Viejos recuerdos

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Atlético repitió problemas anteriores cerca del debut

OTRO ASPECTO POSITIVO. Leyes, que festeja, se erigió como un sorpresivo goleador tras un centro perfecto el “Pulguita”.  la gaceta / foto de inés quinteros orio OTRO ASPECTO POSITIVO. Leyes, que festeja, se erigió como un sorpresivo goleador tras un centro perfecto el “Pulguita”. la gaceta / foto de inés quinteros orio

Los jugadores y los integrantes del cuerpo técnico de Tristán Suárez cambiaron de canal a las 23.29 de ayer. El partido que les interesaba ver había terminado. El primer rival de Atlético en un duelo oficial del semestre estaba pendiente del clásico tucumano como para saber con qué se topará en menos de 72 horas. El zapping terminó un par de canales más arriba con un duelo de la Copa Argentina, el mismo torneo por el cual se enfrentarán. Lamadrid, de Primera D, la cuarta división, había llevado a Banfield, de Primera y de reciente participación en la Copa Libertadores, a los penales luego de empatar 1 a 1. A las 00.07, con la epopeya consumada -ganó el equipo del Ascenso-, apagaron el televisor.

En medio de una ola de eliminaciones de equipos de categorías superiores a manos de equipos inferiores, sensaciones de Tristán Suárez fueron muy distintas a las de los jugadores de Atlético, con el partido a la vuelta de la esquina.

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¿Cuáles son esas sensaciones para Atlético? Tras empatar con San Martín antes del debut oficial, surgieron viejas y nuevas ideas.

Las viejas tienen que ver con ese empate de Claudio Bieler, pasando la mitad del segundo tiempo. El equipo de Ricardo Zielinski volvió a ponerse en ventaja en un partido en su estadio pero -como le pasó durante gran parte de la Superliga- no pudo sostenerlo.

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Entre Leandro Díaz y Luis Rodríguez (pese a no tener un mal partido) no pudieron liquidar a su rival, otorgando el primero de los regalos. El segundo fue el de Jonathan Cabral a Nicolás Giménez que corrió hacia el arco y asistió al goleador “santo”. Los fantasmas de los partidos contra Boca, Newell’s y Olimpo volvían del más allá para tirarle de los pies.

Duele porque se trata de un clásico pero de todas maneras sigue siendo un amistoso. Todas las miradas apuntan al partido de los 32avos. de final de la Copa Argentina, el domingo, a las 15, en cancha de Arsenal.

Lo que también ayuda a que no duela tanto es el recambio que probó ayer el entrenador. Tomás Cuello tuvo 15 minutos excelentes. La ofensiva de Atlético consistió en ese período, en dársela al 28 y esperar a que haga algo. Y lo bien que hizo. Todo el peligro llegó desde sus pies. Jonás Romero también se movió interesantemente pese a algunos errores lógicos.

El valor de los refuerzos fue escaso: Juan Mercier tuvo un mal primer tiempo y logró asentarse en el segundo. Mathías Abero alternó buenas con malas, mientras que Bruno Bianchi fue de lo mejor.

Sólo resta ver a Mauro Matos y José San Román, en un mercado de pases tímido por ahora.

Así, Tristán Suárez se fue a dormir tranquilo. Atlético no tanto, pero sabe que todavía falta.

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