Qué hay de cierto sobre la venta de golosinas que parecen cigarrillos

Qué hay de cierto sobre la venta de golosinas que parecen cigarrillos

Un mensaje que se viralizó por WhatsApp encendió la alarma entre padres y autoridades. Buscan el producto en escuelas y comercios.

NO HAY CONTROLES. Actualmente ninguna repartición pública supervisa lo que se vende en los quioscos. NO HAY CONTROLES. Actualmente ninguna repartición pública supervisa lo que se vende en los quioscos.

Primero llegó la foto a los celulares: un cartón y dos bolsitas, en una de ellas seis cigarrillos y en la otra un polvo blanco. Después se viralizó un audio: una médica advirtiendo a los padres que se trataba de una nueva golosina que vendían en colegios de Yerba Buena y que era perjudicial porque incitaba a los chicos a fumar.

Los mensajes, que se viralizaron rápidamente, despertaron la preocupación en muchos padres. Las autoridades del Programa Provincial de Lucha Antitabáquica también encendieron la alarma y solicitaron la intervención de Fiscalización Sanitaria del Siprosa para que investigara cómo habían llegado a la provincia estos productos y si eran legales o había que sacarlos de circulación.

Publicidad

Orlando Di Marco, director de Fiscalización, dijo a LA GACETA, que durante el lunes y ayer se realizaron operativos en distintos establecimientos escolares y comercios que venden golosinas al por mayor. “Hicimos un amplio rastrillaje. Hasta ahora no encontramos nada, ni un paquete de estas golosinas con forma de cigarrillos. Sí sabemos de testimonios de chicos y de padres que denunciaron que hace 20 días se vendían estos productos en la puerta de varios colegios de Yerba Buena y en uno de ellos incluso en el quiosco de adentro”, informó el funcionario.

“Al parecer, por la viralización del mensaje y por la misma presión de los padres, que pidieron a las autoridades de los establecimientos que prohíban la venta de estos cigarrillos, ya no se los encuentra. Además, según las averiguaciones, el producto habría entrado por importación desde países vecinos. Los distribuidores de golosinas, en su mayoría, no tienen estos cigarrillos.

Publicidad

Di Marco señaló que como aún no encontraron la golosina no pueden tomar ninguna medida. Pero que, en caso de hallarla, existe la posibilidad de que las saquen de circulación ya que este producto induce al tabaquismo.

Preocupación

¿Por qué hay que preocuparse si esto aparece en los quioscos escolares?, les preguntamos a dos expertas, Cristina Orellana y Ariela Tarcic, del programa provincial de Lucha Antitabáquica. Las dos profesionales se mostraron muy preocupadas ante las imágenes que circularon por WhatsApp. “Más de una persona nos dijo que nos calmemos, que no pasa nada, que hace años venían los habanitos de chocolate y todos jugábamos con ellos a fumar. Pero los tiempos han cambiado. Y una que sabe todo lo que puede causar una golosina de este tipo, el impacto que tiene en los chicos... es imposible no alarmarse”, expresa Tarcic.

Aunque son sólo caramelos y objetivamente no causan daño en el organismo de los niños, el problema es la forma que tienen, advierte Orellana. “Es muy grave que los chicos jueguen con estas golosinas y naturalicen una conducta como es fumar, con todo lo que esto significa para la salud pública”, remarca.

Para las expertas, jóvenes y adolescentes conforman hoy el grupo de mayor riesgo. En la Argentina, uno de cada cinco adolescentes fuma. Y la mayoría comienza a partir de los 12 años. Nuestra provincia prohíbe la venta de cigarrillos a menores de edad, pero esto no siempre se cumple”, dice Orellana. A esto hay que sumarle que muchas tabacaleras apuntan a los chicos con sus campañas.

“Hoy todo es distinto, por eso nos preocupamos. Sabemos todo el daño que causa el cigarrillo como también estar expuesto al humo del tabaco. Sabemos que evitar la iniciación es fundamental. Por eso la gravedad de que esté dando vueltas una golosina con esta forma, que los invita a adoptar una conducta perjudicial. Además, según las descripciones, la caja de caramelos incluye una bolsita de polvo blanco que tranquilamente puede significar una apología del consumo de cocaína. Los chicos no están capacitados para discernir lo que está bien y lo que está mal. Es nuestra obligación vigilar su entorno, cuidarlos”, concluye Orellana.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios