Vivir sin gas natural: cuatro años de lucha en el barrio Bernel

Vivir sin gas natural: cuatro años de lucha en el barrio Bernel

La empresa Jach les cobró a los vecinos de esa zona de Yerba Buena, más del 75% del precio de la instalación y no la terminó. Tras años de peregrinaje, lograron que Gasnor la suspenda.

HARTAZGO. “¡Queremos gas! ¡Queremos gas!”, repiten los habitantes de El Bernel, que se reunieron en el barrio para hablar con LA GACETA. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI. HARTAZGO. “¡Queremos gas! ¡Queremos gas!”, repiten los habitantes de El Bernel, que se reunieron en el barrio para hablar con LA GACETA. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.

Leonardo nos invita a su casa. A un lado de la entrada está la casilla de gas. Al ingresar hay un caloventor encendido, que morigera los 3° de temperatura a la intemperie. Uno de sus niños se baña: de repente, grita que el agua se ha puesto helada. Leonardo corre afuera, a conectar una garrafa de repuesto. Cuando regresa, se declara extenuado. Extenuado y engañado. Hace cuatro años, le pagó a una empresa que iba a ponerle el gas natural. Le tomaron la plata. Y se fueron. Desde entonces, Leonardo Natiello ha ido muchas veces a reclamarle al Estado. Lo hicieron dejar notas. Firmar notas. E irse. Leonardo sigue sin gas.

No se trata del reclamo de un solo hombre. Sus vecinos comparten el padecimiento. La mayoría de los pobladores del loteo El Bernel, de la ciudad de Yerba Buena, sabe de memoria la cantidad de veces que esa empresa les prometió que iba a hacer la instalación. El tendido nunca se terminó. Y ahora, que han transcurrido 1.400 días de promesas, Gasnor -una de las distribuidoras de gas natural de la Argentina- suspendió a la firma por dos años. Y ahí se enteraron que son, en total, 64 las obras inconclusas.Vivir sin gas natural

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“Ante esto, nos preguntamos por qué no hubo antes una sanción. Y por qué los entes reguladores no son expeditivos”, razona Leonardo. También Agustín Jorrat y Esteban Álvarez -vecinos- resaltan que, en este tiempo, se cansaron de avisar de la situación. Hace unos meses -cuenta Agustín-, se reunieron con gente de la empresa en una plaza del barrio. Les dijeron que no tenían con qué financiarse. Pero no les informaron -acota- en qué se gastaron la plata que habían cobrado. “Nos pidieron que reuniéramos más adherentes para completar la instalación. Obviamente, nadie va a jugarse. Por eso, apuntamos hacia Gasnor. Si hoy salen a la luz tantos casos, es porque antes hubo connivencia”, piensa.

Cronología del suplicio

El padecimiento comenzó en 2014, cuando Gasnor les recomendó -afirman los vecinos- que hicieran la obra con la contratista Jach, de entre un listado de gasistas matriculados que ponen a disposición de sus clientes. “A mí, personalmente, me dijeron que era cumplidora”, asegura Esteban. Unos 145 domicilios pagaron alrededor del 75% del monto por adelantado. En mayo de ese año, les entregaron los contratos. Por aquel tiempo, sintieron dudas porque esos documentos no eran iguales entre sí. Algunos -incluso- no recibieron ni contrato, recuerdan.

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Aunque lo que más les llamó la atención es que no les dijeron cuándo iban a empezar. “Únicamente nos aseguraron que el trabajo estaría listo para mediados de 2015”, sigue Leonardo. Pero al año siguiente, cuando vieron esfumarse ese “mediados”, iniciaron un peregrinaje por los organismos reguladores y demás involucrados. Peregrinaje que -no lo sabían en ese momento- aún hoy los tiene de puerta en puerta.

En septiembre de 2015 -por ejemplo- presentaron una nota en Gasnor en la que preguntaban por el estado de su proyecto. Les respondieron con la copia del descargo de Jach, que aseguraba que en 30 días la carpeta de inicio estaría lista. No hubo ni carpeta ni comienzo.

Al año siguiente (marzo de 2016), Leonardo radicó una denuncia en la Dirección de Comercio Interior. Fueron citados a una audiencia de conciliación. De parte de la empresa no se presentó nadie. Días después, Gasnor puso una nueva fecha: mayo. El mes llegó y pasó sin que los vecinos vieran ni una excavadora.

El 14 de junio se hizo una segunda audiencia. Esta vez, concurrió una abogada de Jach, María Florencia Alves. Dijo que empezarían en los próximos 15 días. Es decir que la constructora tenía un cuarto plazo. Plazo que incumplió.

Los habitantes del Bernel volvieron a tramitar denuncias, en Comercio Interior y en la Defensoría del Pueblo. Jach contestó que en agosto iba a arrancar. Y finalmente, en esa quinta fecha, labraron el acta de inicio. Firmaron Julia Lanús, por los vecinos; Jorge Chayle, por la empresa, y Pedro Colombo, por Gasnor.

Pero la obra se movió poco (37%, de acuerdo con los certificados labrados por Gasnor). Así que los vecinos fueron, esta vez, ante el Enargas, el ente nacional regulador del gas. Denunciaron a Gasnor por inacción y solicitaron que se evalúe a Jach y al gasista Chayle. Desde ese entonces, Leonardo, Esteban, Agustín, Martín Ferullo y varios otros pasaron por un montón de oficinas, a las que fueron a pedir. Pedir que alguien intervenga. Pedir amparo.

Hace unas semanas, supieron del decreto de Gasnor, que lleva la firma del jefe de desarrollo residencial, Marcelo Carrasco. Se le aplicó una suspensión de dos años a Chayle y se le pidió que ejecute las obras de instalaciones externas de gas natural pendientes. No obstante, este diario comprobó que, hasta ayer, el gasista figuraba en el listado web de matriculados.

- ¿Es habitual que un contratista tenga casi 70 obras inconclusas? -se le pregunta a Carrasco.

- No. Nunca tanto. Por eso, a Chayle se lo sancionó. El tiene dos sanciones.

- Pero, ¿cómo llegó tan lejos?

- Las obras faltantes tienen distinto grado. Algunas han sido adjudicadas, simplemente. Puede que la empresa tenga un problema financiero. Pero está tratando de terminar.

Enseguida, Carrasco destaca que Gasnor no tiene injerencia en las contrataciones, porque se trata de un acuerdo entre particulares. “Nuestros inspectores controlan una vez que han empezado los trabajos. Tampoco recomendamos a nadie. Simplemente, entregamos un listado de los gasistas habilitados”, aclara. Con respecto al Bernel, cree que los vecinos deberían acceder a habilitar parcialmente el gas. “De ese modo, podrían continuar con la instalación. Les cobrarían a los que tengan el servicio. Y con eso financiarían el resto de las tareas”, explica.

Al parecer, un grupo de ciudadanos de Lules interpuso una denuncia en contra de Chayle por un caso similar al de Yerba Buena. Además, el empresario estuvo a mediados de mayo ante la Justicia, pues declaró en el juicio por contrataciones directas en la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU). El 30 de julio, él y los vecinos del Bernel volverán a verse las caras: la Defensoría los convocó a una nueva audiencia de mediación en estos cuatro años de peregrinaje.

La empresa quiere habilitar el gas para 100 familias

El gerente de Jach, Christian Mancilla, es el encargado de acercar la voz de la empresa en este conflicto y de hacer el descargo ante las acusaciones. El empresario afirma que no son 60 las obras inconclusas.

- ¿Por qué no terminaron la obra del Bernel?

- Nosotros empezamos este proyecto con 25 personas. Hoy, son unos 150 los vecinos activos. Y se hicieron cuatro manzanas de instalación externa de gas natural. Es decir que las cañerías ya han sido colocadas para 100 familias. Desde 2017, estamos pidiéndoles a los vecinos que nos permitan habilitar esa primera etapa. Así, nos pagarán lo que nos deben y podremos terminar. De paso, se sumarán nuevos clientes. Pero el representante vecinal se niega. Y en las redes sociales se dice que somos unos estafadores. Entonces, nadie quiere sumarse.

- ¿De cuánta plata estamos hablando?

- A los clientes se les cobró alrededor de $ 1 millón. Y lo que se ha cobrado se ha puesto en las cañerías. De las 100 viviendas por las que pasa la red, 76 han contratado nuestro servicio. Y tienen una deuda de unos $ 100.000 en total. Si a eso se le suman los 24 potenciales restantes que cuentan hoy con los caños en sus veredas, tendríamos ingresos para terminar.

- Pero los vecinos pagaron más del 75 % de la instalación...

- No lo niego. Pero el barrio tiene unos 300 lotes; es decir, tiene potencial. Debemos llegar a 250 clientes para recuperar los costos y seguir adelante. Hasta la Municipalidad de Yerba Buena quiso colaborar con plata para que la obra se haga.

- Su empresa ha sido sancionada con un listado de unas 60 obras inconclusas. ¿Por qué?

- Primero, no se trata de 60 obras. A todo proyecto, le ponemos un porcentaje de cumplimiento de pago. De las 41 obras contratadas (ese es el número real), ninguna llega al 25 % del pago. En la capital, por ejemplo, el intendente Germán Alfaro tuvo que poner el dinero que faltaba para que avancemos con dos barrios. No han sido completadas porque los clientes no han pagado el porcentaje requerido.

- ¿Qué es lo que van a plantear en la próxima audiencia?

- Que nos permitan esa habilitación parcial. Y que nos den un plazo máximo de 90 días. Con eso, se terminó la historia del barrio Bernel.

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