueno, muchas gracias. ¿Por qué ha tardado tanto?’” (DPA-Especial)


Discriminación salarial

Cobraba menos que un camarógrafo

Pese a su fama, Diana Rigg ganaba menos que los camarógrafos de la serie Los Vengadores. Cuando se enteró, protestó. Pero nadie la apoyó, ni siquiera Patrick Macnee, quien interpretaba al protagonista masculino y con el que se entendía bien. “No corrió riesgos. Seguro ganaba dinero a montones y estaba muy contento con su sueldo”. Tras dos temporadas, ella abandonó el programa. “Se consideró como un mal comportamiento, un acto de crudeza, poco femenino y codicioso. Nadie dijo nada. Me alegra ver cómo las mujeres se apoyan ahora mutuamente”, opinó en una reciente entrevista.

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