¿Por qué no creer?
 reuters reuters
02 Julio 2018

MOSCÚ.- A las 19.42 (hora local), Rusia explotó. El pie de Igor Akinfeev desvió el penal de Iago Aspas y le regaló al país más grande del mundo una de las mayores alegrías de la historia del fútbol. Tras atajar el penal definitivo ante España, luego del 1 a 1, Akinfeev se lanzaba en plancha al césped, los futbolistas corrían hacia él y los hinchas saltaban, cantaban y se abrazaban. Todo ello, regado con la música de los altavoces de un estadio Luzhniki lleno con 78.011 espectadores. “Es una alegría absoluta”, comentó Akinfeev, el héroe. “Tratamos de defender nuestro gol, lo logramos y esperamos los penales”, explicó.

No es para menos. Lo que logró Rusia en Moscú era tan impensable hace apenas un par de semanas, que el presidente Vladimir Putin no tenía agendado este partido. En su agenda sólo figuraba el cotejo inaugural y la final, sin imaginarse ver a la “Sbornaya” en los cuartos de final del torneo.

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Según comunicó luego el Kremlin, Putin llamó al técnico de Rusia, Stanislav Cherchesov, antes y después del partido, para desearle suerte y para felicitarlo. Rusia no pisaba los cuartos de un Mundial desde 1970, cuando aún jugaba como la Unión Soviética. En anfitrión llegaba a su Mundial como la peor selección de las clasificadas y no había ganado un partido en todo 2018. El Mundial arrancó con un impresionante 5 a 0 a Arabia Saudí y la euforia siguió con el 3 a 1 a Egipto, aunque la derrota ante Uruguay (3-0) en el tercer día rebajó el ambiente. No era entonces de extrañar que los medios rusos coincidieran en los días previos al hablar de “El milagro de Moscú”. Ganar a España, una selección plagada de estrellas, era visto como un milagro. “Por favor, ¡no jueguen a la ruleta rusa!”, pidió incluso el canal de televisión Match TV.

“¿Por qué no podemos asistir a un milagro?”, se preguntó el periódico “Sport-Express”. “Corea del Sur ya eliminó a Alemania sin complejos. ¡Se puede soñar!” (DPA)

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Moscú estalló ayer en celebraciones callejeras cuando su selección pasó a cuartos de final, tras eliminar por penales al favorito España. Rusia ya había superado las expectativas al llegar a octavos por primera vez desde el colapso de la Unión Soviética, pero luego del triunfo 4-3 por penales ante los españoles, los hinchas creen que el equipo -el de peor ranking de los 32 que arrancaron el Mundial- puede llegar a la final. “Esto es irreal, nadie pensó que podría suceder. Y ahora la gente está empezando a creer”, dijo Yulia Gordinskaya, quien tenía banderas rusas pintadas en su rostro. “¡Claro que podemos ganar la Copa! Solo necesitamos un poco de suerte”, agregó. En tanto, en una céntrica plaza de Moscú, una orquesta callejera interpretó el himno mientras los autos que pasaban tocaban sus bocinas.

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