Narcotest: ocho respuestas para entender cómo funcionarán los nuevos controles
En el 16% de los accidentes con víctimas fatales alguno de los conductores estaba drogado. Cada vez más jóvenes manejan bajo los efectos de estupefacientes. Estas fueron las razones por las que la Municipalidad capitalina compró dos equipos que detectan el consumo de sustancias. Según se anunció, en 15 días se comenzará a realizar operativos de narcolemia, que se harán durante los fines de semana por la noche y que se sumarán a los de alcoholemia. De esta forma, los que hayan consumido alcohol o drogas no pasarán la prueba. A los infractores se les podrá secuestrar el vehículo y el carnet. Serán multados e inhabilitados para conducir por el tiempo que disponga el juez de Faltas, adelantó el subsecretario de Tránsito, Enrique Romero. A continuación, las respuestas ante las dudas que pudieran surgir dadas por Romero y por el toxicólogo Alfredo Córdoba, experto en el tema.
$ 623.000 fue el costo de cada aparato de “drug test”, con kit de boquillas e impresora, que compró la Municipalidad. Son de origen alemán.
Sacate todas las dudas

1- ¿Cómo es el control?
Con una especie de hisopo se toma una muestra de saliva sobre la lengua y las paredes laterales de la boca. Luego, ese hisopo se introduce en el “drug test”, que en 7 o 10 minutos determina si se encontró cocaína, cannabis, opiáceos, anfetaminas o benzodiacepinas (tranquilizantes). Si el test da positivo, ante la presencia de un médico, se labrará un acta de contravención y un juez de Faltas después decidirá la sanción.
2- ¿pueden secuestrar el vehículo e inhabilitar para manejar?
Sí se secuestrará el vehículo. Romero explicó que, al igual que sucede con el control de alcoholemia, si junto a la persona que está bajo los efectos de las drogas hay un acompañante sano (que no dé positivo en ningún test) y que tenga licencia, se le permitirá que maneje. El infractor será inhabilitado, aunque el tiempo de suspensión lo definirá el juez de Faltas.
3- ¿El control requiere una norma especial? ¿De cuánto será la multa?
La Provincia aún no ha reglamentado la Ley de Droga Cero al Volante, sancionada hace dos años. La Ley Nacional de Tránsito habilita a la Municipalidad a hacer controles de narcolemia, y a los jueces de Faltas, a sancionar a los infractores. Romero dijo que se usarán como referencia las sanciones de alcoholemia. Hoy la multa más cara por esa infracción ronda los $ 29.000 y la más baja, unos $3.000. La ley provincial prevé multas de 701 a 1.000 Unidades Fijas (cada una corresponde al precio del litro de nafta súper. Por lo tanto, la infracción puede ubicarse entre los $ 20.000 y los $ 29.000. Si el conductor es reincidente, la multa se duplica.
4- ¿Para qué estarán los médicos en los controles?
Después de que el test dé positivo, un profesional debe estudiar cómo están las pupilas del conductor, el tono muscular y la conducta, advirtió Alfredo Córdoba. “Los narcotests están buenos porque son rápidos indicativos de la presencia de drogas. Pero las interpretaciones definitivas deben ser dadas por el profesional. Cuatro de los cinco sentidos de las personas nos pueden orientar sobre el consumo. Todos menos el gusto”, añadió. La presencia del médico ayudará a despejar dudas en caso de que el conductor niegue que haya consumido, explicó Romero. No obstante, los infractores tendrán derecho a hacerse una prueba de laboratorio que después será comparada con el test y evaluada por el juez de Faltas.
5- ¿Qué pasará con los que están haciendo tratamiento psiquiátrico con psicofármacos? ¿Estarán exceptuados de la sanción quienes tengan una prescripción médica?
“No. La Ley Nacional de Tránsito 24.449, a la que el municipio de San Miguel de Tucumán está adherido, expresa con claridad: está prohibido en la vía pública conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir”, detalló Romero. “Cuando se recetan estas pastillas, el médico debería aclararle al paciente que no es recomendable manejar porque los fármacos alteran los reflejos y ejercen una influencia negativa para conducir. Por ejemplo, si una persona está resfriada y toma un antihistamínico, le produce sueño”, explicó el toxicólogo Córdoba. Si toman antidepresivos o tranquilizantes, lo ideal es que no manejen.
6- ¿Alguien que coquea puede dar positivo en narcolemia?
Sí. Pero como hay una ley que permite el coqueo al manejar, esta situación se podrá resolver con un médico que revise al conductor, dice Romero. Un examen en la boca (suele estar verde y lastimada) y en las pupilas (no dilatadas) del infractor permitirá saber si sólo masticó coca o no.
7- ¿Qué pasa si, por ejemplo, alguien consumió drogas hace dos días? ¿Dará positivo en el test de narcolemia? ¿eso significa que los efectos de las sustancias permanecen y que no está en condiciones de manejar?
“Pueden dar positivos. Los efectos no permanecen dos días después porque la sustancia se ha metabolizado o porque se depositó. Si fumó marihuana ya se depositó en las grasas y si consumió cocaína ya se metabolizó”, explicó Córdoba.
8- ¿Es importante este control, aunque despierte polémica?
Sí, asegura Córdoba. La conducción bajo efecto de estupefacientes compromete sensiblemente la seguridad vial y aunque no haya estadísticas específicas, es real que cada vez más personas conducen después de haber consumido drogas. “Es importante hablar con los infractores, preguntarles si tienen algún tipo de adicción, hacer un análisis posterior que permita saber si necesitan ayuda. Entonces, se estará tratando la problemática a fondo, además de prevenir accidentes en la vía pública”, propone.
> Qué efectos causan las drogas cocaína, marihuana y éxtasis

Un conductor que consuma cocaína necesita cinco metros más para frenar que los 30 metros necesarios en condiciones normales. Produce agresividad y competitivad, sobrevaloración de las capacidades y altera la percepción del entorno. La marihuana altera la percepción del tráfico (colores, tiempo, espacio), quita concentración, aumenta la somnolencia y retarda las reacciones. El éxtasis produce ilusiones ópticas que pueden causar maniobras evasivas peligrosas. Aumenta la sensibilidad a la luz y disminuye la capacidad de concentración.