La orden de libertad a Lula abre una batalla entre jueces en Brasil

La orden de libertad a Lula abre una batalla entre jueces en Brasil

La defensa del ex presidente denuncia un complot entre el juez Moro y la fiscalía de Curitiba.

RECLAMO. Curitiba se llenó de personas que esperaban la libertad de Lula.  reuters RECLAMO. Curitiba se llenó de personas que esperaban la libertad de Lula. reuters
09 Julio 2018

CURITIBA, Brasil.- Una batalla judicial se libró ayer por la liberación del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Ayer a la tarde, poco después del mediodía, el juez de apelaciones Rogerio Favreto ordenó la liberación inmediata del ex presidente, quien está recluido desde abril en la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde cumple una condena de 12 años por corrupción.

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Lula es el candidato que lidera las encuestas con miras a las elecciones a presidente del gigante sudamericano, en el momento de menor credibilidad pública del gobierno de Michel Temer.

Favreto le concedió a Lula un “habeas corpus” y consideró que -al estar privado de la libertad- se le está impidiendo ejercer su derecho como precandidato a la presidencia de Brasil en las elecciones que tendrán lugar en octubre.

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Por ahora, el ex presidente Lula permanecerá en prisión

Horas después el juez João Gebran Neto bloqueó la decisión de Favreto y ordenó a la policía y a las autoridades que no tomaran ninguna acción, por lo que Lula permanecería recluido. Gebran Neto es uno de los tres jueces del tribunal que condenó este año a Lula en segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero.

El siguiente capítulo de esta disputa (aunque seguramente no el último) llegó horas más tarde cuando, ante la negativa de Gebran Neto, el juez Favreto insistió por tercera vez en la libertad de Lula, e indicó que el ex presidente sea liberado una hora después de la publicación de la decisión, plazo que se cumplió a las 18. 15.

Más temprano, el juez Sergio Moro había bloqueado el intento de Favreto de liberar a Lula, lo que puso de relieve la batalla legal en torno al político más popular del país.

Moro, el magistrado que envió al ex presidente a prisión, dijo que el juez del tribunal de apelaciones carecía de la autoridad para emitir una orden para liberarlo.

Un juez le concedió la libertad a Lula Da Silva, pero otro magistrado decidió que siga preso

Una decisión subsiguiente de Gebran Neto, el juez relator de la causa Lava Jato, que integra la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre, respaldó la decisión de Moro de mantener a Lula en prisión.

Favreto, quien integró el Ministerio de Justicia durante los gobiernos de Lula, indicó en su orden original que por ahora el ex presidente debería gozar de las mismas condiciones para hacer campaña que el resto de los candidatos.

Lula da Silva está acusado de recibir un apartamento en la costa de São Paulo por parte de la constructora OAS, como retribución por favorecer con contratos a la petrolera estatal Petrobras.

Anoche, la defensa del ex presidente brasileño, que considera a Lula un preso político, acusó al juez Moro y a la fiscalía de Curitiba de actuar conjuntamente contra la libertad de su representado. En una nota con el diario “O Globo”, el abogado Cristiano Zanin Martins afirma que Moro, “de vacaciones y sin jurisdicción en el proceso”, actuó para impedir la libertad de Lula, direccionando el proceso hacia Gebran Neto, quien tampoco tenía jurisdicción para actuar.

“El Juez Moro y el Ministerio Público Federal de Curitiba actuaroncomo un bloque monolítico contra la libertad de Lula, mostrando que no existe separación entre la actuación del magistrado y el órgano de acusación”, dice el comunicado.

Lula, de 72 años, se encuentra en prisión desde hace tres meses. Pese a estar recluido, encabeza las encuestas de cara a las presidenciales de octubre. (DPA-Reuters)

Acampada y vigilia

“Lula libre”, el grito frente a la prisión

Miles de personas se movilizaron desde distintas partes de Brasil para esperar frente a la sede de la Policía Federal la liberación del Lula da Silva. En el lugar acampan, desde hace tres meses, decenas de simpatizantes de líder popular brasileño, y en las siguientes horas se fueron sumando muchos más, con la esperanza de verlo salir de la cárcel. La noticia de que un juez denegó la liberación no amedrentó a los militantes, que aguardaron cantando consignas como “Lula Libre” y “Suelten a Lula”.

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